Para nadie podría haber sido un secreto el hecho de que fuera la maestra Delfina Gómez Álvarez la encargada de encabezar los trabajos de su partido, Morena, para las elecciones de 2023 en el Estado de México.
¿Quién esperaba algo diferente?
No es necesario profundizar en un análisis de la forma en la que se mueve el partido que fundó el presidente López Obrador, Movimiento de Regeneración Nacional, que ha dejado en claro que las piezas se acomodan de acuerdo al interés que guarda para sus propósitos personales el propio tabasqueño.
Pocos esperaban que la participación de los morenistas tuviera un toque de democracia para conocer a la ganadora de la segunda encuesta que determinaría a quien fuera designada coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, antesala de la candidatura por la gubernatura del Estado de México, solo era cuestión de tiempo.
Oficialmente fue el presidente del CEN del partido marrón, Mario Delgado Carrillo, en encargado de anunciar los resultados de la medición en la que se descubrió a la ganadora de las encuestas, difícilmente podría haber pasado algo distinto, únicamente lo confirmó con el anuncio formal.
Aunque los demás aspirantes del partido del presidente guardaban la esperanza que las cosas no se dieran de esta forma. Hicieron su lucha y aprovecharon cada oportunidad para mostrarse, caminar por los diferentes municipios del Estado, y acercarse con los líderes de cada región.
No obstante, y particularmente el senador Higinio Martínez Miranda, quien había realizado un intenso activismo por todo el territorio estatal y se sentía ganador, tendrá que esperar por mejores tiempos para su causa, tal vez con la suerte de que la próxima le tocará ser el abanderado, pero para eso, pasarán muchas cosas antes que no podrá controlar a voluntad, pues simplemente Fernando Vilchis quien se coló a la segunda posición.
Ahora bien, para el Comité Estatal de su partido no puede pensar que logrará imponerse y hacer las cosas a su antojo, pensando que ha ganado ese derecho; enfrente tendrá a políticos que no se van a dejar, y no deben ignorarse, de ninguna manera, porque sería como un suicidio; ya que se encuentran personajes importantes como el propio Fernando Vilchis, Daniel Serrano, Juan Hugo de la Rosa, entre otros, que antes tendrán mucho qué decir.
Por lo que no le quedará más remedio al senador Higinio que esperar para observar el acomodo que corresponde a su instituto político, y a lo que tengan qué decir los diferentes líderes que, con el mismo derecho, buscarán intervenir de tal forma, que puedan colocar en los lugares estratégicos a sus afines.
Pero todo se centrará en la estructura y visión que la maestra Delfina logre imponer con su equipo de trabajo para competir por el gobierno del Estado de México, de ello depende que el inquieto senador se entere quienes serían los adversarios de su instituto con los que habrá de medirse, para observar la distribución del trabajo y activismo que decida la maestra Delfina.
Lo cierto es que con lo que se está realizando en Morena, obliga a los demás partidos a adelantar tiempos, sobre todo, apura al partido del gobernador Alfredo del Mazo, el PRI, en donde fue costumbre esperar hasta después de su informe de gobierno para enterarse de la decisión.
Y lo anterior ha quedado muy claro, puesto que el mandatario estatal se reunió en Casa Estado de México con los exgobernadores para analizar las condiciones del escenario político y estudiar las alternativas que tienen para hacer frente a la elección más importante para el Estado de México, pero que, sin duda, se tomará muy en serio el hecho que, en este momento, también lo será para todo México.
Los ojos de propios y extraños se concentrarán en lo que suceda en el 2023 en la entidad mexiquense, más que en la de Coahuila. por eso, sería inaceptable que adoptaran decisiones apresuradas, apremia estudiar muy bien la forma en la que habrán de enfrentar el proceso. Para el PAN, PRI y PRD, sobre todo, es saber si van juntos.
La coalición Vamos por México no la tiene nada sencilla, el panorama político le exige definir ya sus posiciones, tanto de ellos, como de los demás partidos. Son varias las medidas y sondeos en las que colocan a Morena como amplio vencedor en caso de ser las elecciones en este momento, pero claro, como todas las encuestas, es una fotografía del momento, así que unos y otros deben valorar lo que tendrán que hacer para el próximo año.
Parece ser que son los abstencionistas quienes tendrían la posibilidad de definir el rumbo del Estado, porque cuando se ha manifestado ese monstruo de las mil cabezas, les han dado la vuelta a todas las encuestas, pero para que se animen a salir y emitir su voto, es fundamental convencerlos de hacerlo, ¿cuál será la estrategia para vencer la apatía natural que guardan todos esos ciudadanos?
Los partidos políticos, en general, parecen ya no encontrar la fórmula para prender el ánimo de la gente, se les acaban las ideas y se encajonan en el activismo viejo, antiguo, ese que se apoya en, únicamente, repartir despensas, anunciar programas sociales y comprar votos de diferentes formas.
Pero todo lo anterior aglutina a los mismos de siempre, a los mercenarios de la dádiva, que lo mismo les da votar por uno que por otro partido, sin analizar quien ofrece mejores soluciones y contar con una clara explicación de la forma en la que lo harán, pero además, que sea lógica y aceptable, ¿quién dirá menos mentiras y propondrá soluciones reales?
¿Quién, antes de otra cosa, colocará por encima de sus intereses personales y de grupo al verdadero pueblo para ganar su confianza, y lo más envidiable, su voto?