López Obrador, C. Sheinbaum y Morena fincan el segundo piso de la dictadura

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Publicado en Opinión

López Obrador, C. Sheinbaum y Morena fincan el segundo piso de la dictadura

Lunes, 24 Junio 2024 00:06 Escrito por 
Carlos García Carlos García El Socavón

Sin lugar a dudas, el mandatario Andrés Manuel López Obrador, la presidente electa con una inconcebible votación), Claudia Sheinbaum y el Movimiento Nacional de Regeneración (Morena), repleto de traidores, oportunistas, saqueadores e incondicionales, terminarán siendo el viejo de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, pero convertido en dictadura, debido al despedazamiento que están llevando a cabo, de las instituciones y de la incipiente democracia que nos costó construir décadas a todos los mexicanos.

La ambición desmedida por el poder de los dizque izquierdistas, empezando por el eterno priista López Obrador con ínfulas de dictador armó en menos de seis años con sus dóciles y serviles legisladores morenistas y sus rémoras del PT y PVEM, la plataforma de sometimiento (nunca antes vista en la historia de cualquier nación del orbe con corte socialista o comunista) de millones de ciudadanos a los que adoctrinaron con gran facilidad, entregándoles dádivas mensuales que no les alcanzan para vivir decorosamente,  convertidas en “programas sociales”.

Dichas dádivas gubernamentales (son producto del pago puntual de impuestos de todos los mexicanos), pero que el tabasqueño ha aprovechado y presume que son un “esfuerzo titánico” de su administración y que los ha hecho como un invento propio, cuando ya se habían entregado en regímenes anteriores.

Los mal llamados “programas” que hizo la fracasada cuarta deformación no son más que dineros entregados desde jóvenes, hasta personas de la tercera edad, derivados de los pagos puntuales de impuestos de todos los mexicanos día a día y son entregados mensualmente a sus millones de solovinos, (como el propio López Obrador los apodó); además a sus simpatizantes y siervos le han creído sin chistar y al ídolo de barro de Macuspana todas y cada una de sus mentiras pero que no aceptan los fracasos de esta corrupta administración y que por ende le han obedecido sin chistar, votando ciegamente en las pasadas elecciones del 2 de junio por quienes les indicaron en las que se consumó el gran fraude electoral que el propio Instituto Nacional Electoral avaló y que ha callado debido a que la presidente consejera, por supuesto que es  morenista Guadalupe Taddei, no nos ha dado ninguna explicación al respecto a los más de 129 millones de mexicanos de la caída inexplicable del sistema de cómputo esa noche negra del domingo 2 de junio, que quedará marcada perpetuamente como los comicios más fraudulentos en la historia de nuestra nación.

Este hecho, tiene similitud con el que se efectúo con la primera inédita  caída del sistema de cómputo en las elecciones federales del 6 de julio de 1988 al filo de las 20:30 horas, atribuido al  propio Manuel Bartlett Díaz, entonces secretario de gobernación de la administración y encabezaba al mismo tiempo la Comisión Federal Electoral, de Miguel de la Madrid Hurtado y que en ningún momento se ha desmentido y que quedará inscrito y en los recuerdos de la historia moderna de nuestro cada vez más, vapuleado país, en el conocido y llamado “El Gran Fraude Electoral Presidencial” cometido en detrimento del entonces candidato del Frente Democrático Nacional, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, al que le arrebataron el triunfo perversamente, dándole el triunfo al priista Carlos Salinas de Gortari, llamado “presidente espurio”.

Recordemos que el 5 de mayo de 1989 ocurrió un incendio en la Torre A del Palacio Legislativo de San Lázaro (Cámara de Diputados), que no solo acabó con gran parte de dicho inmueble que acrecentó las “dudas del fraude electoral” de un año antes, no solo de la oposición sino de toda la población mexicana del “triunfo” de Salinas de Gortari.

Tan es así que los propios paquetes electorales fueron incinerados “misteriosamente” cuando por “casualidad se incendió” la torre del Palacio de San Lázaro en donde los mantenían resguardados.

Recordemos que en esta época, no había gran pluralidad política, pues México era gobernado en su totalidad por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hegemonía que llevaba cabo desde 1929 y que quería seguir manteniendo su supremacía.

Recordemos que los procesos electorales eran organizados por la propia secretaría de Gobernación y esto es lo que pretende el tabasqueño, desaparecer entre otros organismos al INE para que dicha secretaría lleve a cabo las futuras elecciones para hacer los fraudes que les pegue la gana.

La innegable morenista Guadalupe Taddei, se “hace la víctima” sobre cómo operó el INE ese día y se escuda al decir que en la elección presidencial, ni en la de las ocho gubernaturas y de la Ciudad de México “no hubo fraude ni anomalía alguna”, cuando las encuestas demostraban que al menos seis de los nueve candidatos de Morena iban abajo y era segura su indiscutible derrota y de repente ¡zas!, dieron la vuelta intempestivamente y avasallaron a sus rivales.

Todos los mexicanos sabemos que los cuatro consejeros electorales morenistas que ingresaron en abril del año pasado al INE fueron impuestos por Andrés Manuel López Obrador, violando los preceptos democráticos de dicho instituto y de la ley electoral, porque anhelaba ganar a como diera lugar estos comicios electorales para perdurar con su partido y su séquito de malandrines durante 70 años en el poder, al viejo estilo priista, del que lamentablemente le aprendió lo negativo, porque nunca fue un alumno ejemplar.

De esta manera, López Obrador, desea aniquilar la incipiente democracia mexicana para dinamitar al Poder Judicial y ser él los Tres Poderes de la Unión, cual vil dictadorzuelo, con el envío de sus 20 “flamantes iniciativas” a la próxima Legislatura Federal, la cual estará representada inconstitucionalmente por 342 diputados de Morena del PT y del PVEM con 372 miembros, teniendo mayoría calificada y despedazar a su antojo lo que les venga en gana.

Por lo visto, la presidente virtual, la búlgara-judía Claudia Sheinbaum no se opondrá a la desaparición del Poder Judicial con su nueva reforma que pretende entre otros asuntos, que los jueces y magistrados -hágame usted el favor, apreciable lector- no obtengan sus puestos vía concurso, como hasta hoy, sino que sean escogidos y votados popularmente y que los diputados de Morena y sus rémoras los palomeen para que (sin afán de ofender ni menospreciar a nadie), “el tuercas”, “el tornillo” o “el viene-viene” o mismísimo “traga fuego” del cruce de Insurgentes y Chilpancingo muy populares entre lo “cuadernos de doble raya” sean nominados para que des-impartan justicia en nuestra nación y le acaben de dar al traste a la democracia y sean los paleros y los hazme reír de la presidente Claudia Sheinbaum y le bailen al son que les toquen, obedezcan ciegamente lo que les ordenen y sea nuestro país un verdadero desmadre y que el crimen organizado en todas sus modalidades por fin se apodere de todo el territorio nacional.

Lamentablemente el dictadorzuelo de López es lo que pretende, eternizar a Morena, a sus hijos que han demostrado que so “honestos, emprendedores y finos empresarios” que se han servido con la cuchara grande y han amasado gran fortuna gracias al cargo que desempeña su padre, quien les ha tolerado todo, absolutamente todo, cuando está a la vista de todos los mexicanos los actos de corrupción desmedida que han realizado sus tres hijos Andrés Manuel, José Ramón y

Los tres falsos principios de Morena de “No mentir, No robar y No traicionar”, que prometieron llevar a cabo durante los seis años, resultaron pura pantomima de López Obrador y su séquito de incondicionales, pues se dedicaron a realizar todo lo contrario a todos los mexicanos, pues vaya que han decepcionado de forma sin igual.

Así pues, las 20 iniciativas que enviará López Obrador a la LXVI Legislatura que inicia el próximo primero de septiembre, tendrá a su cargo la aprobación de éstas a través de sus incondicionales, sumisos y obedientes diputados morenistas, petistas y verde ecologistas que sin lugar a dudas le aprobarán sin quitarle coma alguna a éstas, como lo hicieron las anteriores Legislaturas y tendrán como resultado final, el sometimiento absoluto de los Tres Poderes de la Unión en manos del antidemócrata y demagogo López Obrador, quien siempre ha estado enfermó de poder, pero que para su infortunio le guste o no, concluirá  el próximo 30 de septiembre y tendrá que desalojar Palacio Nacional en donde vivió gratis y como lo que nunca pudo ser: presidente y deberá retirarse irse a su rancho ubicado en Chiapas, de nombre La Chingada.

Con estas impositivas iniciativas, que son nefastas, marcarán una demostración de un poder absurdo y excesivo de Andrés López, Claudia Sheinbaum y Morena, que pretenden fincar el segundo piso de su dictadura que no deberá prosperar ni consumarse, por el bien de todos los mexicanos y de nuestra libertad que no permitiremos perder bajo ninguna circunstancia y que nadie nos arrebatará.

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Carlos García

El socavón