Con la firma del convenio entre el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral del Estado de México, prácticamente se puso en marcha el proceso electoral en la entidad mexiquense, para elegir gobernador o gobernadora, que formalmente inicia el primero de enero de 2023 con la declaratoria por parte del IEEM.
Las precampañas comienzan el 14 de ese mismo mes, aunque desde agosto Delfina Gómez Álvarez recorre el estado y más recientemente Alejandra del Moral, Enrique Vargas del Villar y Omar Ortega Álvarez, lo hacen también, pero no con el título de candidatos, ni sus expresiones públicas tienen el cariz de la búsqueda del voto popular, porque ello les implicaría sanciones por actos anticipados de campaña, que podrían hacerles perder la candidatura.
Lorenzo Córdova, presidente del INE, expuso que el Estado de México tiene 12.5 millones de ciudadanos y Coahuila 2.4 millones, por lo que juntos representan casi 16 por ciento del padrón electoral del país. El convenio firmado por el INE con los organismos electorales de ambas entidades incluye campañas de actualización de credencialización, la lista nominal de electoras y electores, diversos insumos registrales, la capacitación de funcionarios de mesas directivas de casillas, así como la instalación de 24 mil 400 casillas en ambas entidades federativas.
El arranque del proceso electoral en el Estado de México y Coahuila se da en momentos en los que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ha emprendido un nuevo embate en contra del Instituto Nacional Electoral, cuya primera acción, la Reforma Electoral, fue detenida por los partidos de oposición, pero luego presentó su plan “B”, que se encuentra en el Senado.
Lorenzo Córdova anticipó que, de aprobarse en sus términos la reforma que validaron Morena y sus partidos satélites en la madrugada del 7 de diciembre, puede ponerse en riesgo la calidad técnica de las elecciones del país, y con ello la gobernabilidad democrática que se ha conseguido después de tantos años de luchar por la democracia.
Explicó que las propuestas legislativas atentan contra la certeza y la calidad de los procesos electorales, ya que al “eliminar indiscriminadamente plazas del Servicio Profesional, fusionar estructuras que tienen dinámicas de trabajo intensas, diversas y en ocasiones sobreexpuestas en el tiempo y aumentar el número de boletas que recibirán los presidentes de las casillas son, entre otras, medidas que claramente no contribuyen a la certeza de los procesos electorales y que ponen en riesgo el sistema electoral”
Edmundo Jacobo, secretario Ejecutivo del INE (cargo que podría desaparecer con la reforma a las leyes secundarias propuesta por Morena) reconoció que el país atraviesa un momento de incertidumbre, pero aseguró que las autoridades electorales coordinan los esfuerzos institucionales para garantizar a la ciudadanía que su voluntad será respetada en las urnas.
Por eso las elecciones de 2023 que en el Estado de México y en Coahuila adquieren una importancia extraordinaria, porque no sólo está en juego el futuro de casi 20 millones de personas, ni el futuro de algunos partidos políticos que van por su permanencia en el ámbito político-electoral, sino el destino de las instituciones electorales y, como consecuencia, de la democracia en nuestro país.
Aun con el ambiente enrarecido por la reforma electoral, Lorenzo Córdova afirmó que el INE y los organismos electorales locales del Estado de México y de Coahuila garantizarán que las próximas elecciones cumplan con todos los estándares de calidad y certeza que han distinguido los comicios y que la ciudadanía pueda emitir su voto en libertad y que los sufragios serán contados y respetados puntualmente. Que así sea por el bien de la democracia y la paz social en el país.