En los últimos años, el término seguridad ciudadana ha sido utilizado para definir aquella función de la autoridad en conjunto con la ciudadanía para otorgar paz social. El término Seguridad Pública cambió por el de Seguridad Ciudadana, por ser una función de la autoridad civil y esta es una función de los tres niveles de la autoridad en México, pero también es un derecho humano de los habitantes del mismo.
Hace algunos días el titular del ejecutivo anunció su intención de promover una reforma constitucional y concluir así la intención, que él mismo había negado, de militarizar la seguridad en México, la idea de adscribir a la guardia nacional al ejército, constituye la promesa no cumplida.
La opinión pública, en general, se manifiesta en contra de la militarización de la seguridad pública y los expertos han expuesto de manera exhaustiva los motivos para que el ejército regrese a los cuarteles y la seguridad siga siendo un tema de la autoridad civil.
Históricamente el ejército ha tenido una función castrense, han sido preparados para mantener la seguridad nacional, eso es repeler las agresiones externas y apoyar en otras actividades que den tranquilidad a la ciudadanía, pero no están preparados para ejercer la delicada actividad de la seguridad ciudadana. Desafortunadamente ya se ha demostrado, en los hechos, que no se tiene la capacidad de tomar decisiones en los momentos más drásticos y también desafortunadamente estas acciones han provocado la anarquía y la falta de respeto de grupos sociales a la investidura del ejército y de la guardia nacional ya que grupos de supuestos ciudadanos los enfrentan para proteger a los delincuentes y en ese momento no saben qué hacer. Han llegado a desarmarlos y privarlos de la libertad.
Los ataques de la delincuencia organizada son irrespetuosos y desafiantes, aquella idea de los enfrentamientos entre grupos delincuenciales quedó atrás, ahora el blanco es el ciudadano común, el extorsionar, aterrorizar, lesionar y matar es el objetivo y las políticas públicas de seguridad en nuestro país se quedaron pequeñas. Con dar un vistazo a las noticias en los últimos meses nos damos cuenta de la urgencia de la actuación firme y decidida que la autoridad federal debe tomar en este tema.
Ahora si hay que preocuparse y cuidarse, estimados lectores, por que si a algún grupo de la delincuencia organizada se le ocurre “CALENTAR LA PLAZA” habrá que escondernos para no ser victimas de sus ataques.
Concluyendo, hasta el momento las políticas en materia de seguridad no han funcionado y la militarización de la guardia nacional será un error.
Por cierto: ya inicio y con fuerza la temporada de huracanes, pero no entendemos que la actividad de vacacionar en puertos y playas es peligrosa, si viajamos a estos lugares hagamos caso de las indicaciones de la autoridad.