En el encuentro realizado en el Zócalo de la Ciudad de México, para conmemorar los cinco años del triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador, la maestra Delfina Gómez Álvarez, virtual gobernadora mexiquense, tomó el micrófono y se dirigió a los miles de asistentes morenistas que celebraban este hito político. El entusiasmo era evidente, fue recibida con una gran ovación.
Se esperaba un reconocimiento por parte de López Obrador hacia Gómez Álvarez por su victoria en el Estado de México; sin embargo, nadie imaginaba que ella tendría el uso de la palabra en este evento masivo al que asistieron todos los gobernadores y gobernadoras morenistas.
En su discurso, Delfina Gómez resaltó que la transformación de México no puede detenerse, sino que debe acelerarse y llegar también al Estado de México, la entidad que ella gobernará próximamente. Manifestó la importancia de trabajar de la mano del pueblo para llevar a cabo este cambio verdadero y llevar el bienestar, la justicia y la felicidad a los 18 millones de mexiquenses.
Ahí, las y los otros 22 mandatarios del movimiento fueron testigos: la maestra tiene la deferencia y cariño del presidente desde hace mucho tiempo y el Estado de México será especial, más, mucho más, de lo que ya lo era con Alfredo Del Mazo. Gómez Álvarez destacó que el pueblo mexicano ha dejado atrás el individualismo impuesto por la era neoliberal, abriendo paso a una nueva conciencia colectiva.
En este sentido, la maestra enfatizó que la transformación, que ha echado raíces en millones de hogares mexicanos, en los últimos cinco años ha dado lugar a una revolución profunda en la historia del país. Sostuvo que servir a los semejantes y dejar atrás la corrupción son los pilares fundamentales para avanzar y construir una sociedad más justa y feliz.
Delfina Gómez Álvarez se presenta como una figura clave en la continuación del proyecto de transformación liderado por el presidente López Obrador. El Estado de México será fundamental en el resultado del proceso electoral presidencial de 2024. Pero, además, los ojos estarán puestos en su gestión y en cómo logrará gobernar a esta entidad en la que por casi 100 años ha gobernado el PRI y con una gran problemática social por su gran complejidad territorial y población.
El presidente Andrés Manuel López Obrador prácticamente realizó un informe de gobierno. Volvió a llenar el Zócalo, aunque ahora con el sillerío, evidentemente, era menos la asistencia. Es claro que no porque no pudiera, sino porque no quiso.
Dio algunas cifras en cuestiones de seguridad. Habló de la Comisión Federal de Electricidad, del Tren Maya, criticó a la oposición, etc. Andrés Manuel está, a un año de cerrar su administración, en una consolidación de su movimiento con el triunfo que logró en el Estado de México. Su próxima tirada: ganar la presidencia e irse tranquilamente a descansar a su rancho, o donde quiera hacerlo. Y está por lograrlo.
