Están pasando muchas cosas en la Universidad Autónoma del Estado de México y la gran mayoría tiene una mala percepción, tanto al interior como al exterior. El rector ha resultado ser un funcionario con poco carisma, con poca credibilidad, pero peor aún, con poco control entre su círculo cercano, que al parecer cada uno actúa más de forma visceral que con lógica.
Mucha saliva ha gastado el rector de Máxima Casa de Estudios en la entidad en hablar de los recursos y se queja que no le alcanza el presupuesto, incluso no debemos olvidar que hizo un amago para empezar a cobrar el pasaje en el Potrobus, algo que finalmente se resolvió gracias a la intervención del gobernador, Alfredo del Mazo.
Si tanto se queja el rector acerca de las finanzas que guarda la institución, es lógico formularse la siguiente pregunta ¿Por qué no manda hacer hacer una auditoria con un consultor externo para que salga a la luz la respuesta a la mala situación económica que guardan?
Si la Universidad no tiene recursos para cumplir con sus compromisos, nadie creería que es un problema que se presentó en los últimos meses, esto viene de mucho tiempo atrás. Una auditoria externa sería la solución, pero llama la atención que si el problema es conocer sobre la aplicación de los recursos, el rector solo tenga una auditoria el año pasado.
Alfredo Barrera tampoco para con su discurso sobre sanear las finanzas de la institución y una de las soluciones que ha encontrado tiene que ver con la reducción salarial de sus trabajadores de confianza y quitar algunas prestaciones a los que laboran con una plaza.
En este caso sería interesante saber cómo le hizo el rector para bajar el salario hasta en 15 por ciento a sus trabajadores de confianza. Supuestamente la reducción se hizo de común acuerdo. ¿En serio algunos de sus empleados llegaron y dijeron, “señor rector yo ganó mucho dinero, así que estoy de acuerdo con que me baje el salario”?
Supuestamente existe una carta de consentimiento firmada por los servidores universitarios para que les bajaran el sueldo, algo que muchos niegan y dicen no haber firmado, el descuento llegó sin avisar. O era aceptar o firmar su renuncia.
Otra cosa que no queda clara es: si el rector tanto se queja por el déficit de 767 millones de pesos con el que trabaja y sobre el manejo de los recursos, Cómo es posible que mantenga al mismo secretario de administración que laboraba con Jorge Olvera?
¿Quién sería uno de los culpables de todos los beneficios que tienen los trabajadores? ¿Quién es el que le dice al rector que el dinero ya no alcanza? ¿Quién le autorizó a comprar una camioneta de más de un millón de pesos, con el costo de mantenimiento más alto del mercado?
El mismo que le llevaba las finanzas al último rector y que ahora es de los intocables.
Por último, ya mucho se ha comentado acerca de la poca empatía que tiene Alfredo Barrera con sus equipos deportivos, pero el colmo ya es que en su afán de no gastar ni en el personal de intendencia, ahora no quiera pagar lo básico para el equipo de futbol americano
La deuda con uno de los equipos más representativos es de más de un millón de pesos, tan solo en adeudos a la liga ONEFA y con los proveedores.
Si no le gusta el deporte, nada se le puede reprochar, pero si no cumple con una de las partes medulares en la formación de sus estudiantes ya es otra cosa. Por resultados no se puede quejar, varios campeonatos incluido el de categoría mayor.
Sobre el deporte hablamos el martes próximo.