Sin lugar a dudas, después de la singular elección de Estado fraguada desde Palacio Nacional celebrada el pasado 2 de junio, en donde a pesar de haberse caído durante dos horas el sistema de cómputo del Instituto Nacional Electoral (INE), inmediatamente surgieron decenas de miles de dudas al respecto en la que Claudia Sheinbaum Pardo abanderada de Morena y de sus rémoras del PT y PVEM, obtuvo una diferencia de más de 19 millones 300 mil sufragios ante Xóchitl Gálvez de la coalición PRI-PAN-PRD.
La perversa elección de Estado nos mostró a los más de 129 millones de mexicanos que un sujeto que aspiró durante tres ocasiones a la presidencia de la república y en la que en dos de éstas (2026-2012) argumentó fraude electoral, ganando la del 2018 con 30 millones de sufragios y que se dice demócrata, mostró a todos de lo que es capaz, de utilizar todos los recursos humanos y económicos necesarios para demostrar que él es el Estado, que su tan anhelada dictadura sigue en pie y la querrá consolidar a través de su incondicional (claro todos los morenistas lo son), Claudia Sheinbaum, de origen búlgaro-judía y sin raíces mexicanas.
Todos los mexicanos fuimos testigos durante casi seis años de la campaña anticipada en favor de su consentida Sheinbaum Pardo, a la que quería de candidata y a la postre de presidente para seguir su plan ATN, (Apoderarse de Toda la Nación), sintiéndose un Fidel Castro o un Hugo Chávez, (entre muchos más latinoamericanos), a quienes copió todas sus frases, sus pensamientos y actitudes de ruines dictadores, que lo único que lograron fue empobrecer a sus respectivos ciudadanos y borrarlos del mapa, del crecimiento, del desarrollo económico y social, tanto de América como del resto del orbe.
Esta misma trayectoria la ha seguido al pie de la letra López Obrador, con sus ínfulas de dictadorzuelo, mientras que a Claudia Sheinbaum, no la hemos visto con ninguna intención de desmarcarse de su padrino y mucho menos de cambiar el rumbo político y de seguir cacareando que ganaron por paliza a la oposición, cuando en realidad la intervención de Amlo y el Estado en dicha elección no se puede ocultar, pues los más de 25 mil siervos de la nación recorrieron todo el territorio nacional “convenciendo y amagando” con quitar las “dádivas” entregados a millones de personas de la tercera edad, a jóvenes Destruyendo -digo- Construyendo México, a mujeres para seguir “demostrando su poderío político” entregando a dichos ciudadanos más de 700 mil millones de pesos al año.
El tan cacareado triunfo de los comicios presidenciales del pasado 2 de junio, de la búlgara-judía Sheinbaum Pardo puso nerviosos desde el lunes siguiente a los mercados financieros nacionales e internacionales logrando que el peso se devaluara el 8% la semana pasada debido a la desconfianza generada, por lo que la turbulencia financiera fue muy acre la semana pasada, Claudia Sheinbaum y empresarios del sector financiero lanzaron un mensaje de certidumbre ante la depreciación del peso mexicano frente al dólar norteamericano.
Debido a la actuación mediocre de los líderes de los distintos partidos, aunado a la falta de formación de cuadros, de respeto a los militantes y simpatizantes, de convencimiento a los ciudadanos que nunca se han acercado a algún partido para que crean en las plataformas políticas de cada instituto político, es por ello que ha llegado el momento de una reestructuración a fondo, así como el nacimiento y surgimiento de nuevos institutos políticos para que participen mujeres y hombres de la sociedad civil en futuras elecciones, es decir, debemos activarnos en los quehaceres de la vida política mexicana. Hace mucha falta estar cerca de quienes nos gobiernan ya que no es un privilegio para quienes nos representan y gobiernan en los tres niveles de poder (municipal, estatal y federal), necesitamos hacerles ver que el representar a la sociedad en general, es una obligación total y una responsabilidad para trabajar arduamente, con honestidad y rindiendo cuentas claras, de respeto permanente de rendición de cuentas que se deben a los habitantes de las 32 entidades federativas y no a un presidente ni a un gobernador.
En algunos municipios y estados, ya comienzan a descollar decenas de líderes para ir de la mano con los ciudadanos de todos los estratos sociales, con la firme intención de convencerlos y crear asociaciones civiles y o partidos políticos con la finalidad de lograr catapultarse y hacer un contrapeso a los distintos partidos.
Ha llegado el momento, para que la sociedad civil se capacite para posteriormente volcarse en las distintas candidaturas para representar dignamente a los ciudadanos en los distintos cargos de elección popular, debido a que los liderazgos abusivos en los partidos actuales ya fueron rebasados y están caducos, se requiere inyectar sangre de jóvenes, de personas maduras, de la tercera edad, de gente preparada en las distintas carreras profesionales para darle otro rostro a la vida política mexicana que tanta falta le hace.
Es el fin de los dinosaurios, de falsos liderazgos, de personas ávidas y ambiciosas de poder, el cambio tenemos que hacerlo desde los adentros de la sociedad civil, la clase política está languideciendo, los políticos de profesión se han ido sumiendo y otros han fenecido, mientras que miles de falsos actores políticos se han aprovechado de sus cargos, decepcionando a sus representados o gobernados.
El cambio en la vida política y social de nuestro vapuleado país es impostergable, México nos necesita, porque está herido por los pésimos manejos y la corrupción desmedida de este gobierno fallido. ¡El cambio, debe ser hoy!
Por cierto, la presidente consejera del INE Guadalupe Taddei, debe salir a declarar y aclarar a todos los mexicanos la caída del sistema del pasado 2 de junio, en la que misteriosamente, las ventajas de la votación para presidencia de la república, de las ocho gubernaturas y la Ciudad de México, así como el carro completo que inconstitucionalmente quiere hacer Morena junto con sus rémoras del PT y PVEM, desean culminar con mayoría calificada en ambas Cámaras (de Diputados y de Senadores), así como en más de 24 Congresos locales. Esperemos que el INE, el IEEM, EL IECDM y los OPLES, sean imparciales y actúen conforme lo manda nuestra Carta Magna, así como la Ley Electoral.
LA CORRUPCIÓN DESMEDIDA DE LA 4T, IGNACIO OVALLE, “INOCENTE”
Como era de esperarse, Ignacio Ovalle, exdirector general de la Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), antes Conasupo, no tiene investigación penal alguna en su contra y mucho menos una administrativa, pese al desvió de 17 mil millones de pesos, cuando era el titular de dicha dependencia, que ha marcado el mayor fraude ocurrido en una dependencia gubernamental de la que se tenga memoria, por supuesto, fue “absuelto” por su jefe, el mesías Andrés Manuel López Obrador, quien tuerce la Constitución y las leyes que de ella emanan a su arbitrio.
Es preciso recordar que dicho atraco a la administración pública federal de la fallida cuarta transformación, es dos veces y media que la “estafa maestra” ocurrida en el otrora gobierno corrupto de Enrique Peña Nieto, de la que Amlo hizo un escándalo a nivel nacional y que no se cansó de declararlo a todos los medios e incluso hizo una campaña abierta para que toda la nación se enterara de dicho fraude y que ahora oculta (fiel a su causa), con un cinismo desbordado para que sus solovinos -como él les llama- sus chairos y sus simpatizantes que están endiosados y cegados por él y por Morena (increíble pero cierto), no tengan forma de enterarse o bien expresar las mismas absurdas y decadentes opiniones: “no importa, en los gobiernos del PRI robaron más”. ¡Qué alguien me explique!
Ha tenido suerte el protegido Ignacio Ovalle (extricolor, igual que Amlo), de su jefe y superior, porque dijo en una de sus nefastas mañaneras “fue engañado por malandrines priistas”.
Para fortuna y por supuesto, tiene toda la protección del Estado, no tiene abierta ninguna investigación en la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), ni tampoco en materia administrativa en la Secretaría de la Función Pública por el desvío de 17 mil millones de pesos en dicha institución que dirigió tres años, que fueron suficientes para dejarla en banca rota.
Todo el odio y venganza y por supuesto el peso de la ley del gobierno fallido de Amlo, recayó en el exdirector de Administración de dicha dependencia René Gaviria Segrestre, quien está recluido en un penal de alta seguridad.
Es inconcebible comprobar que pese a la magnitud del multimillonario fraude (algo nunca visto), llevado a cabo en la gestión de Andrés Manuel López Obrador y las investigaciones realizadas, Ovalle no haya sido tocado ni con el pétalo de una rosa, lo que hace muy sospechoso dicho quebranto.
A pesar de la magnitud del fraude del cual fue exculpado por Amlo, quien siempre ve la paja en el ojo ajeno pero la viga en el propio no, lo premió enviándolo como titular del Instituto Nacional para el Federalismo del Desarrollo Municipal, dependiente de la Secretaría de Gobernación. ¡Ver para creer! Esperemos que le hayan enviado contadores, fiscalistas, abogados al “inocente” Ignacio Ovalle Fernández, quien se graduó con mención honorífica de nuestra máxima casa de estudios, la UNAM, para que no lo “vuelvan a engañar” esos malandros quienes seguramente saben burlar a las distintas áreas de cualquier dependencia de las que se “apoderan” sin que “nadie se dé cuenta” y efectúen sus burdos atracos, llenándose las bolsas de miles de millones de pesos. ¿Qué tal, apreciable lector?, las burdas burlas de López Obrador. Cinismo desbordado e inigualable de los fallidos cuatroteistas.
Por cierto, Ignacio Ovalle Fernández, fue director de la entonces Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) de 1988 a 1990, hoy, Segalmex.
GRAN FRAUDE EN LAS OBRAS FARAÓNICAS
La insistencia de López Obrador en despedazar el Poder Judicial, que seguramente lo logrará en septiembre próximo, ante el inminente silencio que guardará su sucesora Claudia Sheinbaum y la incomodidad del tabasqueño, estriba en que la Suprema Corte que preside Norma Piña, a quien ha hecho su enemiga a vencer y se espera que en las siguientes semanas, den el fallo si dos obras faraónicas, la Refinería Dos Bocas y el Tren Maya son de seguridad nacional, es decir, que se guarde la información durante 20 años y ningún mexicano tenga acceso a revisar dichas cuentas que ascienden a ¡900 mil millones de pesos!
Esta desorbitante suma, alcanza 150 estafas maestras, repletas de corrupción, en caso de que la Suprema Corte de la Nación falle en contra y diga que no son obras de Seguridad Nacional, entonces se pondrá muy nerviosito el inquilino de Palacio, que ya está en cuenta regresiva para desalojar su “humilde” en la que ha vivido como rey sin desembolsar un solo peso de su bolsa. ¿Qué tal?
Así pues, esperemos que la ministra Piña Hernández, vote para que se abra dicha información a todos los ciudadanos y saber el derroche indiscriminado de recursos, así como los “personajes” que saldrán a la luz pública y serán balconeados por enriquecimiento ilícito entre los que destacarán la zacatecana Rocío Nahle, quien ganó sospechosamente la gubernatura de Veracruz.
Recordemos que fue secretaria de Energía durante cinco años en este gobierno fallido y que le han publicado muchas compras millonarias de residencias y departamentos de súper lujo tanto en nuestro país, como fuera de el, viendo su enriquecimiento inexplicable o bien explicable.
Y qué tal los hijitos de Amlo, que han hecho negocios a placer, aprovechando la investidura de su padre, que representa actos desmedidos de corrupción -como nunca se habían visto- en ninguna administración. Estaremos atentos y esperemos que a la mayoría de los ministros de la Suprema Corte voten a favor para que se esclarezca el derroche de recursos de ésta dizque cuarta transformación, y millones de mexicanos sepamos la verdad de estos mitómanos.