El reto es enorme. Las condiciones económicas lo someten a fuertes presiones. Las tecnologías de la información le obligan a tener mayor rapidez, la vorágine no permite descanso. Los ingresos se reducen y su permanencia, como negocio, está en riesgo; pero la razón de su existencia no se ha modificado: conocer lo que sucede, reflexionar con respecto a lo que ocurre diariamente y denunciar los abusos, lo que no funciona. El periodismo se encuentra en una encrucijada.
En los medios -ahora llamados- tradicionales: prensa, radio y televisión, el periodismo vive en un entorno en el que las inversiones que antes recibían de los sectores gubernamentales, políticos y privados, migran hacia las redes, hacia las plataformas multimedia.
En esta época en la que se accede a la información –literalmente- en la palma de la mano y con un click, parecería que el periodismo ha perdido vigencia, porque ya recibimos todo antes, incluso, que de los medios tradicionales. Esa idea sí que es fakenews (noticia fabricada).
Es común que circulen cadenas de información refiriendo a supuestas fuentes oficiales y muchos damos por hecho que así es. Hace un par de semanas empezó a circular una “Alerta Roja” para los habitantes del centro del país, advirtiendo de una “cristalización térmica de la atmósfera”, la cual –advierte el mensaje- “al ser aspirada podría congelar los pulmones causando, inmediatamente o en un plazo de hasta 24 horas, la muerte”. Y entonces se genera angustia, la familia y los amigos empiezan a circular esa versión, con las recomendaciones de abrigarse o incluso de no salir de casa.
El mensaje que refiero de la “Alerta en Radio y T.V. a la población de México” no fue emitido por una fuente oficial ni por algún medio de comunicación. No lleva ningún logotipo o escudo que refiera su veracidad o algún vocero de las instancias de seguridad y protección civil. El mensaje es falso.
De esa forma, en esta era de la sobreinformación surge y circula gran cantidad de mensajes que únicamente provocan confusión y hasta angustia. Por ello, ahora más que nunca, se hace necesario un periodismo más profesional.
Durante muchos años, los propietarios de los medios de comunicación se mantuvieron en una dinámica en la que solamente era necesario “estar” para obtener recursos públicos y privados, y –debemos reconocer- dejaron de invertir en lo esencial: la preparación de sus periodistas, de sus editores, fotógrafos o reporteros gráficos, diseñadores, capturistas, productores, camarógrafos, conductores y el sin fin de personas que se requieren para producir un medio serio.
Algunos, con atinada visión, empezaron el recorrido para incorporarse a las plataformas web y generaron sus sitios de internet, pero no alcanzaron a poner en la misma dinámica a quienes trabajaban en el modelo “tradicional”. Solamente se trataba de colocar la misma información del medio impreso en una página de internet.
Pocos se percataron del rebase que harían las redes sociales y que ahora se han convertido en la fuente de información cotidiana de muchas personas con acceso a ellas, y creen más en que lo que dicen las redes que lo que aparece en la prensa, radio y televisión.
La confianza de los mexicanos en los medios de comunicación se ubica en apenas 50 por ciento, de acuerdo con diferentes mediciones y Facebook, la red social más utilizada en el mundo (en México 93 por ciento de los usuarios emplea “Face”), anunció que las personas podrán clasificar a los propios medios de comunicación, en términos de confiabilidad. A partir de ello, aumentará o disminuirá el tráfico de consumidores.
El reto para el periodismo, el buen periodismo, es creciente y las asociaciones y grupos organizados de periodistas deberían estar ocupados en fortalecer su preparación y actualización, para adaptarse a los cambios vertiginosos que ahora vivimos.
Para las instituciones, cuya confianza está técnicamente reprobada, es más sano que impulsen el verdadero periodismo y que replanteen sus formas de hacer comunicación, más allá de “estar” en las redes sociales, donde –con su presencia- legitiman a las propias fakenews que ahí circulan.
Para las instituciones que forman a los profesionales de la comunicación y el periodismo, el reto es aún mayor. En el caso de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales inició -desde hace algunos meses- la revisión de los planes de estudio de tres de las cuatro licenciaturas que imparte: Ciencias Políticas y Administración Pública, Sociología y Comunicación. El objetivo –como lo ha planteado el rector de la UAEMéx, Alfredo Barrera Baca- es formar recursos humanos de excelencia y cumplir las aspiraciones de los jóvenes que estudian en una de las mejores instituciones de educación superior del país.
PERCEPCIÓN
El caos que se provoca en el tránsito del Valle de Toluca no es culpa de las autoridades (bueno, descartando algunos semáforos mal sincronizados), pero sí de quienes conducimos un vehículo. Ese afán de no respetar los señalamientos y de ser “el chingón” por encima de los demás es lo que impide un flujo más armónico. Ojalá que todos hagamos conciencia y manejemos mejor.
VOTO 2018 PERCEPCIÓN
¡Ya, por favor! Alguien dígale al maestro de inglés y francés, Ricardo Anaya, que pase a la lección dos del curso. ¿En verdad sus estudios de opinión le indican que alguien votará por él porque habla inglés, francés y “mexicano”?... Giró el discurso de José Antonio Meade. Parece más asentado en el último spot y dejó la confrontación. Habrá que ver si le resulta el cambio.