Hoy durante todo el día una palabra ha rondado por mi mente: inocente, la escribo así con negritas, porque pareciera que el Día de los Santos Inocentes todo se reduce a bromas de mal gusto, algunas de plano sin gracia que pretenden burlar a los demás, abusando de su candidez, distracción y falta de atención.
El origen de esta fecha se remonta a los primeros años de la Era Cristiana cuando se dice que Herodes I el Grande – quien de plano tenía una fama de paranoico y déspota abusivo - dio la orden de exterminar a cualquier niño menor de 2 años con la intención de asesinar al pequeño Mesías recién nacido señalado por las profecías.
Cabe mencionar que ninguno de los historiadores de aquella época habla de este hecho; sin embargo, el carácter de Herodes tal como fue descrito por Josefo como un ser patológicamente celoso del poder, y quien mandó asesinar a varios de sus familiares, ya que sospechaba que intentaban suplantarlo, por lo cual no resulta del todo ajeno a la posibilidad de esta atroz decisión.
No existe documentación que respalde o niegue la historicidad de tan terrible hecho, más allá de las argumentaciones esgrimidas por cada uno de los que sobre él opinen; sin embargo, es parte de las tradiciones dentro de la Iglesia Católica conmemorar este trágico evento, el cual se ha deformado convirtiéndose en un festejo en el que se abusa de la “inocencia” o distracción de los otros para jugarle bromas que incluyen desde la payasada hasta el abuso de confianza amparado en el ya clásico: “Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se debe confiar…”
Tristemente nos gusta reproducir frases tales como “El que no tranza, no avanza”, “Camarón que se duerme se lo lleva la corriente” y “El que se fue a la Villa perdió su silla”, olvidando en que cada acto de corrupción y abuso de los que somos partícipes o cómplices desencadenamos una sucesión de eventos que tarde o temprano terminan por alcanzarnos, es entonces cuando nos damos tiempo de preguntar: ¿Por qué me pasan estas cosas? Sin que de verdad deseemos conocer la respuesta que de antemano sabemos, pero que preferimos ignorar.
Ojalá que durante estas fechas la reflexión y la capacidad de recordar el significado real de las palabras estén presentes. En el caso de la palabra inocente, su definición de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española incluye: libre de culpa, cándido y sin malicia. Sería muy lindo que de vez en cuando pudiéramos ir de esa manera por el mundo, de manera INOCENTE, valorando la vida de un modo distinto, dando a cada persona y a cada cosa su justo valor, sin abusar del otro. Honrando el lugar del que provenimos.
Mientras tanto: ¡vámonos a vivir! Que este día y los que estén por venir cuenten…
@PalomaCuevasR
Paloma Cuevas Ramos Sapiosexual, columnista, escritora y locutora. Corresponsal del programa “A Medios Chiles” de #LaPayolaRadio. Promotora y gestora cultural incansable. Madre y cómplice de sus Tres Mosqueteros. Amante declarada de México, el buen café y la verdad sin anestesia.
