¨Arrepentido¨ es el término que designa a las personas que, habiendo formado parte previamente de organizaciones criminales, tras su arresto deciden arrepentirse y colaborar con el sistema judicial para ayudar en la investigación. A cambio de la información que proveen, los arrepentidos reciben sentencias más cortas por sus delitos, y en algunos casos incluso la libertad si revelan a sus cómplices.
En relación con México este procedimiento se aplicó al descubrir las autoridades extranjeras la trama del escándalo mundial de Odebrecht que implicó al ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin. Tras una larga persecución por el mundo, prefirió entregarse y ser extraditado a nuestro país, ofreciendo colaborar con la justicia mexicana, bajo el recién creado Criterio de Oportunidad que jurídicamente les facilita el ¨arrepentimiento¨.
Otros hechos posiblemente criminales como la llamada periodísticamente “Estafa Maestra” derivaron recientemente en investigación sobre el político Emilio Zebadúa quien se acogió al mismo criterio y ofreció ¨colaborar con la justicia”.
Es interesante recordar que en su controvertido pasado Emilio Zebadúa escribió en 2005 el Manual del ¨Fair Play¨, cuando era diputado federal por el PRD. Lo publicó el Fondo de Cultura Económica, con el subtítulo de “Guía ética para la política”.
El ¨Fair Play¨es lo que en el deporte se conoce como el juego limpio, ético, transparente, el respeto por las reglas y el trato igual para todos los jugadores. Como analogía se aplica en la vida en general y en la política en particular a la conducta correcta en lo electoral y en la actuación política, frente al juego sucio, falto de ética, tramposo, oscuro, hipócrita, y a veces hasta criminal.
Como el mismo autor señala en su libro, ¨Es una reflexión que parte de la premisa de que en la política ¨no todo se vale¨ y que, en cambio, detrás de cada decisión que toma un actor político, sea éste una autoridad o un miembro cualquiera de la sociedad, se encuentra una concepción de lo ético —fundada, pues, en valores sobre lo que está bien y mal, y sobre las consecuencias de acciones y decisiones concretas: como explica Jorge Valdano (exfutbolista y exentrenador hispano-argentino), ¨todavía hay gente de esa raza que entiende el fútbol como una cuestión de honor y se avergüenza por un mal partido, aunque se haya ganado¨—(Los cuadernos de Valdano, El País-Aguilar, Madrid, 1997).
No es que fuera malo el manual, en teoría. Zebadúa era entonces todo un intelectual ¨orgánico¨, muy activo en el periodo de la alternancia del 2000 y consejero electoral del IFE (Instituto Federal Electoral). En 2006 quiso ser candidato del PRD a gobernador de Chiapas, pero el Partido de la Revolución Democrática prefirió nominar a Juan Sabines (que había salido del PRI al negársele la nominación del tricolor). Por esto Zebadúa rompió con el PRD y aceptó la candidatura por el Partido Nueva Alianza, formado por su paisana chiapaneca la maestra Elba Esther Gordillo. Es lo que llaman en la realpolitik ¨aprender a tragar sapos¨.
Al no despegar su campaña, Zebadúa declinó su candidatura en el igualmente fútil intento de hacer una coalición con la fracasada Alianza con Chiapas compuesta por el PRI y el PVEM. Ganó el ex priísta Sabines, pero como él mismo dijo: ¨Para gobernar no se necesitan colores¨. En la práctica política, Zebadúa perdió en este doble juego, pero algunas lecciones aprendió.
Enamorado de la educación, Zebadúa es licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México; doctor en Gobierno (Administración Pública) por la Universidad de Harvard y doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México. Currículum igual o mejor que el de su tocayo Emilio Lozoya, también economista y abogado por las mismas escuelas (igual que Videgaray y Meade, itamitas y unamitas en las mismas profesiones, aunque sus doctorados los hicieron en MIT y Yale, respectivamente), pero Zebadúa tiene además el doctorado en Derecho. Por educación y teoría no queda, sólo está en suspenso su calificación en la práctica de la ética.
Supuestamente Zebadúa tuvo que ver o sabe algo de la llamada ¨Estafa Maestra¨ y recientemente fue vinculado por la Fiscalía General de la República como posible responsable en el desvío de recursos públicos, por un monto de cinco mil millones de pesos, cuando fue Oficial Mayor en la Sedesol y en Sedatu; esto como parte de la mencionada Estafa Maestra, en corresponsabilidad con la acusada Rosario Robles.
El súper travieso malandro Javier Duarte, exmandatario priísta que fuera gobernador de Veracruz, desde la prisión afirmó que está dispuesto a aprovechar la oportunidad y declarar ante la FGR todo lo que conoce sobre el caso de la empresa brasileña Odebrecht y el expresidente Enrique Peña Nieto. Ya veremos si la arriesgada oferta es cierta o es otra puntada Javierana del maloso prisionero chaneque, duende de la veracruzana Tierra de los Susurros.
Hay varios procesos judiciales en curso, dentro y fuera del país. La ¨justicia binacional¨ se encarga en Texas de juzgar a algunos ¨arrepentidos¨ políticos coahuilenses y tamaulipecos, en Nueva York enjuician al ex Secretario de Seguridad Pública en tiempos del presidente Calderón, Genaro García Luna, y al General Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional cuando Peña Nieto era el Primer Mandatario. Dicen los que saben de estas cosas que en Estados Unidos las fiscalías sólo negocian ¨hacia arriba¨, es decir, que el arrepentido denuncie al que le encargó el delito. Será interesante ver si eso es cierto en estos y otros casos.
Al otro Duarte, César, ex Gobernador de Chihuahua, aprehendido en Estados Unidos, le espera la extradición. Igualmente, el empresario Alonso Ancira está en libertad bajo fianza en España, resistiendo la extradición. Ancira es acusado por el gobierno mexicano por los presuntos delitos de corrupción y lavado de dinero en el caso de la venta de la planta Agro Nitrogenados a Petróleos Mexicanos, por lo que desde 2019 existía una ficha roja de captura de INTERPOL, misma que se giró en España.
El conocido abogado Juan Collado, que ha representado casos de importantes políticos, está en la cárcel mexicana esperando juicio. La Fiscalía General de la República lo detuvo por su probable responsabilidad en la comisión de delitos de delincuencia organizada y operaciones de lavado de dinero con recursos de procedencia ilícita, supuestamente mediante una red financiera ilícita que simuló a través de empresas fantasmas la compraventa de inmuebles.
Hace unos días se anunció que a Rosario Robles se le obsequió (¡vaya obsequio!) una nueva orden de aprehensión, esta vez por delitos graves, de operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero) y delincuencia organizada. Tal vez esta nueva acusación la incite al ¨arrepentimiento¨ y revele los secretos de la tenebrosa trama de la Estafa Maestra que sólo Dios y Rosario (y tal vez Emilio) sepan hasta dónde alcanza.
Y así por el estilo, más lo que se acumule en la semana...
El problema es que el autónomo ¨paquidermo judicial¨ es un elefante muy lento y está muy bien alimentado y mal acostumbrado a que lo con$ientan en el circo de dos y hasta tres pistas bajo la carpa, digo, en la Corte.
Afortunadamente de este lado del incompleto muro, en México, pronto saldrá a la luz para todos la Nueva Cartilla Moral, según reveló temprano por la mañana ya saben quien. Ojalá no sólo se lea, sino que las mismas autoridades se guíen por buenos principios morales en su práctica política, como exigen de los ciudadanos. Ya no se vale el doble juego de aparentar el ¨Fair Play¨ y actuar sin verdadera ética en la política y en la vida. Al menos, eso es lo que se espera para que este país mejore.
(noviembre-2020)