El semáforo sanitario del Covid-19 falló. Con una narrativa que no corresponde a los hechos, quedó claro que la semiótica cromática, estuvo al servicio del poder -cuándo no-. Recientemente, no hubo matices que dieran color a la confianza en la apertura de las actividades. Confiados en que se había movido el semáforo sanitario, en gran parte de los estados del país, la gente se sintió libre del uso del cubrebocas, gel antibacterial y la sana distancia, puesto que el regreso presencial a clases, la apertura laxa de restaurantes y centros de recreación mandaban un mensaje en este sentido.
Aunado a lo anterior, la decisión ciudadana de salir a votar el 6 de junio, ciertos de estar en semáforo verde o amarillo, en la mayor parte del país, la semana pasada empezó a incrementarse el número de contagios.
La narrativa de los colores del semáforo, el regreso presencial a clases y la suspensión de las conferencias vespertinas del Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, coincidieron con el incremento de los contagios.
Mientras tanto, el gobierno de la CDMX, ha seguido con dolores de cabeza producidos por las reflexiones y diagnóstico sobre lo ocurrido en Tláhuac con la línea 12, cuyo desplome del puente entre las estaciones de Olivos y Tezonco, ya forman parte de la historia de los desastres vividos por los capitalinos.
Entre la narrativa de los colores y la discusión de los funcionarios de alto nivel involucrados en el hecho fatal, más mexicanos mueren. Qué tal si para variar, la verdad y la responsabilidad se simbolizan con el color de la transparencia y dejamos el circo a un lado.
Después de las elecciones del 6 de junio, la carrera presidencial por el 2024 dio inicio, al tiempo que el riesgo de someternos a un semáforo caído en el desgaste y la mentira, sólo representa una amenaza más para la población. Las calles se llenaron. No hay ningún tipo de cuidado.
Presidente, las reglas y los símbolos no pueden ser nada más para los que se van en la ola crédula que impulsa su liderazgo. Está en juego la vida de los mexicanos. Los contagios ya están aquí.