“Soy una acarreada con memoria histórica, avergonzada de lo que hicieron en el pasado los expresidentes y los medios de comunicación”, escribió la cibernauta Aurora López en su cuenta de Twitter. Luis Carmona advirtió:
“Donde unos ven amenazas, otros ven a un pueblo feliz y respetuoso de un presidente que si los representa. Pobres intentos de fifis, por eso nunca volverán a gobernar, le tienen miedo al pueblo”. Y así por el estilo, las redes sociales rebosaron con miles de mensajes en apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Opositores al tabasqueño, dijeron que fue una marcha pagada con recursos del gobierno, organizada y coordinada desde Palacio Nacional. Es muy posible que así haya sido, pero para millones de mexicanos que no tienen acceso al internet, y por supuesto a las redes sociales, fue una marcha histórica, porque nunca se había visto tanta gente junta en apoyo a un mandatario.
“Le duela a quien le duela, al presidente de México la mayoría de la gente lo quiere y está conforme con su gobierno, gente que opina negativamente sobre la marcha de hoy, solo hacen ver su clasismo y odio que tienen; mejor cállense”, fue el mensaje de la morenista Lupita Cruz.
Claro, las redes sociales también se llenaron con miles de post en contra de los marchistas y en contra del presidente López Obrador, no hubo términos medios. O estabas a favor de AMLO o en contra de él y su Cuarta Transformación.
Desde días antes, los opositores al régimen expresaron su malestar contra la marcha y en medios de comunicación trataron de explicar a la población la diferencia entre una marcha y un desfile, pero todo en vano.
La de ayer puso en evidencia claramente el ambiente de polarización que ha logrado crear en el país el presidente de México y la crispación entre sus opositores, así como el beneplácito de sus seguidores.
En este ambiente de crispación y polarización, Morena y sus aliados se aprestan a tomar por asalto los últimos reductos del Partido Revolucionario Institucional en el país, los estados de Coahuila y México, que el año entrante renovarán al Poder Ejecutivo.
Por eso la importancia de que las elecciones del año entrante se realicen en un clima de tranquilidad y paz social; que las provocaciones no lleguen más que a eso; que no haya mucha leña seca que pueda prenderse al calor de las palabras, de los insultos o de las acciones de provocación.
En el PRI saben que se juegan sus últimas cartas fuertes, perder el Estado de México y Coahuila implicaría su casi desaparición, se convertiría en un partido marginal. Del Partido de la Revolución Democrática no hablamos, porque hace tiempo que casi desapareció del mapa electoral.
La coalición que pretenden armar Acción Nacional, PRI y PRD puede ofrecer buenos resultados y detener la avasalladora y el parecer incontenible ola guinda que amenaza pintar con ese color al país.
La marcha de ayer fue una buena prueba de lo que puede pasar en Coahuila y el Estado de México. Si triunfar en esas entidades implica destinar todos los recursos necesarios, se hará lo y se usará la fuerza del Estado para lograr sus propósitos.
Habrá que estar muy atentos al desarrollo del proceso electoral y las posibles denuncias mediáticas en contra de los principales actores políticos en ambas entidades, porque de qué saldrán, saldrán.
