¿Es verdad que puede causarle más miedo al presidente Andrés López Obrador lo que le pueda decir una legisladora que lo que le pueda significar cualquier mala palabra que se atreva a decir en contra del crimen organizado?.
La Senadora Lilly Téllez anunció que al momento de presentarse el presidente a la Cámara para hacer entrega de la medalla Belisario Domínguez, ceremonia a la cual el mandatario ya había confirmado su asistencia, por medio de su cuenta de Twitter que le haría frente, al señalar:“el violador serial de la Constitución: el señor presidente López Obrador vendrá al Senado la próxima semana, es preciso hacerle frente”.
¿Cómo lo haría? No hubo más, únicamente lo referido en su mensaje.
Ante el anuncio de la Senadora, el mandatario reculó, y declaró durante la mañanera; “que aclaro, tiene todo su derecho a manifestarse y a expresarse, pero yo también no puedo exponer la investidura presidencial y no voy a ir a que se me falte al respeto y se haga un escándalo, imagínense, pero que necesidad”.
Ante esta declaración los obedientes bots no se hicieron esperar, los ataques en contra de Lilly fueron una constante, incluso recibió una amenaza en contra de su menor hijo, pero no fue todo, Senadoras de Morena se le fueron con todo, mostrando su nula empatía por las amenazas y apoyando fervientemente a su líder.
¿Es la investidura, en verdad?
El equipo del mandatario conoce muy bien cuál es su trabajo, lo ha demostrado porque le da resultados y lo seguirá haciendo. Para él, todo marcha sobre ruedas. ¿Quién habla del reciente escándalo de los Pandora papers?. solo duró unas cuantas horas la noticia.
El presidente expone la investidura presidencial como pretexto para no asistir a la entrega de uno de los reconocimientos más importantes de México, el cual, se lo entregaría a la maestra Ifigenia Martínez, a la que le envió una emotiva carta con sus disculpas, anunciando que en su representación asistiría el Secretario de Gobernación, Adan Augusto López.
Al presumir en su emotiva misiva a la maestra, que en caso de asistir se enfrentaría a una situación bochornosa, porque cuando se trata de protestas de mujeres se tiene que ser más respetuoso, …”no es Andrés Manuel, es la investidura presidencial y tiene que haber respeto”, remató
Bueno, pues esa investidura, la que el tabasqueño no quiere poner en riesgo por lo que le puedan reclamar en la Congreso sus opositores; a los que todos lo días y cada que quiere los, injuria, ofende, amenaza. La misma que sin embargo, es el propio mandatario que trae por los suelos, y que lleva de paseo a Badiraguato, esa es la que no quiere exponer.
Es en lo que se enfoca el tabasqueño, en todo y en nada. En todo lo que pueda distraer, porque pone a todo el mundo hablar de la Senadora Téllez, de las amenazas y de cualquier otra cosa que coloque en la agenda, pero nada de los escándalos, como los Pandora papers, sus hermanos, las casas de Bartlett, la línea 12 del Metro, o de los problemas que no tiene para cuando atender: la inseguridad, la economía, la pandemia.
Ahora, los ojos de propios y extraños se encuentran encima de la reforma. Su reforma; que promete un retroceso brutal para México, y hará lo que sea, para sacarla adelante, con amenazas de por medio incluso.
El impresentable de Manuel Bartlett debe estar frotandose las manos, le llegará, en caso de doblar a quien tenga que doblar el mandatario, su regalo de reyes.
De poder conseguir los votos que necesita, ganará con su reforma. Pero en caso de no conseguirlos, de todos modos gana, porque provocará una ruptura del PRI, con el PAN y el PRD que se sentirán traicionados en el pacto Va por México. Divide y vencerás.
Mientras tanto, López continuará en sus mañaneras acusando y señalando desde la comodidad de su tribuna, provocando enfrentamientos, victimizándose para seguir controlándolo todo. Aunque a decir verdad, ya no tiene la misma fuerza como cuando opositor desequilibraba al gobierno en turno con sus declaraciones y acusaciones, el tiempo cobra su factura, él lo sabe.
Es por lo anterior que desde el 2006 quería la presidencia, para llevar a cabo su plan, el que hoy está en marcha, pero que no cuenta con tiempo extra, por eso, acusa al expresidente Felipe Calderón que le cometió fraude, porque adivina, muy dentro en la profundidad de su pensamiento, que enfrenta una batalla, la más difícil de conquistar. El tiempo.
Hoy: López Obrador se presenta como una persona cansada, los años le dieron alcance y a pesar de que no ha cumplido con anunciar su estado de salud, son muchas las ocasiones en las que se le descubre en su rostro la fatiga, el cansancio, no está del todo bien, es lo que le pesa, porque en verdad cree que su figura es la de un héroe, a veces mal comprendido, pero siente que está construyendo una historia similar a la de Benito Juárez. Así se ve y así seguirá viéndose.
Sin embargo, ese valor que presentaba como cuando candidato, lo ha perdido, ahora se arropa en el poder, el cual usa para hacer valer sus caprichos, porque su palabra ya no convence, no logra inyectar el ánimo que tenia hace poco.
Lo que llaman locura del mandatario, es una estrategia bien pensada para distraer de los temas que deberían ser importantes. Continuarán los pretextos y todos seguirán hablando de ellos.