El clima, la gran amenaza del futuro

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Publicado en Opinión

El clima, la gran amenaza del futuro

Lunes, 28 Noviembre 2022 00:30 Escrito por 
Hugo Antonio Espinosa Hugo Antonio Espinosa Sin riesgos

De acuerdo con el Informe denominado 10 insights in climate science, elaborado por un grupo de científicos especialistas en medio ambiente, convocados por la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés) para difundir los nuevos conocimientos que se han alcanzado en materia medioambiental, se destaca que el clima es el principal peligro que acecha a la humanidad y éste se encuentra en “puntos críticos” de vulnerabilidad identificados en “regiones de riesgo” específicas –principalmente América Central, Asia y África–. Dicho Informe, basado en los hallazgos más recientes registrados por la WMO sobre los efectos del calentamiento global, fue presentado hace un par de semanas en el marco de la Vigésimo Séptima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27), que tuvo verificativo del 6 al 18 de noviembre de 2022, en Sharm el Sheij, Egipto.

El informe indica que la pobreza y la desigualdad son los factores que determinan la vulnerabilidad estructural que enfrentan aproximadamente 1,600 millones de personas que habitan dichas regiones, cuyo pronóstico para el año 2050 prevé se duplique en cantidad y aumente su nivel de vulnerabilidad hasta 15 veces más que en los países ubicados en América del Norte y Europa, debido a que los peligros provocados por el clima se agudizan por la vulnerabilidades física, socioeconómica y ecológica que impera en los países que ocupan las zonas críticas y que se han construido socialmente como consecuencia de la poca aplicación del estado de derecho y la frágil gobernabilidad al interior de estas naciones, incluido desde luego México. Aquí el Informe: https://10insightsclimate.science/

En este contexto, el comportamiento humano, basado en una falsa creencia de que ocupa una posición única y controlada dentro del ecosistema, ha generado cada vez mayores condiciones de riesgo en detrimento de su propia seguridad, ya que algunos de los indicadores en los que se fundamenta el referido informe son los bajos niveles de seguridad alimentaria, salud y el incremento de la pobreza, los cuales, al conjugarse con la disminuida capacidad de adaptación al medio –falta de respeto a la biodiversidad, la paridad de género y fragilidad estatal–, elevan el grado de exposición a los peligros por inundación, sequías, tormentas y deslizamiento de laderas, principalmente.

La estrecha relación entre las dificultades de acceso a los principales medios de vida, tales como alimentos, agua, vivienda y trabajo, junto a la degradación progresiva y cada vez más acelerada del hábitat a cargo de los agentes económicos preponderantes –entiéndase empresarios, grande corporaciones globales y gobiernos locales aliados–, coloca a amplios grupos sociales marginados en una situación de vulnerabilidad e indefensión cada vez mayor y más difícil de revertir, ya que sin los medios básicos del sustento, mitigar los efectos del clima y los niveles de mortalidad provocados por estos, serán insalvables hacia el año 2050, refiere el Informe.

Otro factor será la pérdida generalizada de biodiversidad inducida por el clima. Regiones como Los Andes y el sureste mexicano, debido a los efectos de las actividades humanas, el calentamiento continuo y los patrones de temperatura y precipitación más erráticos, limitarán las posibilidades de migración y estancia de múltiples especies que han hecho de estos espacios sus santuarios a lo largo de miles de años. Asimismo, las selvas tropicales y bosques de América del Sur, debido al aumento en la frecuencia de incendios, deforestación y cambios drásticos en los patrones de precipitación las acerca a un umbral crítico de degradación, ya que con menos bosques y selvas, hay menos agua que fluya de regreso a la atmósfera, lo que dificulta el regreso de humedad y aumenta la posibilidad de sequías.

En fin. ¿Qué hacer? No será fácil, ya que las recomendaciones principales a los países miembros de la COP27 son: la priorización de fondos para el desarrollo resiliente hacia los “Puntos Críticos” identificados; acciones humanitarias anticipatorias; la gestión sostenible y equitativa de recursos naturales y protección de la biodiversidad, para evitar una mayor pérdida de servicios de los ecosistemas, pero, a decir verdad, en ninguna parte del informe se especifican con nombre, ubicación y responsabilidad puntual los países o corporaciones obligados, razón por la cual el informe y sus recomendaciones carecen totalmente de capacidad vinculatoria y factibilidad de ser implementados.

Temas como la seguridad alimentaria, la disponibilidad de recursos hídricos y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, una vez más, quedan en el criterio de cada país, según sus propias necesidades y contextos, colocando una vez más a la COP27 como la enésima cumbre climática destinada al fracaso y la prolongación de la hipocresía del sistema económico mundial, desde la Cumbre de París (2015) hasta hoy, cuyos acuerdos incumplidos se acumulan, sus avances son nulos y sus retrocesos cada vez más inocultables, como puede verse en el Acuerdo Final de la CPO27,[1] reiterándonos una vez más que, si los cambios y soluciones no provienen de los ciudadanos, estas no serán. En tanto, no se olvide que el espacio más seguro es el que construimos juntos.

Hugo Antonio Espinosa

Fue Director del Heroico Cuerpo de Bomberos de Toluca,

Subdirector de Protección Civil e Inspección en la SCT Federal.

Actualmente es Subdirector de Emergencias en el Valle de Toluca, en la Coordinación General de Protección Civil, EDOMEX @CmdtEspinosa   cmdtespinosa



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