Millones de mujeres de todo el orbe, (incluidas las de nuestro país), se manifestarán mañana martes ocho en distintas capitales y ciudades de sus respectivas naciones para seguir luchando por la igualdad, el equilibrio y que sus derechos laborales, humanos y constitucionales no sean violados nunca más.
El Día Internacional de la Mujer quedó instituido, el 8 de marzo de 1980 gracias a la lucha sindical que 129 mujeres ejercieron en la fábrica Cotton de Nueva York, quienes fallecieron en un incendio en dicho edificio, tras declararse en huelga, pero permanecieron en el centro de trabajo. Era el ocho de marzo de 1908.
Es lamentable que en pleno siglo XXI las mujeres sigan siendo objeto de burlas, abuso físico y sexual, sigan tratándolas en algunos países como seres inferiores que no tienen derecho a formar parte de la vida profesional, social y política de naciones primitivas que siguen echando de menos a las mujeres.
Dicho paro laboral pretendía poner fin a la jornada laboral que era de 10 horas, además de recibir un salario a la par del que recibían los hombres que efectuaban las mismas labores. Por supuesto que el efecto fue cerrar la fábrica para desconcentrar a las trabajadoras, pero las que se encontraban adentro de las instalaciones murieron incineradas.
Desde 1908 decenas de mujeres activistas de muchos países han enarbolado la bandera feminista, exigiendo igualdad en todos los derechos que plasman sus constituciones para acabar con el mal trato y darle el lugar que se merecen.
Por supuesto que decenas de miles de mujeres de nuestro país marcharán por las principales avenidas de sus municipios exigiendo justicia por los feminicidios que no han sido aclarados por las respectivas autoridades, ya sea por intransigencia o por el simple hecho de no transparentar los lamentables asesinatos.
Afortunadamente la lucha de las mujeres es diaria, sigue emergiendo de su constante esfuerzo que no claudica, porque avanza con pasos firmes, con exigencias plasmadas en la Carta Magna y las leyes que de ella emanen, buscan justicia, equilibrio, desarrollo, mejores salarios y seguir siendo reconocidas en todos los ámbitos laborales, profesionales y políticos.
Se han compuesto infinidad de canciones en honor a las mujeres en todo el mundo por diferentes compositores, me viene a la mente una estrofa de la canción “Mujeres Divinas” del poeta michoacano Martín Urieta Solano, que por cierto, tuvo mucho éxito: “las horas más hermosas de mi vida, las he pasado a lado de una dama”; “mujeres, oh mujeres tan divinas, no queda otro camino que adorarlas”. Por supuesto que no se equivocó.
Lamentablemente, en nuestro vapuleado país, las cifras de violencia que han sufrido las mujeres son aterradoras, debido a que siete de cada diez mujeres de 15 años o más, han sufrido violencia en cierto momento de su vida y normalmente, el agresor es la pareja de la víctima.
En 2021 en nuestra república se registraron ¡mil cuatro asesinatos de mujeres!, por machismo o misoginia; el 2.6% más que en 2020 que fueron, estos datos reflejan el crecimiento de la inseguridad que padecen las mujeres, por supuesto con una elevada impunidad en la mayoría de los crímenes realizados. En el primer año del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, (2019) se registraron 973 feminicidios, en 2020, 978 asesinatos.
Fue en 2015 en la administración corrupta de Enrique Peña Nieto cuando por primera vez se contabilizaron los crímenes en contra de las mujeres siendo 427 las víctimas.
En este régimen sigue al alza la violencia contra las mujeres en otro tipo de delitos como la violencia familiar, con una cifra récord en mayo del año pasado con 23,909, atribuido al confinamiento por el coronavirus.
Asimismo, las violaciones aumentaron en 28.1% entre 2020 y 2021 con 21 mil 189 casos, otro reflejo del machismo galopante. Estadísticas aterradoras y vergonzosas.
Estas cifras han hecho que las mujeres sigan ejerciendo su lucha con protestas, marchas y múltiples concentraciones en las que hay miles en cada evento, exigiendo respeto, seguridad, solución a sus demandas y sobre todo, reacción de un gobierno de Morena que hace caso omiso a sus peticiones.
Es inconcebible que se sigan asesinando a 10 mujeres cada día en todo el territorio nacional en este fallido gobierno que no ha realizado ninguna estrategia para frenar la ola de violencia que sigue al alza.
Mientras tanto López Obrador sigue con sus nefastas conferencias mañaneras, atacando, agrediendo y desprestigiando a todo aquel que osa enfrentarlo. Indignante.
¡Apoyemos con todo a las mujeres de nuestro país! ¡No más violencia hacia ellas!
LA BARBARIE EN EL ESTADIO CORREGIDORA
Otro hecho vergonzoso que lacera, es la barbarie ocurrida el sábado pasado por la tarde en el partido de la Liga MX de Fútbol entre los Gallos Blancos de Querétaro y los Rojinegros del Atlas, que ganaban los tapatíos y fue suspendido en el minuto 60 debido a que las Barras La Resistencia y 51 en la que pseudo aficionados se dieron con todo el odio que se tienen.
Las imágenes de la televisión, así como de videos grabados por diversos asistentes al estadio La Corregidora se ven como la batalla campal inicia en las gradas en las que ambas Barras se dieron con todo lo que encontraron a su paso, palos, botellas, tubos, sillas que utilizaron como armas para perseguirse y destrozarse el físico cual viles enemigos.
Fueron cuatro broncas alrededor del estadio entre ambas Barras en las que los rojinegros fueron los perdedores pues eran superados en número de madreadores. Los testimonios de las golpizas están a la vista en la que se ven como se golpearon, patearon, desnudaron a placer en la que están hombres en el piso sangrados por todo el cuerpo e inconscientes con la ausencia total de la policía estatal y municipal queretanas. Se reportan 22 personas hospitalizadas, dos de ellas graves.
Son hechos vergonzosos que los presidentes de los clubes y de la Liga MX, Mikel Arriola, deben tomar decisiones drásticas y ejemplares para que no vuelvan a ocurrir estos hechos en ningún estadio de fútbol ni de ningún otro deporte.
No es posible ver y comprobar que la sociedad mexicana siga descomponiéndose. No concibo que el odio siga en ascenso cada día en nuestra endeble nación, que no se pueda convivir como seres civilizados en un deporte que supuestamente une a las familias como el fútbol.
López Obrador debe bajarle a su intensidad de insultar, menospreciar, atacar, agredir y desprestigiar a todo aquel mexicano que no comparta su forma de pensar. Desde las mañaneras el tabasqueño siembra la discordia y el odio entre sus seguidores y los que no lo son. Lamentable.
MARIO DELGADO, SIGUE EN DESCENSO
No es concebible que el “líder” de escritorio de Morena, Mario Delgado Carillo, sigue de hinojos ante su jefe Andrés Manuel López Obrador, de quien asegura que es el mejor presidente de México de décadas (¿?), por lo visto está cegado por los nulos resultados del tabasqueño, Morena y su decepcionante y mal llamada 4t.
Delgado Carrillo al igual que su jefe, le atiza duro al fogón para incrementar el odio de sus seguidores hacia los medios masivos de comunicación a los que llamó mercenarios el sábado pasado en una conferencia de prensa en Oaxaca, en la que fue abucheado y recibió gritos de los reporteros asistentes.
El “líder” de oropel acusó la existencia de “mercenarios de los medios de comunicación que se hacen llamar periodistas”, de inmediato fue interrumpido y le gritaron ¡respeto! ¡Fuera, fuera!, y ¡Deje eso para la mañanera!
Prosiguieron los reporteros, apenas al inicio de la conferencia: ¡Ya te corrieron de Durango y Aguascalientes! ¡Corrupto! ¡Fuera Mercenario!
¡Qué bueno, que no se dejaron los reporteros de los distintos medios invitados a la dizque conferencia de prensa de este líder de escritorio, que ganó la elección de Morena el 2020 sospechosamente debido a que en las dos primeras votaciones, Porfirio Muñoz Ledo arrasó y en la tercera, el triunfo fue para Delgado Carrillo.
Mario Delgado no es ni será un verdadero líder, no ha podido agrupar ni mesurar a las tribus morenistas, debido a que varias de ellas no lo soportan porque ha pasado por encima de ellas al nombrar a candidatos externos a distintos cargos de elección popular y pasarse por alto los estatutos, aunque sabemos de antemano que su jefe y superior: el “austero” inquilino de Palacio Nacional es quien toma totalitariamente las decisiones. ¡Pobre de México!
