Elecciones en EUA

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Elecciones en EUA

Lunes, 09 Noviembre 2020 00:16 Escrito por 
Gilda Montaño Gilda Montaño Con singular alegría

A mí me gusta la sonrisa de Biden. Me gusta la forma grata y amable de comunicarse. Sé de sobra, que será mucho muy difícil entablar una buena relación con su país de abajo: México. Y lo presiento porque en el tiempo de Obama, hubo muchos migrantes que fueron rechazados.

Pero, me gusta la sonrisa de Biden. Le creo. Y además, creo en el sufrimiento de un ser humano que de sopetón y sin previo aviso, perdió un día de navidad a su esposa y a un hijo, al mes de ser nombrado el más joven senador de Norteamérica.

Creo en la sonrisa de Biden, porque me recordó que un día de tanto sufrimiento creyó que era conveniente mejor morirse. Pero resistió porque tenía a unos hijos que crear y que criar.

Creo en la transparencia de sus ojos, porque solo alguien que tiene un hijo con cáncer terminal, puede saber de la lucha que representa tener también ahora a millones de seres enfermos y debe, a como dé lugar, luchar por sus vidas, como lo hizo con su hijo.

Me gusta la actitud de su esposa. De bajo nivel, aplaudidora y llena de ganas de darle la mano, sin ningún aspaviento de sorpresa. Y además de todo, si yo creo o no, a nadie le importa un comino. Pero sí a millones de americanos que votaron por él, y a la otra mitad a la que él les está solicitando mucha unidad y apoyo, de manera amable y no con gritos, rabietas y sombrerazos.

Contrario al presidente Trump, que en días pasados dio una muy corta conferencia, en donde se proclamaba el ganador. Con una actitud intransigente a mi parecer, peleando como acostumbra, con la cara triste, y agachado, entró y así salió. Tachó las elecciones del pasado 3 de noviembre, como un proceso corrupto, de diversas irregularidades en los comicios, que hasta el momento decidieron que su contrincante fuera el absoluto ganador.

Con una actitud de reclamo, señaló que iría a las cortes. Son las que determinarán el caso, dijo. Hay votos falsos, añadió. Además de acusar sin pruebas, dijo que es fraude el voto adelantado. Se presentó tranquilo. Muy probablemente tratando de arrebatar, a como dé lugar, la victoria que, hasta el momento, no tiene.

Pero las cadenas de televisión, no lo siguieron hasta el final. Las más importantes, cuando él habló de fraude, lo cortaron de inmediato. Todas estaban muy pendientes, y todas, por primera vez en su vida, cuando habló de fraude, lo cortaron ipso-facto. Ese día intuyeron que fue Biden el que le ganó. Dijo de nuevo que se irá a los tribunales. Por ahora sigue siendo el presidente de la república más importante de todo el mundo. Cree que puede hacer y deshacer, como le dé la gana. Como siempre.

Gobernar con la mitad del país en contra, es verdaderamente difícil. Una proeza para quien sea el próximo presidente. Uno con su habitual impaciencia y muy extraña manera de ejercer el poder, y otro conciliador, con una espléndida sonrisa que le acerca a la gente que lo votó. Que lo quiere.

Y México muy atento, pero con un grande muro en medio. Y esperanzado en que le tengan un grande y fuerte respeto, ya que Kamala Harris, la vicepresidenta electa, es ciudadana norteamericana desde 1964, y ha trabajado para los inmigrantes indocumentados.

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Gilda Montaño

Con singular alegría