El Estado de México regresa hoy al color amarillo del semáforo epidemiológico, lo que no implicará grandes cambios con relación al verde, pero sí el reconocimiento de que la cuarta ola de contagios. Ahora por la variante Ómicron se ha salido de control y amenaza convertirse en un gran problema de salud pública.
Importante: las clases presenciales seguirán.
Con todo, es cierto que, pese al aumento exponencial de los casos activos, no se han registrado tantas hospitalizaciones y los fallecimientos llevan un ritmo mínimo, eso hay que destacarlo y considerarlo como uno de los logros de la vacunación masiva.
En el curso de este día andaremos rondando los 30 mil casos activos reconocidos por la Secretaría de Salud del Gobierno de México, lo que significa que al menos un número similar de personas se encuentra contagiada con el virus.
Es representativo que el propio gobernador Alfredo Del Mazo Maza haya reconocido en su cuenta de twitter que dio positivo al Covid-19, aunque con síntomas menores y resguardado para evitar contagiar a otras personas.
Por cierto, el mandatario fue muy criticado en redes sociales, porque días antes de que reconociera públicamente que estaba contagiado, había participado en varias actividades públicas. Una, particularmente, con decenas de alumnos de educación básica en donde entregó becas y pronunció un discurso sin cubrebocas. Claro, se ve lámpara en ojo ajeno.
Como en otras ocasiones, el mandatario mexiquense esperó hasta que el gobierno de la Ciudad de México, que encabeza Claudia Sheinbaum, decretó el semáforo amarillo para hacer lo propio. Ambos mandatarios trabajan de manera coordinada en este tema, porque es mucho lo que nos une y no solo en cuestión territorial. Sin embargo, no puede decirse que en la CDMX hayan realizado un buen manejo de la pandemia, pues, por ejemplo, mientras que el sábado el Estado de México cerró con 27 mil 214 casos reconocidos por la Secretaría de Salud federal, la vecina entidad lo hizo con 77 mil 315 y eso que, hay que decirlo, tienen mucho menos habitantes que la entidad mexiquense.
En el Estado de México, hasta el sábado 22 habían muerto 33 mil 276 personas a causa del Covid-19 desde que empezó la pandemia, pero en la Ciudad de México, el número de fallecimientos a consecuencia del virus era casi del doble: 53 mil 173.
Así que ir de la mano con la Ciudad de México en materia epidemiológica no es garantía de que a los mexiquenses nos vaya bien, sobre todo porque Sheinbaum Pardo se ha mostrado renuente a limitar las actividades de sus gobernados y como consecuencia las actividades económicas.
Llama la atención que, al corte del sábado, la Secretaría de Salud registraba 342 mil 148 casos activos en todo el país, con una tasa de incidencia de 263 por cada 100 mil habitantes.
Es curioso, el Estado de México no se encuentra entre los primeros 10 lugares de casos activos por cada 100 mil habitantes, pese a que la cifra que mantiene es la más alta, sólo por debajo de la Ciudad de México. En cambio, si aparecen Baja California Sur, CDMX, Tabasco, Colima, Nayarit, San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila, Querétaro y Yucatán.