Tres o cuatro veces se asomó el Presidente López Obrador por Acapulco. No recorrió el puerto ni habló con las víctimas. Extraño en alguien que profesa una religión que se ocupa de los demás. Simulación, verdad o mentira. Temor o falta de soluciones. Show o temor en búsqueda de la foto precisa. No ha habido control de daños. Como país no fuimos solidarios con Ucrania, no lo fuimos con Gaza. Ahora nadie viene por Acapulco, el que solía ser paraíso de propios y extraños.
La solución a Acapulco no ha llegado. Se van resolviendo unos cuantos problemas, en mucho impulsado por los acapulqueños y los grupos organizados de la sociedad. Y qué decir de los municipios que le siguen olvidados como Coyuca de Benítez, General Eliodoro Castillo, San Miguel Totoloapan, Ajuchitlán del Progreso, Petatlán, Atoyac de Álvarez, Benito Juárez, Xaltianguis, Tecpan de Galeana. De estos municipios se ha contado poco, se ha hecho menos. Los muertos están ahí, en el mar, en el río y los arroyos; a un lado y abajo. La agencia NOOA de EUA que sobrevoló Acapulco y los ejidos destruidos de la sierra, de acuerdo a lo que señala Jesús Silva Herzog Márquez, como otros, en relación a los muertos, da cuenta de más de tres mil muertos en el puerto y sus alrededores. ¿Por qué el olvido Andrés? Guerrero vivirá más que tu pero no se olvidará de tu indiferencia y desgobierno. Nadie orará por ti.
México se está transformando sí pero no como la Cuarta Transformación previó sino por el cambio climático y el social, y Acapulco es la punta de lanza del desastre, de la transformación que olvida. La sociedad hace lo que puede, pero no alcanza. Seremos cada día más una sociedad más fuerte, organizada y decidida para alcanzar nuestras metas: reconstruir Acapulco, Chiapas, Veracruz, Sinaloa, la CdMx, el mismo ciudadano, y lo que sea necesario, pero lleva tiempo, trabajo, recursos y mucha solidaridad, conducida por la planeación, el liderazgo y el presupuesto Presidente.
Acapulco es la fotografía del México de hoy: de lo que fue, lo que es hoy y lo que puede llegar a ser. Lo que ocurre en Tepito, en Ecatepec, en Sinaloa, en las carreteras: desastres, masacres, inseguridad, indiferencia como en el Puerto de Acapulco: olvido de la autoridad.