En esta semana se hizo oficial el regreso del jugador Carlos Peña al futbol mexicano después de un malogrado pasó por el balonpié de Escocia, retorno que se da con Cruz Azul y donde se conoció que tendrá un sueldo de más de dos millones de pesos al mes, pago de por sí sobrevalorado y que contrcontrasta con los salarios de las futbolistas que participan en la Liga MX Femenil.
Justo está cifra, que ganará el llamado "Gullit" Peña, se da cuando se publica el retiro del futbol de la que fuera goleadora del equipo femenil Atlas, Alicia Cervantes, quien tomó esa determinación debido a que los mil 500 pesos que ganan al mes no le alcanzaba para cubrir siquiera sus gastos de traslado al club donde jugaba. La renuncia se dio después de que la directiva se negó a subirle el sueldo.
Si bien el proyecto de la Liga MX Femenil es naciente y aún no genera ganancias a los equipos del futbol de Primera División, también es un hecho que ya demostró en su primera edición que puede ser un espectáculo rentable, que puede convocar a miles de aficionados (en Pachuca y León llenaron sus estadios en algunos juegos), incluso en equipos como el campeón Guadalajara con su propia marca patrocinadora en la camiseta.
Todo ello debería llevar a mejores condiciones de pago para más futbolistas mexicanas, quienes reciben sueldos ridículos que aún no alcanza para vivir del futbol. Los dueños de la pelota en el país impusieron un límite de pago a 2 mil 500 pesos por jugadora, hay quien gana más pero por otros mecanismos como bonos de rendimiento o becas.
Si bien aún no es posible igualar los pagos de varones y féminas en el futbol profesional del país, si debería de elevarse el monto de ganancias para las damas, pues se esfuerzan igual, entrenan todos los días y hasta hacen esfuerzos extras para cumplir con las obligaciones en cada uno de los clubes, porque no ganan lo mismo pero las exigencias sí lo son.
Lamentablemente, el futbol no es el único deporte profesional donde las cifras de salario son exponencialmente diferentes. En el boxeo aún hay mucha diferencia entre los que gana un campeón del mundo por cada defensa de su cetro a una mujer monarca de cualquier división, ello a pesar de que las preparaciones son igual de extenuantes y que "los golpes duelen igual", expresó alguna vez José Sulaiman (qepd), por muchos años presidente del Consejo Mundial de Boxeo y que dejó pendiente esa igualdad en pagos entre hombres y mujeres pugilistas.
Ojalá pronto se den pasos sólidos en favor de una igualdad en remuneraciones en estos dos deportes y en muchos más pues los esfuerzos son iguales, así deberían ser sus pagos.
