Iniciaban los trabajos de limpieza y dotación de los servicios básicos a Acapulco cuando el Río Coyuca que corre por Coyuca de Benítez se desbordó, a consecuencia de la tormenta y lluvias posteriores derivadas del huracán Otis. Este segundo municipio, después de Acapulco al que se declaró zona de desastre, dejando fuera a otros más que también fueron afectados. Ni un peso del presupuesto de la federación, recientemente aprobado, se destinó, a la tragedia de Acapulco y los municipios aledaños, ya sin el FONDEN ni los recursos necesarios para atenderlos.
La sociedad civil, sin embargo, se organiza y solidariza. Se reconstruye el tejido social a fuerza de conciencia y dolor. La tragedia saca a muchos a quienes no les había tocado, de su zona de confort: donan, hacen, visitan, generan ideas, tratan de recuperar una relación dolida y de convertir la inenarrable circunstancia en oportunidad. Se lleva la ayuda más allá de Acapulco. Se va transformando el abandono en apoyo ciudadano.
La violencia que de suyo se vivía en Guerrero con los grupos delincuenciales y se exportaba a los otros estados, pasando por la zona turística de Acapulco nos obligó a volver la mirada hacia la entidad cuyas autoridades omisas no se han ocupado del tema, dejando espacio a la atención de la sociedad que está encontrando la forma de apoyar, como lo ha hecho siempre; de crear espacios autogestivos: primero resolviendo la sobrevivencia en términos de techo, alimentación y medicamentos, después presionando el apoyo de la autoridad.
El Presidente López Obrador se olvidó que “por el bien de México primero los pobres”, y los pobres de Guerrero, de Coyuca y los otros municipios qué. Dónde está su presencia. ¿Teme que queden al descubierto los vínculos de Félix Salgado, el senador, o darse cuenta del tamaño del fracaso? ¿A qué le teme?: a la ineficiencia de autoridades como Evelyn Salgado, la gobernadora, que es un cero a la izquierda en el peor momento del Puerto. ¿Por qué no se ha mostrado usted entre la gente Presidente? Qué espera, esta es la prueba de fuego para el 2024.
Los espacios vacíos de la autoridad los está ocupando el crimen organizado.