Enrique Peña Nieto nos recetó otra vez una de esas ocurrencias –la palabra predilecta de Enrique Ochoa y José Antonio Meade- que acostumbra a soltar sobre todo cuando siente el calor de sus paisanos, como sucedió este jueves muy cerca de su terruño, Atlacomulco.
Las críticas en las redes sociales al gobierno, son “irritantes”, soltó así nomás, sin embargo, más irritante, aunque no lo reconozca, es la corrupción en la que ha estado inmersa su gobierno.
Más irritantes señor Peña son las promesas incumplidas con las que engañó a millones de mexicanos para que le dieran el voto en el 2012, incluso con la firma ante un notario público, “te lo firmo y te lo cumplo”, decía hace poco más de cinco años y millones de mexicanos siguen esperando que se las cumplan.
Más irritante señor presidente es la incapacidad de muchos de los miembros de su equipo de gobierno para afrontar los problemas más apremiantes por los que pasamos los mexicanos.
Irrita más la violencia y la impunidad a la que diariamente nos enfrentamos los mexicanos. Irrita que en su administración hayan caído decenas de periodistas y que la mayoría de los casos los asesinos se desplacen sin la menor molestia por el territorio nacional.
La atolondrada afirmación en su discurso en la inauguración de un tramo carretero en tierras mexiquenses, no refleja más que la desesperación del mandatario que no tiene asegurado que un miembro de su equipo, alguien que le cuide las espaldas, llegue a Los Pinos a partir del primero de diciembre próximo.
Las redes sociales, por si no lo sabe señor Peña han sido factor para aclarar muchos delitos como secuestros y desapariciones. Las fotografías o videos de actos delictivos le han servido a la autoridad para aclarar lo que sin ellas no hubieran podido.
¿Ya no se acuerda señor Peña del papel tan importante que jugaron las redes sociales en los sismos de septiembre pasado? Las redes sociales evitaron el caos y gracias a ellas, la atención a las víctimas fue más oportuna. A usted le irritan, a la sociedad mexicana no.
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El fuego amigo está a todo lo que da en contra del ex –delegado en la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, desgraciadamente para el zacatecano en muchos de los casos tienen razón sus enemigos, el caso de Rodolfo González se parece mucho a lo que hacía Roberto Borge en Quintana Roo. Monreal amenazó a Televisa de demandar, pero lo mejor es que le piense, porque también puede aparecer en escena otro de sus hombres de confianza, Alejandro Rojas Díaz Durán, a quien seguido se le veía haciendo negocios en un restaurante frente al Monumento a la Revolución. A González y Rojas los vieron juntos este jueves con cara de preocupación…Alejandro Murat el gobernador de Oaxaca anda más ocupado en apoyar la campaña de José Antonio Meade que en atender los problemas de los damnificados, en Juchitán se quejan de que ni los ve ni los oye.
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