No fue ninguna sorpresa para nadie, era de esperarse, se le “tatemaban las habas” al presidente Andrés Manuel López Obrador para reventar el pacto (verbal) hecho en lo “oscurito” con el exmandatario Enrique Peña Nieto y exhibirlo públicamente ante la amenazante e intimidatoria maquinaria de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que ha vulnerado la tranquilidad de millones de mexicanos y acabar de despedazar el escaso prestigio del mexiquense.
Dicho anuncio realizado el jueves pasado por otro de sus vasallos, el aprendiz de fiscal, Pablo Gómez Álvarez, en donde el jefe del Ejecutivo le demostró una vez más a los más de 126 millones de mexicanos que lo suyo es el rencor, la venganza (aunque afirme lo contrario) y exhibir la corrupción y los excesos con los que se condujo durante su administración Peña Nieto.
Importándole un bledo, López Obrador reventó el pacto secreto, ¿de caballeros?, ¡por supuesto que nunca lo fue!, y más conociendo al tabasqueño (que no tiene palabra), que hicieron ambos, antes de los comicios de 2018 para que Amlo los ganara sin problema alguno.
El Gobierno federal a través de Pablo Gómez, titular de la UIF, reveló el viernes pasado una presunta red financiera de Enrique Peña Nieto en la que están implicados familiares directos, además de empresas que realizaron transferencias millonarias, además de tener contratos con el régimen anterior con los que se benefició el mexiquense.
Las investigaciones dan por hecho que Enrique Peña y sus empresas recibieron una cantidad superior a los 10 mil millones de pesos durante su sexenio, aunado a los contratos otorgados cuando fue gobernador de la entidad mexiquense, en la que se le ubica como accionista de 11 empresas o más que facturaron cifras millonarias, por lo que ya fue denunciado ante la Fiscalía General de la República.
Pablo Gómez, aseveró que una hermana de Enrique Peña realizó retiros bancarios por 190 millones de pesos; agregó que el ex jefe del Ejecutivo recibió transferencias internacionales por 26 millones e pesos entre 2019 y 2021. Además dijo que EPN tiene vínculos con una empresa que envía y recibe recursos de los mismos accionistas y con otra compañía que recibió los contratos de la Federación.
“El Gobierno no tiene una actitud de persecución de tipo político”. La UIF es un instrumento gubernamental, aplica la política del gobierno, no anda en el aire, no existe en el éter, por eso no hay una política de persecución por motivos justamente políticos”, expresó Gómez Álvarez (¿?).
Vaya que “sesudas” declaraciones del experredista, son del mismo tenor que las de su jefe, el inquilino de Palacio Nacional. Sin lugar a dudas, cada día, este régimen morenista decepciona a los mexicanos.
Las acusaciones e intimidaciones ordenadas por López Obrador el viernes pasado, le caen como “anillo al dedo” a Peña Nieto y a su equipo, quienes -seguramente-, en los próximos días, “dispararán obuses certeros” (léanse, videos, fotografías e información subida de tono de morenistas y compañía), a los que exhibirán ante toda la nación entera y se reanudará la guerra entre ambas partes.
La exhibición de Peña Nieto, tiene como objetivo que no meta las manos en el proceso electoral del estado de México, la llamada “Joya de la Corona” que se llevará a cabo el próximo 4 de junio del 2023 en el que espera Amlo obtener el triunfo y seguir apoderándose de la república mexicana (al igual que el crimen organizado) con el que se lleva de maravilla.
Recordemos que la entidad mexiquense es la más poblada de nuestro país con casi 17 millones de habitantes diseminados en 125 municipios, únicamente ha sido gobernada por priistas, el Grupo Atlacomulco es el que comanda la entidad, está integrada por exgobernadores, empresarios y políticos de primer nivel.
Lamentablemente, el PRI está a un par de años de convertirse en un partido bisagra o hasta desaparecería si pierden el estado de México y Coahuila, las dos únicas entidades que gobierna, después de haberle regalado a Morena 18 estados en tan sólo tres años y medio. Vergonzoso e indignante.
El tabasqueño, incisivo como es, simplemente sigue en busca de consumar su venganza, para eso quiso ser presidente y que los reflectores sigan haciéndolo “brillar” ante la mirada atónita de sus cegados seguidores que le aplauden inexplicablemente y sin cesar, todo lo que lleva a cabo su mesías, quien está haciendo añicos al país económicamente, tenemos las más altas inflaciones en los últimos 22 años, en materia de seguridad, más de 120 mil muertos a manos del crimen organizado en todas sus modalidades, más de 100 mil desaparecidos a manos de éstos.
Por cierto, sigue creciendo el poder en más entidades de la república mexicana, con la complacencia de López Obrador; que le construyó su carretera -exclusiva- en la comunidad de Badiraguato, Sinaloa, tierra de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, que sigue apoderándose de más entidades y municipios en gran parte de la república mexicana.
En materia de salud tenemos a mil seiscientos niños fallecidos por cáncer, derivado de la falta de medicamentos que el gobierno de la 4t no quiso adquirir a tiempo. Tenemos a un millón de muertos por Covid-19, uno de los peores países en enfrentar la pandemia. Oficialmente hay seis millones 250 mil contagiados, en las cinco olas de este letal virus originado en un laboratorio de China. El domingo hubo 32 mil 195 contagiados. Es un Gobierno ineficaz.
Estamos padeciendo la peor crisis en desarrollo económico, inflaciones mensuales, del 7.99%, con incrementos criminales del 30 al 100 por ciento de productos básicos y perecederos, que siguen lacerando los bolsillos de las familias mexicanas.
La corrupción de igual manera está imparable, peor que en el régimen de Peña Nieto. Los yerros siguen a la alza, son decepcionantes, esta dizque cuarta transformación, es malformación, sigue hundiendo a los más de 126 millones de mexicanos.
Por supuesto que las tácticas perversas de AMLO, al acusar a Peña Nieto y a Alejandro Moreno, dizque presidente del ahora sí RIP y darle la puntilla al tricolor, siguen siendo distractores, porque lo peor que acontece diariamente no lo informa el tabasqueño en su millonaria conferencia mañanera que cuesta a los mexicanos un promedio de 150 millones de pesos diarios.
Este es el México de hoy, sumido en la peor crisis de los últimos 55 años, con un gobierno fallido, con decenas de problemas que no ha resuelto ni podrá resolver López Obrador, dada su incapacidad, su inexperiencia, su ignorancia y opacidad en el manejo de las políticas públicas, es un gobierno faccioso, mentiroso que únicamente ha visto para atrás pero nunca hacia adelante.
Un régimen de un solo hombre, autoritario, ocurrente, se siente el dueño de los dineros, de la justicia, de la verdad (¿?), nadie le merece respeto, es el primer mandatario que ha despedazado la investidura presidencial con sus ocurrencias, ha dividido más que ninguno a todos los habitantes, ha sumado en su contra a millones de ciudadanos, su rencor es ilimitado, no le permite, ya no digamos visualizar sino llevar a cabo proyecto bien asesorado un proyecto de nación. Los problemas continuarán y se agudizarán día a día, continuaremos con esta grave crisis, seguirán ahondándose.
El tabasqueño insiste absurdamente en decir que la cuarta transformación seguirá su marcha en 2024, afirma que ganará la elección presidencial con cualquiera de sus corcholatas que unja como abanderado de Morena, pero es capaz de darles la vuelta y lanzar a su propio hijo Andrés Manuel López Beltrán “Andy”, quien decide todo los asuntos importantes de Pemex.
Sería un desastre que Morena, el partido del inquilino de Palacio siguiera gobernando otros años, sería un caos total, estaríamos a la par de Venezuela. Amlo quiere seguir siendo el poder tras el trono. Sería la dictadura disfrazada. ¡Peligroso!
