El presidente Andrés Manuel López Obrador y el todavía ese día gobernador Alfredo Del Mazo Maza, acompañados por Delfina Gómez Álvarez, ya hoy gobernadora constitucional del Estado de México, inauguraron el primer tramo del Tren Interurbano México-Toluca. Exactamente el 15 de septiembre, último día de gestión de Del Mazo.
El anuncio de la puesta en marcha de “El Insurgente”, nombre que le dio López Obrador, llega como una bocanada de aire fresco para el transporte en el Valle de Toluca y así lo demuestran las grandes filas que se registran en estos tres primeros días de servicio de los cuatro vagones.
Pero no hay que dejar de lado que, a medida que "El Insurgente" avance en su trayectoria, es imperativo que los gobernantes recuerden que más allá de los rieles y vagones, el corazón de este proyecto son los ciudadanos que lo utilizarán día tras día. Ellos, con sus experiencias y testimonios, serán el verdadero termómetro de su éxito o fracaso.
Esperamos que este "Insurgente" cumpla con las altas expectativas y no quede relegado como una mera escenografía política en la historia de México. Por lo menos en estos primeros días se han visto escenas que anunciamos desde el mes de julio iban a pasar. Una de ellas, que sería un gran problema para usuarios en la época de lluvias y así lo vimos. Verdaderas regaderas se formaron en las estaciones. Las personas en las largas filas en espera de trasladarse de Zinacantepec a Lerma o Metepec, no tenían como guarecerse de la torrencial tormenta.
¿Es esto un genuino paso adelante o solo un mero acto de pirotecnia política? Es decir, el hecho de que se haya inaugurado el último día de gestión de Alfredo Del Mazo generaba escepticismo respecto de que estuviera en condiciones de ponerse en marcha. Quedó demostrado que, en efecto, faltaba mucho por hacer. Ahora, corresponderá al nuevo gobierno hacer la gestión, o presionar, para que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, o a quien corresponda, haga lo necesario para tener un buen servicio.
En este mes el traslado será gratuito, después se cobrará 15 pesos. Pero ¿cómo se pretende cobrar un servicio en estas condiciones?
Alfredo Del Mazo y el Presidente López Obrador arrancaron con el proyecto en la primera etapa hablando de su envergadura. Pero, si bien los beneficios tangibles son indiscutibles —como la generación de empleos y la inversión en infraestructura —, hay que ser cautelosos. Las obras de esta magnitud no solo se miden por su impacto inicial, sino por su sostenibilidad, eficiencia y verdadero valor a largo plazo para la ciudadanía.
El hecho de que la presentación se diera en el ocaso de la administración de Del Mazo provocó recelo en muchos sectores. Pareciera que el tren era un intento por cincelar un legado, más que responder a las reales necesidades de transporte del Estado de México. Ojalá no sea así y pronto se vea un transporte de primera calidad, que responda a lo que dijo Jorge Nuño Lara, Secretario de SCT, que posiciona a México en las "grandes ligas" del transporte interurbano.
Pero en realidad, la verdadera eficacia se verá reflejada en la rutina diaria de los ciudadanos, en su satisfacción y en la agilización real del tránsito. Pero la inversión de 35 mil millones de pesos y la generación de más de 24 mil empleos dan fe del alcance del proyecto y es por ello que no deben dejarlo como está y que nadie lo utilice. Ya lo dijeron los propios ingenieros, tener parados los vagones representa un costo altísimo porque se van echando a perder.
Jorge Mendoza Sánchez, Director General de Banobras fue quien anuncio que se ofrecerá el servicio de manera gratuita durante el primer mes y después será de 15 pesos. Se hablaba que podría costar hasta 70 pesos, pero eso sería algo imposible de costear para la población.
Queda claro que cuando una obra o proyecto inicia, siempre salen los vicios ocultos, pero en este caso no se les puede llamar así. Ya estaba anticipado. Pero en fin, esperamos que pronto se resuelva.
