¿Qué es el trauma complejo o C-PTSD?

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¿Qué es el trauma complejo o C-PTSD?

Jueves, 07 Marzo 2024 02:53 Escrito por 
Marcela Hernández Montiel Marcela Hernández Montiel Visión Holistica

“El trauma no es lo que te sucede. El trauma es lo que sucede dentro de ti como resultado de lo que te sucede”. - Gabor Mate

El trauma es la respuesta de alguien a un evento profundamente aterrador o dañino que le impide afrontarlo. El trauma complejo se define como la respuesta a un entorno de peligro continuo en el que uno nunca se siente seguro. Esta respuesta señala constantemente una respuesta de estrés como luchar, huir o congelarse. Afecta todos los aspectos de una persona: sus cuerpos, sus relaciones, su cerebro y su capacidad para tener una conexión espiritual. Se han identificado 60 características del trauma complejo que pueden ayudarte a entender cómo pudo haberte afectado.

LAS 60 CARACTERÍSTICAS DEL TRAUMA COMPLEJO

El trauma complejo crea un instinto interno de mantenerse a salvo a toda costa. Nuestros cerebros están programados para protegernos incluso si una situación no es peligrosa. Esto afecta las decisiones que tomamos, la forma en que nos vemos a nosotros mismos, nuestros hábitos y las reacciones físicas e instintivas de nuestro cuerpo ante las circunstancias.

Muchas de estas 60 características son ciertas para la mayoría de las personas. ¡Revisa la lista y ve cuáles se adaptan a ti! Si te identificas con todas ellas, o solo con algunas, verás que el Trauma Complejo nos afecta a todos de alguna manera, lo cual es empoderante, curativo y un lugar maravilloso para comenzar a trabajar en ti mismo/a.

1. Cambio de prioridades.
La seguridad se convierte en nuestra máxima prioridad. Tenemos miedo de cosas que puedan hacernos daño. Esto conduce a un exceso de precaución y desconfianza con los demás, poco o ningún “amor” y malas relaciones.

2. Miedo a salir lastimado.
Evitamos el dolor a cualquier precio. En el pasado ha habido mucho dolor y no hay solución para detenerlo.

3. Miedo al cambio.
Nos gustan nuestras rutinas y no nos gustan los cambios por miedo a salir lastimados. El pensamiento nos paraliza y nos impide actuar.

4. Miedo a lo desconocido.
Preferimos permanecer en una situación insalubre y abusiva que irnos y adentrarnos en lo desconocido. “Al menos sé qué esperar en esta situación. Podría ser peor…"

5. Miedo al fracaso.
En un hogar insalubre nos castigan por no hacer las cosas a la perfección. Para evitar el dolor y la humillación, no intentaremos nada nuevo.

6. Miedo al éxito.
Cuando las cosas van bien, sentimos miedo porque no estamos acostumbrados. Creemos que no durará y que el resultado será peor que antes.

7. Queremos tener esperanza pero tenemos miedo de tener esperanza.
¡Cuántas veces nos han aplastado la esperanza! Tenemos miedo de tener esperanzas debido a promesas incumplidas: papá promete no beber, pero lo hace de todos modos.

8. Mentalidad negativa y crítica.
Buscamos cosas negativas en las personas y en las situaciones y planificamos el peor de los casos para protegernos de la decepción.

9. Deseo de volver a las viejas costumbres.
Las situaciones desconocidas son confusas, generan oposición y dificultan el manejo de todos estos cambios. Creemos que es más fácil volver a la antigua y cómoda forma de vida.

10. Problemas de ansiedad.
Si vivimos en un entorno que no es seguro, vivimos en un estado constante de miedo o pánico. La ansiedad es importante: nos indica cuándo estamos en peligro. Se convierte en un problema cuando no se 'apaga' cuando estamos a salvo.

11. No lidias bien con el estrés.
El estrés es normal cuando estamos sobrecargados o presionados por el tiempo. Si no aprendemos a lidiar con el estrés, nos sentimos mal, lloramos y adormecemos nuestras emociones.

12. No lidias bien con los conflictos.
Aprendemos desde el principio que el conflicto significa peligro. No sabemos cómo es un conflicto saludable y le tenemos miedo. Un conflicto saludable implica comunicación y resolución.

13. Depresión.
Sentirse triste durante uno o dos días es normal. Si dura más, es posible que necesites hablar con alguien. La depresión extrema nos hace sentir que ya no queremos estar aquí.

14. Pensamiento distorsionado.
No vemos con precisión lo que está pasando. Reinventamos y distorsionamos los acontecimientos para que se ajusten a cómo queremos verlos, somos blancos y negros en nuestros juicios y saltamos al peor de los casos.

15. Hipersensible a la falta de respeto.
En nuestra familia, nuestros padres no tenían por qué respetarnos. Nos sentíamos insignificantes, avergonzados, humillados, intimidados, menospreciados y burlados, y ahora leemos falta de respeto en todo.

16. Hipersensible a las críticas.
Cuando los padres critican constantemente a los niños, piensan que algo anda mal con ellos. Los niños desarrollan una visión negativa de sus propias capacidades.

17. Nos juzgamos a nosotros mismos con dureza.
Nuestra experiencia con el fracaso es un castigo. Aprendemos a hacerlo bien la primera vez o a no intentarlo en absoluto. Nos castigamos por no hacer bien algo nuevo la primera vez.

18. Cómo usamos nuestra autoridad.
Cuando nos dan una posición de autoridad abusamos del poder. Actuamos como las personas que juramos que nunca seríamos. Nuestro único ejemplo de cómo se maneja la autoridad es equivocado.

19. Operamos con un doble rasero.
Dos conjuntos de reglas, una para la persona más fuerte o mayor y otra para todos los demás.

20. Complacer a la gente.
Prosperamos con los elogios y la validación de otras personas. Hacemos cualquier cosa para que ganar el amor de otras personas y las hacemos dependientes de nosotros.

21. Falsa culpa.
La verdadera culpa es sentir remordimiento por algo que hemos hecho. La falsa culpa es sentir remordimiento por el comportamiento de otra persona: "¡Mira lo que me obligaste a hacer!"

22. No sabemos quiénes somos
Pasamos mucho tiempo escondidos detrás de paredes y usando máscaras. No tenemos idea de quiénes somos realmente.

23. Adicto al caos o a conductas arriesgadas.
Al crecer, el caos era nuestra normalidad. Vivir una vida normal y tranquila puede parecer aburrido. Necesitamos comportamientos riesgosos que nos den el drama al que estamos acostumbrados: crimen, deportes extremos o violencia.

24. Grandes comienzos, malos finales.
No importa cuál sea el objetivo, algo sale mal en el plan y casi siempre es culpa de otra persona.

25. Enfoque en gratificación instantánea.
Queremos algo que nos haga sentir bien en este momento. Nada es de interés a menos que proporcione una gratificación instantánea. Es nuestra única manera de lidiar con el dolor.

26. impulsivo.
Actuamos en el momento con poca o ninguna consideración por los efectos a largo plazo.

27. Prometer más de lo que podemos cumplir.
Nos sentimos motivados y nos apuntamos a hacer demasiadas cosas. Luego nos sentimos abrumados por los nuevos compromisos: nos cerramos y no podemos hacer lo que prometimos.

28. Problemas de ira.
Algunos de nosotros nos negamos a enojarnos y lo reprimimos, preparándonos para una gran explosión. Convertimos la ira en un arma y se convierte en algo que no podemos controlar y que nos asusta.

FORMAS DE AFRONTARLO

29. Adormecer y evitar.
No permitiremos ninguna emoción incómoda. Usamos distracciones/adicciones para escapar de nuestras emociones cuando la única forma de deshacernos de estos malos sentimientos es experimentarlos plenamente.

30. Decir mentiras.
Mentimos incluso cuando es igual de fácil decir la verdad. Aprendemos a mentir para sobrevivir y proteger lo que realmente hay dentro de nosotros. La culpa de mentir alimenta nuestra vergüenza.

31. Relleno emocional.
Tres reglas: no hables, no sientas, no confíes. Hemos aprendido a ocultar nuestro dolor para mantenernos a salvo. Reprimimos las cosas que nos hacen sentir vulnerables o débiles.

32. Escape a través de la fantasía.
Algunas personas crean un mundo imaginario en el que "salen" de esta vida y entran en una en la que tienen control y se sienten seguros.

33. Auto Sabotaje.
Ponemos freno a nuestro éxito cuando las cosas van bien, ya que puede parecer demasiado bueno para ser verdad. Creemos que no merecemos cosas buenas y más vale que las destruyamos antes de que algo o alguien más lo haga.

34. La imagen es más importante que ser real.
Cómo nos ve la gente es más importante que quiénes somos realmente. Creemos que nuestro único valor es que otros validen nuestra apariencia o habilidades.

35. Cuestiones de control.
En una familia disfuncional, cada una de nuestras acciones fue controlada y/o abusada por una figura de autoridad. Nuestro único propósito era ayudarlos a satisfacer sus necesidades sin tener en cuenta cómo nos hacía sentir.

36. Mentalidad de víctima, autocompasión o impotencia aprendida.
Muchos de nosotros nos quedamos atrapados aquí. Nos sentimos impotentes. No podemos dejar nuestro pasado ni avanzar hacia nuestro futuro. El mundo nos debe algo por lo que hemos pasado.

37. Dejaste de crecer emocionalmente.
Cuando experimentamos un Trauma cuando somos niños, dejamos de crecer emocionalmente a esa edad. Desarrollamos formas poco saludables de afrontar la situación porque todavía estamos en modo de supervivencia.

38. Súper Responsable o Súper Irresponsable.
Vamos a hacer todo perfecto para que los demás vean lo geniales que somos o ya pensamos que no podemos hacer nada bien y seremos notados por 'hacer que lo malo quede bien'.

39. Adicción. Cualquier cosa que sirva como escape de nuestro dolor o que creamos que es la respuesta a nuestros problemas califica.

40. Brechas de memoria.
Nuestro cerebro bloquea los recuerdos que cree que no podemos manejar, por lo que puede haber espacios de tiempo que no recordamos.

41. Creamos lo que tememos.
Anhelamos la validación pero nos volvemos demasiado necesitados. Dejan de validarnos y se van.

42. Miedo a decir "no".
No queremos correr el riesgo de que alguien se enoje con nosotros o que ya no le agrademos, así que aceptamos todo lo que nos pida.

FORMAS DE RELACIONARSE.

43. Miedo al abandono o rechazo.
El abandono es el rechazo definitivo. Si hemos sido abandonados, asumimos que algo debe estar mal y que no somos deseados. Estamos seguros de que cualquiera que se acerque nos abandonará también.

44. Usas máscaras.
Pretendemos vernos y actuar como creemos que los demás quieren que lo hagamos, ¡y lo tenemos todo bajo control! Cuanto más usamos máscaras, más nos desconectamos de nosotros mismos.

45. Aislamiento.
Físicamente: movernos con frecuencia para reinventarnos. Emocionalmente, callarte y tratar de volverte invisible. También podemos aislarnos siendo adictos a las relaciones, distrayendo nuestra mente de las cosas por un tiempo.

46. Manipular.
Aprendemos a manipular a los demás para satisfacer nuestras necesidades y a leer las emociones de nuestro cuidador para ver si era seguro pedir algo. Pedir lo que necesitamos parece arriesgado porque la respuesta podría ser no.

47. Miedo de ser una carga.
En una familia disfuncional, el trabajo gira en torno a la figura de autoridad. Pedir algo es recibido con molestia y por eso concluimos que somos una carga.

48. Problemas de confianza.
Se supone que los padres deben mantenernos seguros, cumplir nuestras promesas y amarnos incondicionalmente. Cuando estas necesidades no se satisfacen, no podemos confiar en ellos, y si no podemos confiar en ellos, no podemos confiar en nadie.

49. Vergüenza.
Continuamente nos comparamos con los demás y no nos sentimos valiosos, adorables o lo suficientemente buenos. Queremos agradarle a la gente, pero creemos que si se acercaran lo suficiente como para conocer mi "verdadero yo", nos rechazarían.

50. Cuestiones de autoridad.
Alguien en una posición de autoridad ha abusado de su poder sobre nosotros. Esto puede llevarnos al trastorno de oposición desafiante y a rebelarnos contra la autoridad y desafiarla.

51. Cuestiones de límites.
A la mayoría de nosotros nunca se nos enseñó a establecer límites saludables o que tenemos derecho a tener límites. Podemos ser manipulados fácilmente para cambiar un límite.

52. Miedo a perder lo que nos da valor.
Si obtenemos nuestro valor de la fuente equivocada, siempre tendremos miedo de perderlo. Deberíamos aceptar nuestro yo interno, en lugar de nuestro externo.

53. Vínculos no saludables.
Cuando nos vinculamos, nos desconectamos e ignoramos nuestras necesidades, permanecemos inseguros, nos volvemos desorganizados, enojados o agresivos, nos desarrollamos lentamente y no sabemos qué esperar del día a día.

54. En las relaciones, somos el héroe o desempeñamos un papel de necesitado.
El héroe recibe elogios y adoración, los necesitados reciben atención y cuidado del héroe. El problema es que ambas partes están tratando de resolver su vergüenza, y esta solución requiere que una persona esté en un lugar de necesidad.

55. Visión distorsionada del amor.
Esto proviene de las relaciones que experimentamos en nuestro hogar mientras crecimos. Padres ausentes: alguien que nunca fue abrazado, mimado o amado de manera saludable tendrá problemas para formar una relación emocional.

56. Muchas inseguridades.
Tendemos a tener más inseguridad y preocupaciones sobre quiénes somos que la persona promedio (nuestros rasgos físicos, personalidad o ideales).

57. Profundo anhelo de validación.
Todos tenemos una profunda necesidad de saber que somos buenas personas y que valemos algo. No recibimos validación positiva mientras crecíamos y creímos las mentiras que nos decían.

58. Enfoque poco saludable para obtener un sentido de valor.
Obtenemos nuestro valor comparándonos con los demás y juzgando según criterios externos: belleza, apariencia física, intelecto, personalidad, un buen auto, zapatos o dinero.

59. Problemas de celos.
No queremos que “nuestra gente” pase tiempo con nadie más que con nosotros y nos enojamos cuando interactúan con otros.

60. No sé qué es la lealtad saludable.
Nos enseñan a ser leales a la familia sin importar el costo.

El trauma complejo puede afectar todos los aspectos de una persona. Déjame ayudarte en tu recuperación.

Si quieres tener una asesoría online conmigo escribe a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. y con gusto te apoyaremos.

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Terapeuta Holística/Investigadora/Escritora/Psicología/Inteligencia Emocional/Neuroplasticidad/Terapia emocional y de pareja/Esencias florales de Bach, Elixires Chamánicos y otras/Tarot/Gemas y cristales

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Marcela Hernández Montiel

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