Sin lugar a dudas, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo, son tal para cual, un par de mitómanos consumados, adictos a las mentiras, no hacen con gran y asombrosa facilidad, todo lo que hablan continuamente y cotidianamente son alardes de grandeza, de frases y oraciones completas basadas en engaños, sin in importarles ser descubiertos o que se les contradiga a pesar de las barrabasadas que espetan y afectan profundamente la realidad de la situación o de los hechos a los se refieren, sin ruborizarse y aferrarse a sus mentiras.
A lo largo de su gestión como mandatario de nuestro cada vez más vapuleado país, Amlo no se ha cansado de utilizar sus nefastas conferencias mañaneras repletas de falsedades, en mentir continuamente, en espetar sus verdades a medias, en difamar y calumniar y a todo aquel que le plazca, desee o que no esté de acuerdo con él, para atacarlo punitivamente, sean empresarios, periodistas, políticos de oposición, líderes sociales y hasta presidentes de otras naciones, a quienes despedaza con la firme intención de exhibirlos y desprestigiarlos a base de blasfemias.
Su perversidad y su cinismo no tienen límites, debido a que busca acabar con el prestigio de quien habla y especula a como dé lugar, con la firme intención de demostrar que sus mentiras imperen a lo largo del día y sea vuelvan hasta virales para que sus seguidores y fanáticos las repitan como pericos hasta creerlas.
De acuerdo a especialistas en psicología, la mentira es un trastorno psicológico que se llama mitomanía o también es ser un mentiroso compulsivo con el objetivo de lograr ciertos beneficios como llamar la atención o evitar castigos.
Para muestra un botón: las mediciones del doctor Luís Estrada, analista político, quien publicó un libro llamado “El Imperio de los Otros Datos”, quien sigue con lupa las mentiras plasmadas en las nefastas mañaneras del inquilino de Palacio Nacional son en promedio 94 diarias y que a hasta hoy van más de 200 mil mentiras falsedades, inexactitudes, espetadas a lo largo de su administración.
Las conferencias duran casi dos horas y si se quitan las preguntas de los reporteros o las intervenciones de los secretarios o invitados, prácticamente todo lo que dice el presidente es falso, engañoso o no se puede comprobar. ¿Qué tal las habilidades para mentir del macuspano?
El libro de Luís Estrada, es un recuento de todo lo que dice y hace el presidente en las mañaneras y prácticamente todo es difícil de comprobar o corroborar.
Un informe de Spin-Taller de Comunicación Política, asegura que Amlo promedia 103 mentiras diarias en sus conferencias mañaneras, 203 por ciento más que las pronunciadas por Donald Trump cuando fue presidente de Estados Unidos de Norteamérica, dejando claro que su mandato fue de cuatro años. ¡Así o más mitómano el tabasqueño!
Por lo que respecta a la judió-búlgara-sefardi, Claudia Sheinbaum Pardo, quien declaró hace poco que “me siento mexicana” (sic), es la hechura del tabasqueño y como se dice coloquialmente: “están cortados por la misma tijera”, es igual peor de mitómana que el mandatario, pruebas contundentes hay muchas: El haber afirmado en el segundo debate que México crecería 3.2% en todo el sexenio, más que cualquiera de los anteriores de los últimos 35 años, no es más que una falacia, pues el gobierno de Amlo crecerá el 1.2% en los seis años; será el de peor crecimiento desde hace 90 años (1934).
Una mentira más de la aspirante a la presidencia de la república, fue cuando se cayó la Línea 12 del metro, los reporteros le preguntaron que hubo subejercicio en el año 2020, pues fue de 15 mil 652 millones de pesos y se gastaron 14 mil 290 millones de pesos, teniendo un subejercicio de mil 362 millones de pesos, a lo que dijo la morenista que no era cierto y ¡Pum! Le explotó la mentira en su cara.
Otra mentira más de la “mexicanota” Sheinbaum Pardo fue cuando en un anuncio televisivo asegura que un expresidente del PRIAN Vicente Fox, (PRI-PAN), el guanajuatense, nunca fue mandatario de los partidos citados, sino de la alianza PAN-PVEM, hoy rémora de Morena, junto con el PT.
Una “mentira piadosa más” de la candidata de “Juntos Hacemos Historia” y vaya que han hecho una historia de terror y desastrosa para los más de 129 millones de mexicanos, un millón de muertos por covid-19; 184 mil muertos a manos del crimen organizado, corrupción en todas las “obras insignia” de este gobierno fallido, simplemente el Tren Maya, presupuesto inicial: 150 mil millones de pesos, al día de hoy rebasa los 500 mil millones de pesos. Más del 300 por ciento de exceso, corrupción absoluta.
El haber afirmado igual, en sus perversos spots televisivos, que bajó en 51 por ciento los feminicidios cuando fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México, siendo falsa la información y su estadística, pues el pasado 19 de abril se descubre a un feminicida serial (perverso, quien debe pagar por todos y cada uno de los feminicidios realizados. A este infeliz sujeto se le encontraron en su departamento restos de al menos de siete víctimas, lo que echa por tierra su tendencia a la baja de su “extraordinaria y eficiente” manera de gobernar. ¿Qué tal?
¡Oootraaa, oootraaa, ooootraaa! A petición popular, otra mentira más de la aspirante de su jefe su superior Amlo: en Chiapas, en dos mítines, muy segura y soberbia, como lo es, que el gobierno de Amlo les ha cumplido todo, les preguntó con absoluta seguridad a los acarreados -digo- a los asistentes al evento: Tienen medicinas en su ciudad, a lo que al unísono le respondieron: ¡Noooo!, insiste Sheinbaum, ¿Qué les falta? Y le contestan: ¡Toodooo! ¿Toma pa' que aprenda!, como dice su mentor político.
Como sabemos, la exjefa de gobierno, también es adicta a los “otros datos”, igual que su jefecito. Es inconcebible creerle a una persona que sus logros están basados y fincados en “los otros datos” y en viles mentiras.
Sabemos de antemano que ningún gobierno democrático en el mundo puede sostenerse a base de engañar al pueblo, a la sociedad civil, a todos los ciudadanos en general, por lo que no puede fincar su éxito en tergiversar los hechos, no cumplir con sus promesas de campaña, derrochar los recursos públicos que se convierten a la postre en corrupción, la realidad de los acontecimientos por muy duros y adversos que sean siempre el presidente en turno, tendrá que reconocer tanto los éxitos como los yerros cometidos, siempre es importante y único hablar con la verdad.
El diálogo tiene que ponerse en la mesa, tanto de negociaciones o para tenerlo permanentemente, sin éste no habrá entendimiento ni se mejorará o se estructurará la democracia, deberán generarse discusiones de diferentes matices entre todos los ciudadanos, partidos políticos, sociedad civil, periodistas y el pueblo en general, sin importar, credo o religión.
La transparencia, validar la información y la rendición de cuentas por parte de los tres niveles de gobierno, son claves para tenerlas confianza y validar el trabajo desempeñado por éstos.
Claudia Sheinbaum, ha encubierto los negativos y nulos resultados de la 4t que mal encabeza López Obrador. Ha mentido respecto a la información vertida sobre su declaración patrimonial realizada en 2018 para ocultar dos departamentos que tiene en Coyoacán, una casa en Tlalpan, que obtuvo, de acuerdo a investigaciones a través de un juicio en el que no fueron notificados los legítimos dueños de la vivienda y una casa más en el estado de Morelos, buscando simular una pobreza franciscana, cuando desde el año 2000 pese a que fue integrante del Comité de Huelga Estudiantil (CEU), de la UNAM cuando era “estudiambres”, ha ocupado cargos de relevancia tanto en el gobierno del Distrito Federal y después ya como Ciudad de México.
No se olvida que cuando fue secretaria de Medio Ambiente en la administración de Amlo como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal (2000-2006), ordenó ocultar la información correspondiente a la construcción de los segundos pisos del Periférico, cuando en el primer debate, -aseguró-que dicha información nunca había sido reservada.
De igual manera, siendo jefa delegacional (2015-2018) envío a la reserva, el expediente del Colegio Rébsamen, a raíz de desplomarse dicha escuela por el terremoto del 19 de septiembre de 2017, en el que perdieron la vida 19 niñas y niños y ocho adultos. Se ha limitado a decir la aspirante de la coalición Juntos Haremos Historia… de Terror, que “todo está aclarado”. ¡Cinismo total!
Y una mentira más, como colofón, es la de la caída del convoy de la Línea 12 del Metro, del 3 de mayo de 2021 en la que fallecieron 26 personas y hubo más de 80 heridos, en la que de acuerdo a los peritajes la caída se debió a la falta de mantenimiento, sin que ella ni la entonces directora del STC Florencia Serranía, ni ningún otro funcionario de alto nivel, tuvieron responsabilidad alguna por lo que no se enfrentaron a la justicia, que manipuló a su antojo.
Recordemos que en ninguno de los dos debates, Claudia Sheinbaum, respondió ampliamente el cuestionamiento de la candidata Xóchitl Gálvez de la coalición Fuerza y Corazón por México, se limitó a decir: que el asunto ya estaba aclarado y que “la línea 12 ya se había reconstruido”.
Y la lista de mentiras que redundan en una mitomanía sin precedentes de parte de Andrés Manuel López Obrador y su pupila Claudia Sheinbaum Pardo, es interminable, su adicción a la mentira raya en el cinismo, es indignante para quienes los escuchamos, pero a fin de cuentas es parte de su esencia. Ya los más de 129 millones de mexicanos toleramos un sexenio repleto de sandeces, no debemos ni podemos tolerar otro más. Reaccionemos el próximo 2 de junio, hagámoslo por el bienestar de nuestro querido México.
