Lo que más ofende, es que te vean la cara de what; que te digan, que te prometan, que te den esperanza y finalmente ¡Nada!
Pues esto les pasa a los activistas de la comunidad LGBTTTIQ+, quien ya deberían vivir frente al Congreso local, que los trae vuelta y vuelta desde hace más de cuatro años, con que les aprobarán la Ley de Matrimonio Igualitario y nada de nada. No pasa nada.
Otro período de sesiones que termina, de otra legislatura local, presidida por el mismo de hace cuatro años, Maurilio Hernández González, quien repite en la curul.
Lo cierto es que, aunque hay diputados y diputadas que le han echado muchas ganas a esta ley; que han recibido, cobijado, escuchado a los activistas de este sector de la población; nomás no logran darles solución; llega y regresan cada vez más decepcionados.
Pues ayer fue el acabose de las burlas. Venían esperanzados a sostener una productiva plática con legisladores que los habían citado para dialogar, pero quien los recibió fue la fuerza policíaca, que además barrió parejo contra periodistas que cubrían la información.
Encapsuló a los molestos activistas quienes se vinieron a enterar que los habían dejado plantados ¡otra vez! porque la reunión se canceló a última hora; así, sin aviso, sin explicaciones; al puro estilo morenista, como AMLO canceló la reunión con los ambientalistas, así mismo.
Los activistas del sector LGBTTTIQ+ pedían que dieran la cara; los dejaron avanzar hasta la catedral de Toluca, en donde no se les permitió avanzar. Ahí, el contingente policial los encapsuló y agarró a toletazos; lo peor es que barrió parejo; pasó por las armas a compañeros reporteros que sólo cumplen con su trabajo.
Sin consideración alguna, hombres y mujeres fueron golpeadas por la policía municipal y estatal; mujeres periodistas recibieron golpes hasta en el rostro y un compañero, hasta tuvo fractura de pierna.
Para rápido la Secretaría de Seguridad reprobó públicamente el actuar de los elementos policíacos y dijo que ya se investigan los responsables y que recibirán las sanciones pertinentes por la violencia represora.
Definitivamente la violencia no es la salida, y así como a veces defendemos a los policías que han sufrido violencia, en acciones donde están en franca desventaja ante la delincuencia organizada que ha realizado emboscadas y ataques contra ellos; también reprobamos que ellos actúen contra grupos indefensos, cuya única arma es la cámara y la grabadora.
Y que no vengan a decir que no era contra ellos, porque los activistas LGBTTTIQ+, tampoco traían armas y sí, estaban muy enojados, algo totalmente comprensible ante tantas tomadas de pelo.
Otro periodo de sesiones que se termina sin que ellos tengan su ansiada Ley de Matrimonios Igualitarios; no es justo que le den largas al asunto; no es justo que les prometan y no les cumplan; no es justo que los planten de la nada y no es justo que la policía los reprima por exigir algo que buscan desde hace más de cuatro años.
Este es un tema que debe atenderse de fondo y adentro de la llamada “casa del Pueblo”, la Cámara de Diputados del Estado de México, la que se encarga de legislar para hacer visibles todos los sectores de la población mexiquense.
Este es un tema también para la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México que seguro tomará cartas en el asunto.
Y no sólo el de la comunidad LGBTTTIQ+, también el de los compañeros reporteros -que a diferencia de los migrantes centroamericanos que lograron llamar la atención del presidente Andrés Manuel López Obrador y ya cuentan con seguro social en México- que, en la mayoría de los casos, trabajan bajo su propio riesgo y no tienen seguridad social en su propio país.
Pues sobre el particular de ayer, esperamos que pronto den a conocer a los responsables de este ataque y el castigo que les corresponde.