Un potente gobierno se advierte que podría ser el de México 2024-2030 con cualquiera de las dos mujeres postuladas para ser Presidentas de la República, imbuidas por su amor a México que hacedoras y practicantes de la política que preparan y operan planes y programas con base en la transformación o en el cambio de corazón en las entidades soberanas que integran la federación de este magnífico México, lo harán cualquiera de las dos candidatas postuladas.
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez en diferentes ramas del hacer público saben que sólo el conocimiento puede devolverle a México su grandeza, los principios, planes y proyectos basados en estudiar y actualizarse en paralelo a lo que ocurre en el mundo, llegarán a alcanzar las metas y desarrollo exitoso del país, asimismo, que es fundamental para su crecimiento, ahí donde la visión de la educación define modelo, tesis, algoritmos, a fin de ser apto o apta en el manejo en cada uno de los temas que integrarán el hacer gubernamental.
La educación, sin duda, como los otros temas, enfrentan actualmente un choque de paradigmas tecnológicos en educación, economía, seguridad, movilidad; nuevos modelos de transporte, participación en la neotecnología espacial, vamos, todo aquello que defina el futuro del país y en ello el del quehacer político.
Si queremos justicia, progreso, una relación homogénea con los otros países del orbe nos hacen falta muchos escalones por subir.
Claudia y Xóchitl son mexicanas y representan a mexicanos con un mismo origen e identidad, transformación o cambio, progreso o regeneración para el futuro de México pasa por un nuevo sistema educativo transversal de capacidades, habilidades, inserción; ejemplos existen: Angela Merkel, Margaret Thatcher, Indira Gandhi y casos en el mundo de mujeres que han gobernado magistralmente a su Patria.
Futuro, inteligencia artificial y la actualidad moderna en dos o tres idiomas tendrían que ser paradigma para que se desarrollen modelos para el futuro del país.
Sea Claudia o sea Xóchitl, la Patria es primero.