Los mensajes de morena para la elección de 2023, cambiaron de tono. De una línea amenazante, se han transformado en mensajes positivos. Debo precisar que escribo morena con minúscula porque “todo es horizontal en el movimiento político”, según me explicó en entrevista el representante de ese partido ante el Instituto Electoral del Estado de México, José Francisco Vázquez Rodríguez.
De los mensajes: “Ya les llegó la hora”, “Ya se van los corruptos de siempre”, “Ni un año más”, “No hay mafia que dure 100 años”, ahora se han generado narrativas que enaltecen la entrega de beneficios para las personas mayores o becas para jóvenes, por mencionar algunos.
De un fondo de color guinda y letras blancas con el logotipo de morena sin imágenes, han pasado a fotografías coloridas de gente sonriente y con una narrativa positiva y esperanzadora, y cierran con el mismo eslogan: “Es tiempo de morena. La esperanza de EdoMéx”.
En estudios de opinión a partir de grupos focales, se ha identificado que la gente rechaza los mensajes que remiten a confrontación o pelea y prefiere aquellos que denotan emociones o sentimientos positivos, los que animan a un futuro prometedor.
Seguramente los estrategas de morena midieron que esa narrativa no les favorecería y procuraron hacerlos acordes, incluso, con el perfil de su virtual candidata a la gubernatura, la maestra Delfina Gómez Álvarez, quien se muestra más “amigable” y cercano con la sociedad. No resultaría lógico un mensaje violento o amenazante.
Adicionalmente, se ha analizado que un tono de hostilidad tampoco es congruente con los mensajes amigables y afectuosos que ha tenido el presidente, Andrés Manuel López Obrador, con el gobernador, Alfredo Del Mazo Maza. Hay que recordar que el pasado fin de semana, el presidente reconoció la labor del gobernador, a quien calificó como un “hombre íntegro, recto y respetuoso” y a quien diferenció de “otros groseros, majaderos, mal hablados, deslenguados”.
Durante estos cuatro años de relación con el presidente López Obrador, el gobernador Del Mazo logró transformar -literalmente- la comunicación entre ambos. Inicialmente, en septiembre de 2018, durante una guardia de honor y ceremonia conmemorativa de la Batalla de las Cruces en Ocoyoacac -siendo aún presidente electo-, López Obrador mantuvo una actitud fría y distante con el gobernador y se observaban imágenes donde el mexiquense intentaba platicar con él, pero no había comunicación estrecha, ni siquiera una mirada.
Al paso de los años, Del Mazo Maza mantuvo la disciplina en la que fue educado desde niño, cuidadoso de las formas y respetuoso de la investidura presidencial, y logró -gradualmente- modificar la manera de relacionarse con López Obrador, al grado de que ahora es llamado “el consentido del presidente”, en palabras del propio secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Quizá por ello, también, morena ha modificado su narrativa, porque ha visto como innecesario “lastimar” a quien actualmente gobierna la entidad, sobre todo cuando algunos estudios de opinión señalan que entre 50 y 60 por ciento de la ciudadanía prefiere un cambio de rumbo en el gobierno, un cambio de partido. Sería rudeza innecesaria.
¿Se mantendrá el mismo tono amable y esperanzador que ahora enarbola morena para las elecciones de junio próximo? Eso dependerá del tono que mantenga el Partido Revolucionario Institucional (PRI) junto con sus aliados de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), pero hasta este momento no ha habido ningún ataque, salvo las expresiones retóricas de que es necesario “defender al Estado de México” de la amenaza que representa la llegada de morena.
Lo que sí es un hecho es que morena alista todo lo necesario para tomar el Poder Ejecutivo del Estado de México y en la operación real, el trabajo que se realiza en tierra, no habrá miramientos ni trato amable.
El partido del presidente tiene claro que la corona que ansía Andrés Manuel López Obrador es por el triunfo en el Estado de México, porque ello garantizará -prácticamente- la continuidad de la llamada 4T en 2024.
PERCEPCIÓN
El amor y la política son una fórmula atractiva. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, contraerá nupcias con su pareja, el físico Jesús María Tarriba. Aunque la boda será la más sencilla de la que se tenga memoria, eso le dará puntaje en la aspiración presidencial. En política nada es casualidad.
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Opinión
El nuevo tono en los mensajes de Morena
Jueves, 24 Noviembre 2022 02:05 Escrito por Ricardo JoyaRicardo Joya
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