La retrograda propuesta que salió de la Secretaría de Economía para obligar a los automovilistas a hacer una verificación doble de sus vehículos, éste de condiciones físicas y mecánicas, es unas vieja práctica que se dio en los años 1960-70 del siglo pasado y que fue motivo para fomentar la corrupción, hacer perder tiempo y dinero a los usuarios.
Esa medida estuvo a cargo del Registro Federal de Automóviles y fomentó una gran red de cochupos donde proliferaron los coyotes y agentes que bajo la condición de una “mordida” o “moche”, como hoy es el “salto” económico en los verificentros, agilizaban los trámites del interesado.
Ya en los tiempos del presidente José López Portillo, con el famosísimo “El Negro” Arturo Durazo Moreno, la policía de tránsito y sus oficinas de verificación de aquél entonces crearon la letanía “si viene chueco aquí lo enderezamos” o “si viene derecho aquí lo enchuecamos” con el fin de poder extorsionar al automovilista.
El retomar esa propuesta, como lo hizo la Secretaría de Economía y que afortunadamente no procedió por el veto que hizo el presidente Andrés Manuel López obrador, no habla más que de un desempeño de funcionarios mediocres que, seguramente desde su escritorio con auto del año, no tienen nada que hacer o en qué pensar más que sacar ideas que les secan el cerebro.
De por sí los verificentros para emisiones contaminantes se convirtieron en una mega red de corrupción donde no importa modelo y año del vehículo a verificar ya que para que estos pasen el trámite tienen que entrarle con el famoso “salto”, esto es pagar una cuota extra que no se registra en la contabilidad oficial pero que tiene por destino bolsillos particulares.
Los verificientros son obsoletos, deben desaparecer, se comprobó con la emergencia ambiental de éste fin de semana, o al menos decretar que la verificación sea una vez por año para que el propietario tenga la oportunidad de destinar el dinero de ese segundo trámite a mejorar las condiciones mecánicas de su auto. ¿Quién no desea tener en buenas condiciones a unidad que lo mueve a él y su familia?
Pero volviendo al tema de la fallida doble verificación o NOM 236, López Obrador confirmó que la misma no entrará en vigor a pesar de que la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, planteó mantenerla sin costo a los ciudadanos. Esa controversia provocó innumerables críticas en las redes sociales y al presidente se le achacó que era parte del juego para hacerse pasar como salvador del pueblo.
“Yo no sabía y estoy pendiente, pero no sabía que habían tomado un acuerdo de hacer una especie de verificación a los vehículos y cobrar, no tenía ni siquiera la información. La secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, que es de primera, honesta y además con sentido común, que debería ser el más común de los sentidos, y ya eso se hace a un lado, no entra en vigor”.
Lo grave del asunto es que el mismo presidente de la República dijo desconocer el acuerdo tomado en la Secretaría de Economía, y sobre la misma precisó que su gobierno “no va a estar bolseando a la gente”.
Con lo anterior se puede concluir que en la orquesta de la 4T hay quien desafina la armonía, que no van a la par y hay rezagos en la información que se deben entre secretarías y funcionarios y que en ese tenor a la ciudadanía y al mismo presidente de la
República se le podría sorprender con un albazo.
Lamentable un intento de regreso al pasado.
*Presidente de la ONG Franature
