Deshonestidad a carta Cabal en Morena y la 4t
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Deshonestidad a carta Cabal en Morena y la 4t

Lunes, 25 Agosto 2025 00:05 Escrito por 
Carlos García Carlos García El Socavón

Ya nada nos sorprende a millones de mexicanos (los conservadores, —como nos llaman absurdamente—) con los nombramientos absurdos que realizó en su momento Andrés Manuel López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum Pardo, con personas carentes de ética, de calidad, de profesionalismo, de contar con el perfil adecuado e idóneo para ocupar distintos cargos que, obviamente, más que decepcionar, irritan e indignan a todos los mexicanos, así como al servicio civil de carrera que miles de servidores públicos poseen y como colofón del paupérrimo desempeño que realizarán los morenistas designados.

Ahora le tocó al Servicio Exterior Mexicano, que desde el régimen de Enrique Peña Nieto ha sido sobajado, seguido por el de Andrés Manuel y ahora por Sheinbaum Pardo, quienes han ofendido a los diplomáticos de carrera que se prepararon académica y profesionalmente. Les lleva 20 años llegar al rango de embajador, pues durante esas dos décadas las dedican a estudiar para ascender a dicho cargo y aspirar (palabra que odiaba, entre muchas, el tabasqueño) a desempeñar cargos de relevancia e importancia, pero que ahora han sido congelados y desplazados por otras personas inexpertas y que son “amigos” y serviles del presidente en turno.

Recordemos que Peña Nieto nombró secretario de Relaciones Exteriores al nefasto de Luis Videgaray Caso, quien no contaba con experiencia alguna para ocupar dicha posición, importándole un carajo al mexiquense las opiniones en contra, y lo nombró porque era “su consentido” y le importó un carajo quienes no estuvieron de acuerdo.

No conforme con el ridículo y paupérrimo papel desempeñado por “el canciller” Videgaray, llegó el turno de López Obrador, quien siguió los pasos de su antecesor y designó al otrora ignorante en el servicio diplomático Marcelo Ebrard Casaubón, que también dio tumbos en el desempeño de su encomienda. Ambos secretarios dejaron en ridículo al Servicio Exterior Mexicano.

Y qué tal el “nuevo canciller” Juan Ramón de la Fuente, quien tampoco sabe la “O” por lo redondo en estas lides, y sigue dejando mucho que desear como secretario de Relaciones Exteriores. Pero así son los cuatroteístas: les importa un bledo hacer el ridículo y ya llevan casi siete años haciéndolo y despedazando a México en todos los rubros y sentidos.

Ahora le tocó el turno a la jefa del Ejecutivo, al nombrar la semana pasada al embajador en Italia, Genaro Lozano, quien no conoce un ápice de la diplomacia y, sin embargo, eso no fue obstáculo para que Sheinbaum lo nombrara: “porque nos ayudó de muchas maneras”, justificó.

A la inquilina de Palacio “le pareció buena opción” proponer al politólogo Genaro Fausto Lozano Valencia como embajador en Italia, pese a las severas críticas realizadas por la oposición y distintos sectores sociales, quien, obviamente, fue ratificado en la sesión de la Comisión Permanente del Congreso.

Lo más lamentable es la deshonestidad demostrada a carta cabal por Lozano Valencia, pues no cuenta ni con el perfil y mucho menos con la experiencia para desempeñarse como embajador en Italia, y no tuvo los tamaños ni el talante para rechazar dicho nombramiento. Su ambición es más grande que su impudicia.

“Genaro Lozano es un experto en relaciones internacionales, además es defensor de los derechos de todas las personas LGBT. Él nos apoyó mucho al final de muchas maneras. Consideré que es buena opción”, se justificó Sheinbaum Pardo.

Recordemos que el nombramiento de Lozano Valencia es uno más de los que han hecho López Obrador y la misma Claudia Sheinbaum, quienes han designado a varios exgobernadores priistas que traicionaron a sus habitantes y, por supuesto, al partido que les dio todo, absolutamente todo lo concerniente a su carrera política, que ellos mismos se encargaron de enlodar.

Las pruebas son contundentes en cuanto a los nombramientos de los embajadores, pues uno de cada tres embajadores de nuestro país son por nominaciones políticas.

Así pues, el gobierno de la descarrilada cuarta deformación de Morena sigue dando mucho de qué hablar por su escasez de resultados positivos a los más de 130 millones de mexicanos, que siguen aguardando que por fin estos personajes de la izquierda multimillonaria mexicana dejen de pensar como Carlos Marx y, por supuesto, dejen de vivir como Carlos Slim.

Es preciso señalar que sus “pensamientos de pobreza franciscana, austeridad republicana y de justa medianía” son letra muerta, porque ya hemos visto en los escándalos en los que se han involucrado “Andy” López Beltrán, dándose vida de rey en Tokio, Japón; o Ricardo Monreal, con sus suntuosos desayunos en Madrid, España; o en Portugal, el ignorante secretario de Educación Pública, Mario Delgado, quien en su declaración patrimonial se le olvidó poner un cero a un departamento que compró en Paseo de la Reforma y no costó 1,500,000.00 como originalmente lo puso, sino 15 millones de pesos. ¡Vaya cinismo!

Y qué tal los hermanos de la caridad, Arturo y Pío López Obrador, por recibir jugosas cantidades de dinero y filmados, que no son “delito alguno” ni nada que perseguir, de acuerdo con lo resuelto por el Instituto Nacional Electoral (INE), que sigue de hinojos ante los poderes Ejecutivo y Legislativo, porque exoneró a los dos López Obrador por recibir dinero ajeno que era para la “causa morenista”. Lo asombroso es que, sin pudor ni rubor alguno, el INE, a través de sus consejeros (que sabemos que son seis, los serviles al sistema), “no encontraron pruebas de irregularidades” al recibir sobres amarillos con dinero de parte de David León. ¿Qué tal, amable lector? Hasta dónde ha llegado de “tapadera” el desprestigiado Instituto Nacional Electoral, Morena y la descarrilada cuarta deformación, que han abusado de sus facultades.

Ni en los tiempos del priismo recalcitrante habíamos visto tanto cinismo en el poder, porque antes los presidentes en turno exigían las renuncias de los funcionarios públicos, gobernadores o cualquier personaje involucrado en estafas o pifias cometidas, y hasta a la cárcel iban “los angelitos”.

No olvidemos que el dinero sucio o del crimen organizado en todas sus modalidades sigue entrando a las campañas políticas, pues en la reforma electoral de 1996 se estableció el financiamiento para los partidos políticos con la decisión de garantizar condiciones de competencia, que hasta hoy no se ha cumplido.

Hoy en día, los morenistas y remedos se protegen increíblemente, ante el asombro de millones de mexicanos que no damos crédito al cinismo desbordado que manejan y que transmiten. Afortunadamente, los fanáticos y ciudadanos que estaban enajenados por las acciones emprendidas por AMLO y ahora por Claudia Sheinbaum ya despertaron de su letargo, porque están viendo y comprobando los abusos cometidos por quienes dijeron que no eran iguales a los anteriores que mal gobernaron a nuestro vapuleado país, y tienen toda la razón: no son iguales, son peores.

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Carlos García

El socavón