Con la revelación de lo que sucedía en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, y la captura de José Gregorio “N”, “El Lastra”, líder del reclutamiento de jóvenes del Cartel Jalisco Nueva Generación para conducirlos al campo de capacitación y adiestramiento de elementos para el crimen organizado, la narrativa del caso se llevó a los medios y a las redes.
De la limpieza que de este predio se tiene mucho que decir. Se hizo hace pocos días en donde se vieron zapatos, muchos zapatos, así como numerosas prendas con las que se informó que ahí asesinaron a muchas personas. Se vieron hornos y huesos. Ya fue limpiado -así se infiere- por la Fiscalía Estatal de Jalisco, cuando tendría que haberlo tomado en sus manos la Fiscalía General de la República. De ello ha dado cuenta la investigación presentada por Omar García Harfuch, derivada de la institución que comanda y con apoyo de las otras organizaciones, además del conmovedor apoyo de las madres y padres buscadores.
Con este evento México pasa a la historia como uno de los países más cruentos, impunes y sin respeto a la vida.
El horror y el miedo se han apoderado de mexicanas y mexicanos que temen por la vida de sus hijos, por sus propias vidas y en donde muchos ya no quieren vivir.
Esta es la prueba de fuego para Claudia Sheinbaum. No es Ayotzinapa ni mucho menos equipararlo con el campo de exterminio de Auschwitz, en tiempos de Hitler, durante el horror nazi, en que se mataron millones de judíos. Ese fue un ejercicio infernal de exterminio. En el caso de Teuchitlán nos enfrentamos ante los asesinos locales, a los narcos poderosos, que están convirtiendo lo que solía ser este hermoso país en un cementerio de animales no de seres humanos.
Me pregunto cuántos imitadores han surgido, Teuchitlán, es un crimen de lesa humanidad de lo que ocurre en nuestro país, que pasó a ser un motivo político entre entidades e instituciones.
Sí, tengamos respeto a los millones de judíos que murieron en campos de exterminio y por nuestros muertos que, frente a narcos poderosos y a autoridades indiferentes, están convirtiendo lo que era este hermoso país en un cementerio.