En una decisión de largo alcance, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez adhirió su administración al programa federal IMSS-Bienestar, con lo que refrendó su compromiso con los mexiquenses para garantizar su derecho a la salud, ya que los esfuerzos conjuntos de la federación y la entidad permitirán seguir avanzando hacia un estado de bienestar.
Como parte de ese compromiso, el gobierno del Estado de México formalizó la transferencia de 20 unidades médicas al organismo descentralizado IMSS-Bienestar, con miras a fortalecer el sistema de salud gratuito y ampliar el acceso a servicios médicos para los mexiquenses que no cuentan con seguridad social.
Durante la ceremonia donde se transfirieron los hospitales, la gobernadora aseguró que uno de los grandes pendientes es la atención integral de la salud, principalmente para quienes no cuentan con seguridad social, por ello la relevancia de este esquema de salud, diseñado para atender a la población vulnerable.
Sin embargo, no ha sido fácil que este programa avance, porque hay resistencias, inercias y deficiencias tanto en materia de personal, como de equipo, insumos y medicamentos, que todavía no han sido subsanados al cien por ciento.
Eso se debe a que ha sido complejo armar un esquema de salud nuevo en todo el país, sobre las bases heterogéneas de decenas de sistemas que funcionaban de manera individual en cada una de las entidades federativas, lo que ha generado parálisis en las adquisiciones y en las estrategias que no siempre son bien aplicadas por los responsables.
En el Estado de México, por ejemplo, recién fue relevada de la coordinación del IMSS-Bienestar, Guadalupe Guerrero Avendaño, quien nunca logró encontrar la forma de equilibrar los requerimientos de la población a atender, con las de los trabajadores, por falta de capacidad y voluntad política.
El nuevo coordinador, Natán Enríquez Ríos, debe atender, como prioridad, las demandas de los trabajadores, que se quejan de falta de insumos, ausencia de medicamentos y falta de pago salarial en algunos casos, además de las denuncias de corrupción que se han ventilado públicamente.
Por ejemplo, Godwin González Estrada, coordinador médico del IMSS-Bienestar, ha sido señalado como operador de un esquema vinculado a presuntos delitos como la venta de plazas, manipulación de contratos y desvío de insumos médicos.
Estas denuncias, presentadas por trabajadores del hospital La Perla, el Hospital de la Visión, en Naucalpan y el Hospital General de Chalco, durante manifestaciones callejeras, deben ser investigadas a fondo y actuar en consecuencia.
No se vale que un programa que en un futuro cercano llegará a todos los mexicanos sin seguridad social se vea manchado por la sombra de la sospecha.