Ha concluido una jornada electoral que según los expertos es ejemplar por la cantidad de votantes y la tranquilidad en la que transcurrió.
Desafortunadamente las redes sociales mostraron una serie de acciones que expusieron la violencia que se acostumbra en algunas regiones del país y otras en las que ésta violencia es nueva pero no menos vergonzosa.
Es lógico que en los lugares donde el crimen predomina sobre la autoridad, las elecciones fueron dirigidas o no se realizaron, ejemplo: algunas zonas de Michoacán, pero también sucedió, con mucha extrañeza, en lugares que se suponen con paz social, se dieron casos de incivilidad, claro ejemplo de que la lucha por el poder no tiene límites.
En específico, me refiero al municipio de Metepec, limítrofe con la capital del Estado de México y que se ha convertido en un centro de comercio y habitación de gran nivel, en este municipio donde radican muchos ciudadanos de clase media y alta, en donde se supone que la civilidad es baluarte de todos los días, se dio uno de los casos más vergonzosos de violencia. En una casilla ubicada en la unidad habitacional Lázaro Cárdenas a unas cuantas cuadras del centro de Metepec, así como de zonas comerciales y habitacionales de alta economía, en este lugar se presentó un grupo de individuos que agredió a los ciudadanos, quienes esperaban para votar, así como a los funcionarios de casilla, además, destruyeron el material electoral del lugar, todo esto con un gran nivel de violencia y sin explicación alguna.
Yo me pregunto, estimados lectores, ¿qué motiva a estos tipos a llegar a ese grado de violencia?, ¿será el fanatismo por un color político, será la necesidad económica y obtener un pago, será un compromiso con algún actor político o solo la necesidad de exhibir su violencia contra la sociedad?
Creo que no hay justificación, irrumpir en una acción de democracia y agredir a quienes de manera pacífica están ejerciendo un derecho ciudadano, no tiene justificación y el castigo debe ser ejemplar, pero más allá de castigar a los autores materiales, debe buscarse y encontrar a quienes los motivaron y dirigieron para cometer estos actos de inmadurez política, nada justifica la versión a inocentes y mucho menos la ambición de poder de uno o varios actores políticos.
No solo en Metepec, en todos los lugares en donde se interrumpió o no se permitió este proceso ciudadano, debe castigarse ejemplarmente, a quienes sin conciencia, utilizaron la violencia para no permitir a la ciudadanía ejercer su derecho al voto.
Y ahora que concluye el proceso electoral y ya hay ganadores, solo nos queda exigir nuestra prerrogativa constitucional a vivir tranquilos y en paz social, me refiero a vivir seguros y con libertad, no olvidemos que la seguridad pública es una obligación de los tres niveles de Gobierno.
Por cierto: se ha declarado el semáforo verde en nuestro Estado, pero la pandemia no ha terminado, el virus sigue ahí y no se ha vacunado al total de la población, seamos conscientes y apliquemos las medidas sanitarias, es cuestión de vida.