Se ha cumplido la mitad del pésimo sexenio de Andrés Manuel López Obrador, los resultados negativos hablan por sí solos, la ineficiencia, la ineficacia, las mentiras, son los factores han salido a flote en el régimen del tabasqueño que no ha sabido ni podido gobernar a los más de 125 millones de mexicanos.
Recordemos que el sexenio de López Obrador concluirá el 31 de octubre de 2024.
Con sus cotidianos distractores (sus nefastas conferencias mañaneras), el inquilino del “austero” Palacio Nacional en el que vive como virrey, que utiliza con sus permanentes ocurrencias para atacar a todos sus adversarios (más de 80 millones de mexicanos) y lo que se le ocurre, mientras que sus incondicionales, (los aduladores legisladores federales morenistas, al igual que sus rémoras y petistas y verdes), le han aprobado sin quitarle ni una coma sus nefastas y perversas iniciativas que fastidiarán permanentemente a una nación completa.
Este gobierno fallido, no ha logrado obtener un crecimiento económico ni desarrollo social en tres años; ni en el resto del sexenio, el despedazamiento de decenas de programas sociales al inicio de su mandato por autoritarismo y capricho, característica innegable de López Obrador, acabaron con la esperanza de millones de mexicanos que eran beneficiados, fueron el detonante para que su régimen dejara de dotar de miles de medicamentos a niños con cáncer y mujeres con cáncer de mama, desapareció las guarderías acabó con el Seguro Popular, con las guarderías, con los fideicomisos y una lista interminable de programas.
A López Obrador lo único que le interesa es ser alabado, sigue sintiéndose el mesías y mantenerse en el poder, cree que engaña a todos los mexicanos con sus ataques a los neoliberales a los que acusa hasta de los problemas que le atañen a él y a su ineficiente régimen. Sus constantes mentiras y falsas acusaciones son el pan de cada día.
Es preciso citar que sus “magnas obras” como el gansopuerto Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas, el Tren Maya y el multimillonario rescate de Pemex, no servirán para que el crecimiento económico, ni social de nuestra república, serán malas inversiones y gastos fútiles que también forman parte de un pésimo diseño de políticas públicas.
Los testimonios son reales, López Obrador con su mente populista otorga dádivas clientelares a millones de marginados para que sufraguen por su deplorable cuarta deformación y su partido Morena, que está en manos de su títere Mario Delgado que en sus pueriles spots televisivos repite lo que su jefe López Obrador: la corrupción ya se acabó cuando la realidad es lo contrario.
Para muestra un botón: en su edición de esta semana, la revista Proceso publica que los programas sociales del actual gobierno se han convertido en objeto de investigaciones por el factor que López Obrador atacó a los anteriores gobiernos: la corrupción, que sigue a la alza.
Simplemente, hasta septiembre pasado la Secretaría de la Función Pública (SFP) tenía 4 mil 583 denuncias contra funcionarios de la Secretaría de Bienestar (Sebien), los coordinadores estatales o “superdelegados” y empleados públicos o llamados “servidores de la Nación”.
Por su parte, la Auditoría Superior de la Federación observó irregularidades y promociones de responsabilidad en el ejercicio fiscal 2019,que representan ilegalidades y fallas estructurales en el cumplimiento de las disposiciones de ley, como un padrón único, la operación de los llamados “servidores de la Nación” y un boquete financiero de casi 900 millones de pesos que no ha sido solventado.
Así pues, López Obrador niega cualquier acto de corrupción en su gobierno porque esas prácticas eran -exclusivamente- de las administraciones neoliberales, porque en la 4t no tienen cabida.
Declaraciones sin sustento de tabasqueño, quien cree que por decreto o porque él lo declara, la corrupción se abatió en nuestra república, cuando las denuncias y los hechos sostienen lo contrario ¡Ver para creer!
PAÍSES DE AMÉRCIA LATINA NOCUENTAN CON PROGRAMAS DE EMERGENCIA: CÉSAR JIMÉNEZ.
Severas inconformidades de los ciudadanos de América Latina por las políticas públicas implementadas por de los diferentes regímenes crecen todos los días por lo que son importantes analizarlas, sin perder de vista, cuál es la situación geopolítica, social de nuestro continente antes de la pandemia covid-19, aseguró el maestro en Derechos Humanos César Jiménez Castellanos, en su participación en el panel “El covid-19 como agente catalizador en las democracias de América Latina”.
Expresó que joven jurista que la inconformidad social en nuestra región no la podemos perder de vista porque ya sufrió una severa transición en cuanto a regímenes políticos, tampoco podemos dejar de mencionar la polémica transición de poderes en Estados Unidos que puso en duda la viabilidad de la democracia para América.
Prosiguió y expresó que en los países de primer mundo existe una severa inconformidad de los ciudadanos en cuanto a las leyes aprobadas, a los programas sociales, a los estímulos fiscales que otorgan los gobiernos y no se diga en sus instituciones democráticas, así como en sus mecanismos de gobernabilidad, las políticas públicas han fallado es por ello que la inconformidad social está a la vista en la región latinoamericana.
“Antes de la pandemia América Latina ya sufría una severa transición de poderes, el caso de Bolivia es importante debido a que tuvo severos movimientos e inconformidades sociales muy graves, no olvidemos que es uno de los países de América que crece más económicamente en América, de acuerdo a dato del Banco Mundial, que tuvo como consecuencia el exilio del expresidente Evo Morales”.
Jiménez Castellanos, señaló que la refundación de Chile con una nueva Constitución marca el fin de una era de la “Doctrina del Shock”, al referirse a la forma en que se hicieron patentes las reformas neoliberales en Sudamérica; de igual manera, el cambio de gobierno en Argentina marcó un retroceso de un gobierno gerencial o de los directivos de empresas privadas incursionando en el ámbito político.
Se refirió a la región de América Latina de la que manifestó: “en la región ya vivíamos cambios sustanciales antes de la pandemia que define la dirección de la economía, la agenda de los gobiernos cambiaron, porque se dieron por una inconformidad ciudadana por los modelos económicos que en el Centro solamente se dedicaban a atender al capital como prioridad y no a los ciudadanos”.
Reiteró que la inconformidad social se convirtió en un tsunami por la falta de insumos médicos, por un acaparamiento de las macro empresas que han encarecido los medicamentos en América y en todo el planeta y han tenido ganancias multimillonarias. La inconformidad fue transversal y también se dio por la falta de alimentación a la población por parte de los regímenes en turno que le fallaron a sus ciudadanos.
Respecto al covid-19 manifestó que ha cobrado la vida de más de dos millones 500 mil personas en América, los principales países con cientos de miles de muertos son México, Brasil y Estados Unidos.
Agregó César Jiménez Castellanos que en México y Brasil, en es donde sus habitantes se contagian más rápido por la falta de programas de previsión de salud, dijo que la economía tardará una década en recuperarse en los países de América Latina.
La pandemia nos vino a demostrar a los países de América Latina que los gobiernos en turno no cuentan con programas emergentes para enfermedades de esta índole, concluyó el joven maestro César Jiménez Castellanos.
