3 son los enemigos actuales del sindicalismo, el primero la política laboral-colectiva del gobierno de la república, segundo la pandemia por la que estamos atravesando y, la dirección en el 99% de los sindicatos ejercida por dirigentes despolitizados, corruptos y hasta faltos de sentido común, esto solo por señalar algunas de las características en los perfiles de quienes llevan enquistados al frente de las organizaciones de los trabajadores incluso hasta décadas.
El escenario para los trabajadores y la defensa de sus derechos e intereses no es muy alentador, esto aunque nos digan que la reforma laboral negociada por Enrique Peña Nieto y avalada por el entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador, es un cambio de paradigma a favor de la clase trabajadora, reforma materializada primero en el apartado laboral del T-MEC (Tratado México, Estados Unidos y Canadá) y después en la Ley Federal del Trabajo.
Desde la hiperdemocratización de la vida interna en los sindicatos, los trabajadores mostraron su clara debilidad: falta de organización y de herramientas para evaluar los alcances reales de los cambios al mundo del trabajo, complicación que hoy se conjuga con la cruda realidad de una economía mundial quebrada a la que se enfrentan, versus sus deseos más que intereses o deseos laborales.
Leía hace unos días en redes sociales, los comentarios que se hacían sobre una publicación en la que se menciona el emplazamiento a huelga del STUACh (Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma Chapingo) a dicha universidad, esto con miras a la revisión del contenido de su Contrato Colectivo de Trabajo, comentarios en su mayoría satanizando al “inconsciente” sindicato que en plena pandemia no tenía llenadera y pretendía nuevamente paralizar a esta institución educativa, circunstancia muy común en estos momentos en muchas fuentes de empleo con sindicatos de trabajadores.
Es importante hacer 2 aclaraciones, una, que el emplazamiento a huelga no implica necesariamente estallamiento de ésta y, que para negociar el contenido de cualquier contrato colectivo, ya sea de manera amplia o solo en lo relativo al salario, la Ley Federal del Trabajo exige que previamente se haya emplazado al patrón a huelga, con lo que podemos decir que no existe inconsciencia de parte de los sindicatos que están emplazando a huelga para esos efectos, simplemente así lo exige la ley.
La principal problemática a la que se enfrentan los sindicatos y los trabajadores, es definir en plena pandemia el alcance real de sus demandas y la pertinencia de estallar una huelga en medio de una economía quebrada, algo para lo que no se han preparado, ni han hecho algún análisis serio, ese es el verdadero demonio que tienen enfrente, que los puede llevar en medio de decisiones acertadas a continuar con su fuente de trabajo sin perder derechos ganados y en caso de cometer un error, incluso al cierre de sus fuentes de empleo.
Otro elemento que no podemos pasar por alto es que muchos patrones, aprovechando la situación que estamos viviendo, buscan modificar y hasta terminar con los Contratos Colectivos de Trabajo, aquí la gran pregunta es si los trabajadores cuentan con lo necesario para evitar la estrategia patronal, con la amenaza de que de no ceder, mucha de la mano de obra a su cargo será lanzada a la calle irremediablemente, lo que es parcialmente cierto, pero también parcialmente falso, así es que la situación que vivimos debe encontrar un justo medio en ambas posiciones, sin el sometimiento de alguna de las partes a la otra, ya que lo cierto es que la materia de trabajo en la gran mayoría de casos subsiste y subsistirá durante los siguientes meses, pero para eso se requiere de verdadero oficio político, económico y social de los actuales dirigentes de los trabajadores, ¿lo tendrán?
Adendum:
Agradezco los comentarios del Diputado Local Gabriel Gutiérrez Cureño de la bancada de Morena en el Congreso Mexiquense sobre mi anterior entrega; en efecto, como el lo señala, de ninguna manera podemos decir que toda su bancada aprobó de manera unánime el presupuesto de egresos para este año y el endeudamiento solicitado por el gobernador, pues hubo 3 o 4 votos en contra, pienso motivados por las dudas en los objetivos reales de la negociación planteada por su servidor y como lo señalo en mi anterior colaboración, considero a título personal que un grupo político al interior de este partido político será el que se beneficiará con los intercambios de esa negociación, beneficios que en mucho se materializarán en el proceso electoral, algo que como también lo dije, no lo puedo probar, aunque lo cierto es que la hipótesis parece explicar mucho de lo ocurrido y lo que ocurrirá.