Sin lugar a dudas, todos los mexicanos atravesamos por momentos muy difíciles y complicados de todo tipo, como la ingobernabilidad demostrada a pulso, así como la ambición desmedida por Morena y el gobierno autollamado de la cuarta transformación, que siguen despedazando nuestra Carta Magna acomodándola a su arbitrio y beneficio, además de continuar con el aniquilamiento de la incipiente democracia para darle paso firme a la rapaz dictadura que está trayendo fatales consecuencias.
Recordemos que Morena y sus rémoras del PT y de los kiwis, (PVEM), llegaron al Congreso de la Unión, con sobrerrepresentación proporcional, dándoles el 73% y no el 54% como era el correcto, dado que los guindas ganaron con ese porcentaje la elección del pasado 2 de junio, pero gracias a la flagrante violación al artículo 54 de la Constitución de siete de los once consejeros electorales del INE quienes de hinojos y sometidos por López Obrador traicionaron a México, votaron en sesión extraordinaria celebrada el 22 de agosto pasado favorablemente, para otorgarles la sobrerrepresentación proporcional, violando flagrantemente el artículo 54, sumando entre los tres partidos 364 diputados federales del bloque oficialista que ha destrozado nuestra Carta Magna, de 500 totales.
Los nombres de los consejeros sometidos y traidores fueron encabezados por la morenista consejera presidente Guadalupe Taddei Zavala, las consejeras Carla Humphrey, Rita Bell López, Norma de la Cruz, Dania Ravel y los consejeros Uuc-Kib Espadas, Jorge Montaño y Arturo Castillo.
Esta flagrante violación al artículo 54 constitucional fue ratificada el pasado 28 de agosto por cuatro de los cinco magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), siendo los traidores, la magistrada presidente Mónica Soto, los magistrados Felipe de la Mata, Reyes Rodríguez y Felipe Fuentes.
Posteriormente, una vez otorgada inconstitucionalmente la mayoría calificada, Morena perversamente cooptó a dos traidores senadores del extinto PRD, quienes son José Sabino Herrera y Araceli Saucedo, para sumarlos a sus filas, dándoles privilegios y otro traidor más del PAN fue Miguel ángel Yunes Márquez, para sumar los 85 votos necesarios y tener también mayoría calificada y aprobar la reforma judicial que a final de cuentas sucedió.
Tampoco podemos olvidar que desde el pasado 2 de junio, día de la elección presidencial se fraguó un gran fraude electoral desde Palacio Nacional que validó el INE en favor de Claudia Sheinbaum Pardo.
Como colofón, el martes pasado, millones de mexicanos esperábamos que ocho de los once ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, votarán a favor de la invalidación de la Reforma Judicial que incluía su malévola “supremacía constitucional” y vaya sorpresa que nos llevamos cuando el ministro Alberto Pérez Dayán traicionó a todos los mexicanos, incluyéndolo a él, sufragando en contra, para quedar siete votos a favor y cuatro en contra, anulando cualquier posibilidad de invalidarla.
Los siete votos a favor fueron las ministras Norma Piña Hernández y Margarita Ríos Farjat, así como de Luís María Aguilar Morales, José María Pardo Rebolledo, Juan Luís González Alcántara Carrancá, Javier Laynez Poitsek y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Los votos en contra fueron de los traidores ministros Jasmin Esquivel Mossa, Lenia Batres Guadarrama, Loretta Ortiz y Alberto Pérez Dayán.
El último judas de la era morenista es el ministro Alberto Pérez Dayán, quien reconoció que votó en contra del proyecto del ministro Juan Luís González Alcántara Carrancá, aseveró: “sé que la reforma judicial hará añicos los cimientos de la República, pero tengo que apoyar al régimen para salvarme” (sic), añadió que no está ajeno a las consecuencias que tendrá dicha judicial en la vida de México y que está consciente que pondrá en riesgo la seguridad jurídica y la división de poderes, la independencia judicial, que acabará con la carrera de hombres y mujeres que se formaron en la excelencia porque creen en una nación justa.
La traición de Pérez Dayán hará historia al igual que la de los consejeros y magistrados del INE y TEPJF respectivamente, al igual que la de los tres senadores que le apostaron a que Morena instaure su perversa dictadura que nos llevará a un retraso de más de una centuria. Están en juego nuestra autonomía, nuestra libertad, porque será una violación flagrante a nuestros derechos humanos elementales.
La reforma judicial y el despedazamiento de nuestra Carta Magna, no es más que la ambición desmedida de un grupúsculo de resentidos sociales, encabezados por Andrés Manuel López Obrador, que traicionarán paulatinamente a todos los mexicanos. Seguirán dándole atole con el dedo a su “pueblo sabio” a esos 35 millones de habitantes que votaron el pasado 2 de junio y son a los que maicean, pero que no toman en cuenta para ningún tipo de decisiones, aunque todos los días la presidente Claudia Sheinbaum repite la misma frase: “el pueblo votó por nosotros”
Aseveración incorrecta, pues el pueblo de votantes está compuesto por más de 100 millones de ciudadanos, es decir; el 35 por ciento sufragó por ellos, el resto no lo hizo porque no creímos en su forma de gobernar ni la de mantenerse en el poder.
Por supuesto que habrá mucho más reformas que enviará Claudia Sheinbaum Pardo, quien sigue obedeciendo fielmente a su jefe Amlo y que lacerarán y vulnerarán a todos los mexicanos, como coartar la libertad de expresión, la prohibición de la propiedad privada y despedazar a su arbitrio y antojo y todo esto será la consecuencia de los traidores que se pusieron al servicio de un régimen que presume ser democrático, como lo asegura y lo grita la jefa del Ejecutivo, pero no es más que un remedo de la dictadura impuesta por Hugo Chávez en Venezuela que Amlo imitó y siguió al pie de la letra del finado piloto de la fuerza aérea de su país.
Así pues, los más de 130 millones de mexicanos estamos frente a un gobierno repleto de mitómanos que lo único que anhelan es instaurar la dictadura ya puesta en marcha, seguirán haciéndolo con ocurrencias tal y como lo hiciese López Obrador que encabezó un gobierno fallido.
Tendremos que exigirles que se pongan a trabajar en beneficio de todos los habitantes de las 32 entidades federativas, y que las asignaturas pendientes que dejó el tabasqueño las resuelvan a la brevedad. México está ensangrentado el crimen organizado en todas sus modalidades sigue creciendo pavorosamente, el gobierno sigue siendo su cómplice, que le permite accionar a sus anchas, cada día hay más masacres de personas inocentes. ¡Alto a la violencia!
Por supuesto que a dicha reforma la esperan severas respuestas adversas y demandas por las violaciones realizadas a ésta, por los tratados internacionales que no se respetaron. Simplemente, esperamos las respuestas y exigencias que hará del próximo presidente norteamericano Donald Trump, que el 20 de enero del 2025 tomará posesión como el mandatario número 47 de la historia de los Estados Unidos de Norteamérica a Sheinbaum Pardo, en cuanto a la disminución inmediata de migrantes a su país, así como la inacción del gobierno mexicano en materia de inseguridad y que el propio Trump, ya se pronunció en contra de los cárteles a los que llamó terroristas y a los que prometió enfrentar.
De igual manera, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenará dicha reforma judicial a derogarla, impuesta por al autoritario de López Obrador y que siguió Claudia Sheinbaum. Es posible que haya hasta sentencias condenatorias en contra de la per-judicial reforma por las violaciones a las suscritas convenciones internacionales por nuestro país, debido a que quebranta la independencia de los jueces y compromete el acceso de los ciudadanos a la justicia.
DESAPARECERÁN A ORGANISMOS AUTÓNOMOS.
Otra más de Morena y sus rémoras petistas y kiwis, la Cámara de Diputados a través de la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó el lunes pasado, en lo general el dictamen para eliminar en los próximos días, siete organismos autónomos que son el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI); la Comisión Reguladora de Energía (CRE); la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Reguladora de Mejora Continua en Educación, (COREMECE); y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social; argumentando austeridad republicana en el gasto público, cuando se derrocharon más de 500 mil millones de pesos en tres obras insignia del régimen de López Obrador, que estuvo plagado de corrupción como en ningún otro gobierno anterior.
Por supuesto que estos recursos serán otorgados a las dádivas al pueblo sabio, disfrazados de programas sociales.
Como podemos observar, vamos de mal en peor, esta administración de Claudia Sheinbaum que está para cumplir todos los caprichos y decisiones de Amlo, quien desea seguir gobernando desde su maximato.