Ética empresarial y emergencias

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Ética empresarial y emergencias

Lunes, 17 Junio 2024 00:04 Escrito por 
Hugo Antonio Espinosa Hugo Antonio Espinosa Sin riesgos

Dos jóvenes perdieron la vida y otros cinco más resultaron lesionados gravemente la noche del 7 de junio de 2024, tras caer al vacío desde un segundo piso, debido al colapso del barandal de la terraza donde esperaban para ingresar a un concierto juvenil, en el Bar Rich, ubicado dentro de la Plaza Comercial Alttus, en la ciudad de San Luis Potosí.

El siniestro ocurrió, según la información preliminar disponible, debido a la concentración masiva e inesperada de jóvenes que se dieron cita, quienes ansiosos de acceder al espectáculo rebasaron el aforo máximo permisible y reventaron el barandal que circundaba el perímetro de la terraza de dicho centro comercial, terminando en tragedia. El personal de seguridad y protección civil, tanto de la plaza comercial como del bar, brilló por su ausencia o ineficacia, a juzgar por sus resultados.

Los cientos de jóvenes asistentes, como es natural, únicamente buscaban divertirse. Confiaron en que al pagar el costo de su boleto de acceso, el cual implica una cobertura legal, su seguridad estaría garantizada, así como la responsabilidad civil del organizador para cumplir con todos los requerimientos de ley que, al ser un evento de amplia difusión y convocatoria, éste debe observar conforme a los procedimientos ordinarios y reglamentados por la autoridad local y estatal, como corresponde a todo espectáculo público, dentro de un espacio público, como es una plaza comercial. Sin embargo, no fue así.

¿Qué hay detrás de esta tragedia? ¿Por qué suceden una tras otra como si fueran producto del azar o de una ruleta de la mala fortuna? ¿Cómo pueden ocurrir estas emergencias? ¿Qué es lo que falla? ¿Quien lo permite? ¿Nadie revisa? Lo que está detrás es un fenómeno de construcción social del riesgo, donde suele haber uno o varios responsables directos –en este caso los empresarios, administradores y gerentes omisos–, pero que como sociedad contribuimos indirectamente en la generación de condiciones de riesgo, sea por omisión o negligencia, mediante el incumplimiento de nuestras obligaciones ciudadanas, entre estas, interesarnos en que los lugares de concentración masiva que frecuentamos cumplan con las reglas de operación y seguridad.

Los factores subyacentes del riesgo de desastre, definidos por la ONU como los procesos y condiciones relacionadas con el nivel de desarrollo de las comunidades (pobreza, marginación, corrupción, violencia, desigualdad, impunidad, entre otros), influyen decididamente en el aumento del nivel de exposición y vulnerabilidad social, reduciendo su capacidad de prevención y reacción de las personas frente a eventos adversos.

Una débil gobernanza es el factor subyacente del riesgo de desastre que está detrás del accidente en el Bar Rich, sus elementos detonantes, silenciosos e imperceptibles, subyacen debajo de la inadecuada planeación territorial y la gestión deficiente del desarrollo urbano y comercial por parte de las autoridades; la especulación de los usos de suelo, la falta de cumplimiento de las normas y reglamentos por parte de los inversionistas (sin seguros de responsabilidad civil, ni programas de protección civil y seguridad); y el desconocimiento y desinterés de la población del marco legal y de los derechos adquiridos cuando paga un servicio, en este caso de entretenimiento, carentes de herramientas y conocimientos para exigirlos y gestionarlos ante las instancias correspondientes (ausencias de estado de derecho).

¿Qué necesita la sociedad para prevenir tragedias como la del Bar Rich? Que los empresarios asuman ética y profesionalmente su responsabilidad social en cada una de sus inversiones. Que cada negocio bajo su administración cumpla con lo establecido en la ley local; evitar y denunciar si son extorsionados por inspectores y directivos del servicio público. Invertir tiempo, dinero y esfuerzo en la administración regular de sus negocios; es lo más sano, adecuado y honorable. ¿De verdad es tan difícil cumplir? ¿Cuánto cuesta una vida y dormir tranquilo todas las noches? Esto es también protección civil. ¡Que su semana sea de éxito!

Hugo Antonio Espinosa Ramírez

Funcionario, Académico y Asesor en Gestión de Riesgos de Desastre

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