Todo parece indicar que los días del Instituto Electoral (INE) se encuentran contados, porque al presidente Andrés Manuel López Obrador no le gusta. En dos ocasiones no le dieron el triunfo perdiendo con Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto
El presidente López Obrador no recuerda que, en la derrota ante Calderón, en un mitin en el Monumento a la Revolución, mandó “al diablo” a las instituciones y entre ellas al INE. Ha señalado públicamente en sus “mañaneras” que los consejeros, empezando por su presidente Lorenzo Córdova Vianello, no son demócratas sino que responden a los intereses de los “Liberales “.
Ante ello, y en lo que parece pura venganza, quiere cambiar a todos los consejeros por que no responden a la iniciativa del pueblo. El primer paso fue la reducción del presupuesto a 15 mil millones de pesos y ha señalado que “se rebajen el sueldo, ganan más que el Presidente”.
Por otro lado, en el tema de la consulta de la revocación de mandato, que representa un movimiento equiparable a una elección presidencial, se requiere un gasto de 3 mil 800 millones de pesos, puesto que es necesario imprimir boletas, urnas y preparar a los funcionarios de casilla. Pero existe un pequeño problema para el señor López que dice, actúa con apego a la ley y no viola ni un ápice de la Constitución.
En la Carta Magna se señala que los cargos de elección popular son irrenunciables, si el pueblo lo manda a su finca “La Chingada”, en Palenque, no puede hacerlo, aun cuando el pueblo de México lo repudiara, lo cual es muy difícil.
El costo de la consulta será dinero tirado a la basura porque no representará nada sino solamente el “ego” del Presidente y un arma más para decir que el INE no funciona. ¿Usted que dice?