¿Quién trajo a la obesidad a nuestra vida?

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Publicado en Opinión

¿Quién trajo a la obesidad a nuestra vida?

Viernes, 26 Noviembre 2021 01:16 Escrito por 
Noemí Muñoz Noemí Muñoz Ganando espacios

Sin duda desde que empezó la pandemia de COVID se pusieron en la mesa otras pandemias que llevan mucho tiempo entre nosotros: la diabetes y la obesidad.

Dadas las circunstancias de la cuarentena todos paramos actividades. No salimos a parques, todos nuestros movimientos se centraban en estar en casa. Muchos tuvieron la oportunidad de cambiar sus hábitos. Hicieron ejercicio, se alimentaron mejor, incluso meditaron.

Otros tantos perdieron el hilo de la normalidad. Muchos niños, adolescentes y adultos delegaron sus rutinas a pocas cosas: comer, mirar el teléfono y dormir.

Esto aseveró las pandemias que ya mencioné. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social la obesidad creció 60%, un número inimaginable, el sedentarismo por COVID impactó a todos.

Célida Duque Molina, directora de Prestaciones Médicas del IMSS informó que siete de cada diez mexicanos no está en su peso ideal, lo cual encamina a todos ellos hacia la obesidad, diabetes, hipertensión, etc.

En nuestro país las instituciones de salud pública IMSS, ISSSTE, ISSEMYM han instaurado diferentes medidas de prevención para hacer hincapié en la importancia de llevar una vida sana, no solo para no tener fallas cardíacas, también para no ser una estadística más ante el COVID.

Sin embargo, estar gordito se está normalizando e incluso romantizando. Con esto me refiero a que a la par de la difusión de campañas contra la diabetes, obesidad y sobrepeso, también se populariza “aceptar tu cuerpo” y disfrutar la vida.

Cuántas veces no hemos escuchado “mejor ser gordito feliz”. Es decir, nuestra idiosincrasia alaba el sobrepeso como muestra de “comer bien” de estar bien.

Así que vivimos en una contraposición de ideas. Por un lado, los médicos recomiendan que debemos estar a régimen para estar sanos y vivir más y por otro lado, “nos damos un gusto” o “al rato no ceno” o “el lunes me inscribo al gimnasio”.

¿Pero de dónde viene este problema? No sólo es que se padezca obesidad por comer mucho, también nuestros hábitos alimenticios han cambiado y permanecemos más sentados o acostados que en movimiento. Es cierto, la comida chatarra tiene 20% de culpa de este proceso, pero también la inamovilidad, ya no hacemos nada, evitamos bailar, a menos que sea un TikTok de 30 segundos.

Hemos escuchado incluso que personas que van al gimnasio de pronto mueren. Entonces ¿qué está pasando? Sedentarismo. Alimentación a base de galletas, refrescos, proteínas de dudosa procedencia alentadas por influencers.

Es grave. La obesidad y el sobrepeso indican descuido en la forma de comer, pero también en la forma de actuar. Ya no nos preocupa respirar el aire, salir a caminar, aprovechar el día, hacer otras cosas que no sea observar un monitor ya sea de un celular o de un televisor.

Y todo aquel que está esclavizado por un dispositivo requiere de una botana, así que una cosa lleva a la otra.

Como todo, las acciones preventivas de los sistemas de salud no sirven de nada porque no vienen de dentro: la familia. ¿Qué estamos haciendo por nuestros hijos? ¿Cómo les estamos enseñando a comer, a jugar, a convivir? ¿Qué clase de seres humanos estamos creando? Al parecer personas llenas de comorbilidades a punto de estallarles en cualquier momento y todo porque nadie quiere moverse.

 

Noemí Muñoz Cantú

Directora de la Revista Ganando Espacios

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