Sin actas de por medio, Nicolás Maduro se proclamó Presidente de Venezuela. En EUA el oscuro sur de los Estados Unidos que hace ocho años votó por Donald Trump volvió a hacerlo y quienes en otros estados no lo habían hecho, lo hicieron esta vez. En México nunca se probaron todos los triunfos de Morena y de no pocos integrantes del Congreso y de las alcaldías de México. En países de la América Central, como Guatemala, Nicaragua y de África y Asia, ni hablar, sólo se ha procurado la extracción de sus riquezas naturales por países europeos.
A los acuerdos se llega con los tiranos, caciques o dueños de la riqueza. El voto, la urna, las actas testimoniales, la democracia en cualquiera de sus formas no tomó parte en la construcción política de estos países.
La democracia concebida por los griegos que no funcionaba ni funciona: “el gobierno del pueblo por el pueblo” no es tal; es una quimera. Son los tlatoanis, los caciques y los dueños de la riqueza, como siempre, los que ejercen diversos tipos de poder y castigo social o económico; más recientemente la tecnología, los que siguen siendo adorados por los pueblos. Su influencia es definitiva, y así la democracia va perdiendo. Se pierde el voto del pueblo, se oscurece la democracia y la búsqueda de un nuevo modelo político le hace más que un guiño al autoritarismo. Se adueña de la situación en no pocos países. En más de los que puede resistir la organización humana.
México ha caído en el guiño, primero con el partido único, que hoy se repite en la elección presidencial, desconoce el peso de los sectores; después el absurdo llamado a votar por los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia, como resultado de la transformación espuria del Poder Judicial, constitucionalmente independiente en la República Mexicana.
¿Será posible que estado por estado, alcaldía por alcaldía, la democracia pueda funcionar?; ¿se podría enseñar en las escuelas que la democracia es el principio de sociedades, legitimas, respetables y respetuosas, donde el progreso empieza con el voto de cada ciudadano?