Un México democrático con paz y progreso es una legítima aspiración de una sociedad que ve como se viene destruyendo al país, el que era sostenido por sus instituciones. Aún no ha llegado la destrucción a los cimientos que somos los ciudadanos constituidos en sociedad, de donde ha de arrancar la reconstrucción del Estado Mexicano herido, pero no acabado que se cimbra con cada golpe a las instituciones o crímenes horrendos que ocurren en el país.
La ciudadanía organizada ha salido a las calles en momentos diferentes de los últimos años a hacer escuchar su voz exigiendo justicia. Hoy parece que algunas van recuperando la esperanza, pero tienen miedo que una vez más la política sólo las haya usado y su vida siga igual o peor después de las elecciones de 2024 con las dos coaliciones cuya elección y triunfo mantiene a los mexicanos interesados, esperanzados y con la suspicacia a flor de piel.
Procesos novedosos como el del Frente Amplio por México se enfrenta al recio Movimiento de Regeneración Nacional que también ha sido complejo. En uno y en otro, no todos los ciudadanos se sienten incluidos, pero al final sólo quedará la decisión del único elector que impondrá su voluntad original.
Son procesos complejos para una sociedad que cambia. Se teme al clientelismo extremo y a los acuerdos, lo que preocupa a los grupos esperanzados. Xóchitl ya debe saberlo.
Democracia manchada por los intereses de las organizaciones delincuenciales hacen oír su voz, toman rehenes y deciden candidatos. Lo vimos en las elecciones intermedias de 2021. Estructuras regionales poderosas retuvieron e impusieron candidatos. El narco manda.
Habría que considerar, asimismo, la opinión de nuestro principal socio comercial, a cuyo embajador, Ken Salazar, ya se le ve poco en Palacio Nacional, como ocurría en el pasado reciente. Y que mientras el Panel con Estados Unidos de América y Canadá sobre el maíz transgénico sigue su difícil curso, el que se traducirá en aranceles a algunas de nuestras exportaciones que le costarán a México miles de millones de dólares, los procesos de selección de candidatos de las coaliciones están llegando a su meta.
