Ante el anuncio del presidente Andrés López Obrador de haber resultado positivo al Covid-19, se informó que será la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, la encargada de continuar informando al pueblo de México todas las mañanas mientras se recupera.
La secretaria en su presentación, señaló que el presidente presenta síntomas leves de la enfermedad y que desde su confinamiento continuará con las labores que le corresponden al frente del país.
No obstante, ante los problemas más graves que se presentan en la actualidad resulta pertinente preguntar: ¿cuál es el beneficio que se obtiene al escuchar al tabasqueño todos los días? ¿Qué obtiene el pueblo del mensaje que da ante los medios de comunicación?.
Hacer uso de la tribuna más importante del país obliga a los medios a repetir durante todo el día los temas que se abordan ahí; muchos de los cuales no revisten mayor importancia, peor aún así, entre dichos, chistes, insultos y señalamientos se gasta ese valioso tiempo que bien invertido sería de mejor provecho para los mexicanos.
Presume Sánchez Cordero que se informa, ¿en verdad?
Después de dos años de gobierno el uso de ese espacio mediático ha impuesto tan sólo una marca personal del mandatario, misma que le sirve y mucho, para hacer creer que ejerce sus funciones, pero no es en sí esa la ruta; su sobre exposición va encaminada a colocarse en el ánimo de la gente con su presencia, no para resolver o informar.
A quien sí le sirve y bastante bien, es al tabasqueño y a los intereses de su grupo que conforman lo que llaman la 4t. Las elecciones que se avecinan para junio del presente año lo dejan más que claro; es una verdadera pena ver cómo todo se politiza cuando en estos momentos se tendría que privilegiar la estrategia de la salud. Proteger al cuerpo médico, ampliar espacios hospitalarios para atender de manera frontal la pandemia, privilegiar a los estudiantes de medicina mexicanos, vacunar primordialmente a quienes se encuentran al frente de la batalla.
Pero eso es únicamente un principio imperativo que exige el momento que se está viviendo, porque habría que imponer las bases para una recuperación económica ágil y dinámica de acuerdo a las circunstancias. Es ahí en donde se descubre el dolor de cabeza para este gobierno. Con la visión que tiene López Obrador al respecto; se resume en no brindar apoyo a los empresarios. Cierra las puertas con el pretexto de no querer endeudar al país, a pesar de que lo esté haciendo de antemano.
Para una gran parte de la prensa y de la sociedad, las cifras que se ofrecen respecto de la pandemia no son las reales, por eso siempre marcan esa diferencia al señalar: en las cifras oficiales…; aún así ya se rebasaron las 150 mil muertes con motivo del coronavirus, pero además, la violencia y la inseguridad no ceden a pesar de que las cifras que ofrece el gobierno dicen lo contrario, porque para su desgracia ya no son creíbles, sobre todo cuando no se conoce de alguna estrategia que haga presumir que se apegan a la realidad.
Las mañaneras no representa algún provecho, más que al gobierno y a los interesados por competir bajo el color marrón para alcanzar un escaño de los muchos que estarán en disputa para vivir del presupuesto público. Mientras tanto; el grueso de la población sufre el embate de la pandemia, enfrentando las muertes de familiares, amigos, conocidos y vecinos; y por si fuera poco, la escasez de medicamentos, de oxigeno y sus elevados precios.
Ante estas circunstancias, es lógico suponer que el gobierno debería dirigir todo esfuerzo posible en contener el contagio del COVID-19, para evitar más muertes, así como apoyar a las empresas y ciudadanos que se han visto afectados por la inactividad económica, y que tienen que elegir entre morir por la enfermedad o morir de hambre.
¿Cómo se puede aceptar que estando las cosas como están, los proyectos de la administración federal: el aeropuerto de Santa Lucía, Dos Bocas, y Tren Maya, continúen por encima de la salud?
La reunión virtual que sostuvieron los mandatarios de Estados Unidos, Canadá y México debió haber sido la más importante de todas, pero parece que de este lado no se entiende esta importante condición. ¿A qué le apuesta el presidente Lopez Obrador?
Y mientras no parece haber tenido la mayor importancia para el mandatario la reunión con los líderes de la zona comercial, por otro lado informó que habló con Vladimir Putin, presidente ruso, por el interés de la vacuna Sputnik V, la cuál aún no cuenta con la certificación necesaria, pero se dio tiempo y voluntad para invitarlo a México, y ¿cuándo invitará a Joe Biden o a Justin Trudeau?
La política exterior no es precisamente lo que mejor maneja la administración lopezobradorista, Rocío Nahle y las reuniones virtuales en las que ha participado el presidente lo han dejado más que claro. Para la 4t es mejor coquetear con China y Rusia que fortalecer la sociedad productiva con quien compartimos mercado y vecindad.
Es grave que tanto los medios de comunicación como la sociedad se hayan ido acostumbrando a la cantidad de mentiras que se recitan desde Palacio Nacional. El tiempo que se dedica a las mañaneras garantizan el distractor conveniente para formar cortinas de humo, y para repartir atole, actividad que ahora se encarga a la secretaria de Gobernación, que dicho sea de paso, ni siquiera está enterada en dónde convalece el presidente.
Por cierto, no se puede saber si en verdad López Obrador se encuentra o no infectado por el COVID-19, han sido tantas las mentiras que se le han contado, que es natural dudar que sea cierto, lo que sí es evidente, es que sus apariciones mañaneras no han logrado ningún cambio importante en beneficio del pueblo de México.