Hace una semana, fuimos testigos de lo que la división y el encono pueden ocasionar, es terrible hasta donde ha escalado el discurso de odio al que somos expuestos todos los días, desde un espacio en el que según los expertos 58.8% de lo que se expresa no se puede probar, así el nivel de simulación que se ha convertido en polarización. Hay una falta total de responsabilidad ante el alcance que puede lograr la comunicación pues ninguna palabra es inocente, ¿el resultado?, las recientes imágenes de la quema de una figura de la Ministra Norma Piña, una violencia simbólica que nos violenta a todas y todos, sobre todo en el contexto actual de nuestro país, donde desaparecen mujeres y son encontradas muertas, como cosa de todos los días.
México es uno de los lugares más inseguros DEL MUNDO, 9 de las 10 ciudades más violentas del mundo se encuentran en nuestro país, semana tras semana rompemos deshonrosos récords de homicidios, tan solo en las dos primeras semanas de marzo se registraron mil 76, 72 vidas perdidas DIARIAMENTE, feminicidios, secuestros, desapariciones y asaltos, se han elevado alarmantemente en los últimos 5 años. Por si esto no fuera suficiente, hace unos días, los medios se llenaron de las imágenes de dos niñas golpeándose, mientras eran grabadas ante la nula capacidad de asombro de sus compañeros, el desenlace fue fatal, pues una de ellas perdió la vida. A esto se ha reducido la vida de nuestros jóvenes, muchos expuestos a violencia intrafamiliar, muchos otros, encerrados ante la nulidad de seguridad para poder salir a divertirse, por el miedo a no regresar.
No podemos ser indiferentes ante esta situación, la peor forma de enfrentar un problema es cerrar los ojos ante él, la actual administración podrá negarlo y manifestar otros datos, pero el llanto de las madres y los huérfanos, la preocupación y miedo de las familias mexicanas son una realidad que los ha rebasado, la incitación a la violencia, los discursos de odio, las erráticas “estrategias”, hoy tienen a nuestro país envuelto en dolor.
Nuestra manera de percibir el mundo depende en gran medida de como se presenta la información, de nuestra comunicación, de nuestra capacidad de convencer y conmover, pues el 80% de nuestras decisiones se toman con las emociones, en este sentido es importante, tomar conciencia y volvernos expertos en practicar la empatía, la solidaridad y el amor, no hay espacio pequeño para hacer el bien, desde nuestro pedacito de tierra hagamos de nuestras palabras un bálsamo de paz, puentes que unan y acciones que convenzan y transformen. ¡Basta ya de violencia, basta ya de división! México merece paz.
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