Las ciudades satélite que impedirían que la creciente capital del país se convirtiera en una conurbación saturada y antisocial fue un fracaso por las políticas urbanísticas echadas al archivo muerto u olvidadas ante el creciente interés comercial que impusieron inmobiliarias corruptas.
A partir de ese fracaso se fueron creando pequeñas subciudades producto de los arrabales de la Ciudad de México y ante una creciente demanda de vivienda también generada por una consta migración del campo a la gran urbe las inmobiliarias vieron el brillo del oro para sacar raja y empezó con ellas la construcción de viviendas con espacios raquíticos y diseños urbanísticos que deprimen la movilidad.
Ciudad Satélite, Ciudad Nezahualcóyotl, que entre otras eran parte del proyecto de ciudades satélite para evitar la conurbación de la megalópolis quedaron inmersas en la despiadada urbanización que convirtió al principal valle del país en una selva de concreto abrumador, antiecológico e inseguro.
Graciela de Garay, especialista del Instituto Mora, recuerda las palabras del gran diseñador y urbanista Mario Pani que pensar en vivienda es pensar en una ciudad. En su artículo Cultura a domicilio en la moderna ciudad de México, el multifamiliar Alemán apuntes para un balance (1949-2000), cita que el Centro Urbano Presidente Alemán, conocido como el “Multi” fue también (con éxito) parte de un proyecto bien diseñado de una ciudad al margen de la gran ciudad.
En su obra, como parte de una ponencia para el libro Miradas Recurrentes II la ciudad de México en los siglos XIX y XX, coordinado por María del Carmen Collado, precisa que con respeto a la naturaleza y al derecho digno humano de movilidad el diseñador del “Multi” innovó por primera vez en México la construcción de un multifamiliar con un 75 por ciento de su construcción para áreas verdes y arboladas.
Ese proyecto como el de los años 1960 con la construcción de la Unidad Habitacional San Juan de Aragón para familias de escasos recursos, con casas con jardines, cochera, áreas verdes entre avenidas, centro social, cine, salón de fiestas, bosque con lago, zoológico, camellones arbolados, amplias avenidas, con el entonces regente Ernesto P. Uruchurtu, quedaron en un sueño de la línea urbanística sentada en Francia con el arquitecto y urbanista Le Corbusier, maestro de varias generaciones de arquitectos e ingenieros salidos de la UNAM y el IPN.
Hay una experiencia a retomar y tomar de ella lo mejor con el gobierno de la maestra Delfina Gómez Alvares, pues la conurbación con 59 municipios cercanos a la Ciudad de México y otras regiones de la entidad sigue imparable y mal diseñada.
*Presidente de la ONG Franature
