¿Cómo es que tenemos tanta información, pero sabemos tan poco?: Noam Chomsky
Hace unos días, exactamente el 11 de junio, leí en el diario El País un artículo sobre el estado de salud de Noam Chomsky. La nota informaba que “permanece en un centro de terapia intensiva en São Paulo, donde recibe a diario la visita de un equipo médico compuesto por un neurólogo, un neumólogo y un foniatra”. Esta información, naturalmente preocupante, despertó la inquietud de muchos de sus seguidores y admiradores.
Hoy, al ver que Noam Chomsky era tendencia en X (anteriormente conocido como Twitter), mi primer pensamiento fue que había fallecido. Al ingresar, me encontré con una avalancha de mensajes de despedida por parte de medios de comunicación, intelectuales, instituciones, e incluso algunas caricaturas en homenaje al gran Maestro. Horas más tarde, una amiga en Facebook comentó que Valeria Wasserman, lingüista y esposa de Chomsky, había desmentido la noticia de su muerte.
Irónicamente, Noam Chomsky, un crítico acérrimo de la desinformación, no ha escapado a este fenómeno que ha analizado profundamente a lo largo de su carrera. Chomsky ha destacado cómo es fácil dar por válida la información sin verificarla, especialmente en la era de las redes sociales, donde los rumores pueden propagarse rápidamente y con gran alcance. Este incidente subraya la importancia de comprobar la veracidad de la información antes de compartirla y la rapidez con la que la desinformación puede sembrar confusión y alarma.
Este caso me recordó otros incidentes similares. Por ejemplo, el 3 de marzo de 2005, el portal de una televisión sueca informó erróneamente sobre la muerte del Papa Juan Pablo II. Esta noticia falsa corrió como la pólvora por todo el mundo y provocó diversas reacciones, incluso en México, donde el entonces diputado Porfirio Muñoz Ledo solicitó un minuto de silencio en la Cámara de Diputados en memoria del Papa. El Vaticano salió a desmentir este rumor, confirmando que el Papa estaba vivo, aunque gravemente enfermo. Finalmente, Juan Pablo II falleció casi un mes después, el 2 de abril.
Otro caso notorio ocurrió el 14 de mayo de 2012, cuando el diario El Excélsior informó que Jaime Abello Banfi, Director General y Cofundador de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, había desmentido el rumor sobre el fallecimiento de Gabriel García Márquez, iniciado por un tuit de la corresponsal de Al Jazeera, Mónica Villamizar. Aída García Márquez, hermana del escritor, también afirmó que él estaba vivo, aclarando que también se había replicado en una cuenta falsa del escritor Umberto Eco.
El 8 de abril de 2013, Margaret Thatcher falleció debido a un derrame cerebral. Sin embargo, unos meses antes, se había difundido la noticia de su muerte, confundiendo a la gente porque una mujer con un nombre similar había fallecido. Este es otro ejemplo de cómo la información incorrecta puede causar confusión y alarma innecesaria.
Otras figuras públicas también han sido víctimas de “muertes virtuales” y han tenido que salir a desmentir las noticias sobre su supuesto fallecimiento. Entre ellos se encuentran Morgan Freeman, Kirk Douglas, Cher, Macaulay Culkin, y más recientemente, el cantante José Luis Perales. Estos incidentes no sólo destacan la rapidez con la que la desinformación puede propagarse, sino también el impacto significativo que puede tener en la vida de las personas y en la percepción pública.
Estos ejemplos ilustran la vital importancia de verificar la información antes de compartirla y nos recuerdan que incluso las figuras más prominentes no están exentas de ser víctimas de desinformación. La era digital, con su capacidad de amplificar rumores a una velocidad sin precedentes, nos exige una mayor responsabilidad y diligencia en la manera en que consumimos y difundimos información.
Así pues recordemos, y cito al propio Noam Chomsky: “Si es malo cuando lo hacen, está mal cuando lo hacemos”
Lo digo en voz alta, para tenerlo más presente.
PD. “Noam Chomsky seguirá el tratamiento de su enfermedad en casa, según el hospital brasileño que lo trataba. El intelectual e icono de la izquierda ha recibido el alta, después de que su esposa desmintiera su muerte.”
