Como era de esperarse, una vez más el presidente de México (¿?), Andrés Manuel López Obrador, volvió a hacer de las suyas pues cree que con 61 mil millones de pesos pretende reconstruir al puerto de Acapulco, cuando varios empresarios y especialistas, han dicho que se requieren 270 mil millones de pesos para levantar en un mínimo de dos años y vuelva a ser aquel Paradisiaco Puerto que ha albergado a millones de turistas nacionales e internacionales.
Recordemos que en la madrugada del pasado miércoles 25 de octubre, el huracán Otis categoría 5 se incrustó en las costas del pacífico mexicano despedazando todo el Puerto de Acapulco, dejando sin patrimonio a un millón de habitantes, (que incluye casas, muebles, ropa, además causando severos daños los 300 hoteles, en todos los centros comerciales, en todas las tiendas de conveniencia, en todos los restaurantes y todo lo que encontró a su paso.
Como es su costumbre, el inquilino de Palacio volvió a mentir, pues el mismo día del desastre declaró que existía el suficiente presupuesto para hacerle frente al huracán y reconstruir Otis; no olvidemos que sus esbirros diputados federales morenistas y sus rémoras petistas y verdes ecologistas autorizaron la desaparición de 109 fideicomisos que sumaban un total de 64 mil millones de los cuales 31 mil millones de pesos eran del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), que tenía 31 mil mdp.
Pero que cree -apreciable lector- el “mago” López Obrador quiere reaparecer dicho Fondo a través de los 15 mil millones de pesos de los 13 de 14 fideicomisos que arbitrariamente despojaron al Poder Judicial sus sometidos diputados y sus rémoras, (arriba citados), siguiendo por supuesto las instrucciones de su amo, quienes hace 15 días votaron a favor para seguirle engrosando las dádivas con fines electoreros que el macuspano entrega “como programas sociales” (¿?), a habitantes que tiene “maiceados”.
A 13 días de Otis, hemos visto a Andrés Manuel López Obrador irritado, de piel irascible y defenderse a ultranza en sus mañaneras de los medios de comunicación “vendidos” y de personajes “conservadores”, que lo han atacado por los yerros cometidos por el propio Amlo y de las ineptas Evelyn Salgado y Abelina López Rodríguez, gobernadora de Guerrero presidente municipal de Acapulco respectivamente, por supuesto, que los tres son de integrantes de Morena.
El tabasqueño se ha victimizado por la tragedia, por sus inacciones, por el la exhibida que le dieron en los medios y en las “benditas redes sociales”, como el mismo las catalogó, cuando no pudo pasar por carretera en su camioneta y posteriormente atascarse el vehículo militar que supuestamente lo iba a transportar hasta Acapulco y ¡zas!, se atascó, tuvo que descender y caminar sobre el lodazal varios metros, hasta que por fin una camioneta de un particular lo llevó a su destino. Las imágenes son las fieles testigos del ridículo que hizo el inquilino de Palacio y parte de su gabinete.
Los tres niveles de gobierno demostraron que no están capacitados para sacar adelante al millón de habitantes de Acapulco en una tragedia como la que ocasionó Otis, han sido rebasados por la sociedad civil.
No podemos dejar de lado, que el huracán Otis, saco a relucir el nivel de soberbia, de autoritarismo, de incapacidad, de ineptitud y de insensibilidad del tabasqueño. Existe información fidedigna que el Centro de Huracanes de Estados Unidos estuvo informando oportunamente de la fuerza y la magnitud que Otis tomaba horas antes de impactarse en el puerto acapulqueño, por lo que el jefe del Ejecutivo estaba enterado al respecto y no giró las órdenes necesarias para tomar las medidas preventivas y no los agarrara desprevenidamente a todos los habitantes, pero que lamentablemente así fue; únicamente Amlo por la noche publicó un tuit en su red X.
El mandatario ha sostenido a lo largo de su gestión que no los comparen con los anteriores regímenes, porque ha dicho hasta el cansancio que no son iguales y tiene toda la razón no son iguales, son peores.
El huracán Otis puso en evidencia -una vez más- a Amlo, a Morena y a su mal llamada y decadente cuarta transformación, los tres niveles de gobierno, el federal, el estatal y el municipal demostraron la incapacidad (el principio de Peters), que tuvieron para hacerle frente a este fenómeno natural que los paró de cabeza y los evidenció y lo sigue haciendo, pues hasta hoy, no han llegado a todos los pobladores de Acapulco, que siguen careciendo de lo más elemental, alimentos y agua, ya no digamos de la recuperación de sus hogares y pertenencias.
Los pretextos, las injurias, las agresiones, la reacción a destiempo, así como la falta de respuesta oportuna de este gobierno lo han exhibido en todos los ámbitos, han demostrado que nunca han en estado a la altura de las circunstancias ni de ser una administración eficiente ni eficaz, es un gobierno que se ha manejado a base de calumnias, de decir verdades a medias, de injuriar a sus adversarios
Todos los anteriores presidentes y regímenes neoliberales -como- los cataloga López Obrador, previnieron a tiempo a los habitantes en donde iban a entrar hubo los huracanes (Acapulco, Cancún), ponían en marcha de inmediato el Plan DN-III para que el Ejército entrara en acción para apoyar a los habitantes afectados y ellos mismos como Felipe Calderón, Enrique Peña recorrían a pie las zonas inundadas en compañía de parte de su gabinete para darse cuenta y supervisar el apoyo que requerían los ciudadanos afectados.
Pese a lo que siga afirmando el tabasqueño, los gobiernos anteriores que también le fallaron a los mexicanos, al menos en catástrofes fueron eficientes, sacaron la casta y apoyaron a los afectados por los fenómenos meteorológicos que azotaron en su momento a estos puertos.
Hoy por hoy, López Obrador y su régimen han demostrado impreparación, debilidad, flaqueza, porque el jefe del Ejecutivo ha tomado todas las decisiones desde que tomó posesión el primero de diciembre de 2018 y por eso el contundente fracaso de su gobierno.
Efectivamente Otis fue un huracán categoría 5 que devastó el puerto de Acapulco, ha dejado más de 50 muertos y decenas de desaparecidos más los que faltan y multimillonarios daños económicos, una tragedia .
Se requieren de 270 mil millones de pesos para reconstruir el paradisiaco Puerto Acapulco y no los 61 mil millones de pesos que Amlo ha propuesto y puede tardar un mínimo un par de años, esperemos que el mandatario escuche a la brevedad a alguien de su equipo de trabajo, que lo hagan entrar en razón que le hagan ver que Andrés Manuel López Obrador no es ni ha podido ser el hombre Estado, quien ha realizado las autoritarias decisiones que lo han llevado al rotundo fracaso.
