Ni una más: el compromiso que renace cada 25N
DigitalMex - Periodismo Confiable
Publicado en Opinión

Ni una más: el compromiso que renace cada 25N

Miércoles, 26 Noviembre 2025 00:05 Escrito por 
Inventario Inventario Jorge Olvera García

Cada 25 de noviembre, cuando el mundo vuelve la mirada hacia la violencia que viven las mujeres, siento que nuestra obligación colectiva renace. Este día no es una efeméride más: es un llamado moral que interpela nuestras decisiones, nuestras instituciones y, sobre todo, nuestra conciencia. “Ni una más” no es únicamente una consigna de lucha; es la promesa que una sociedad entera se hace a sí misma para no normalizar el dolor, para no tolerar la injusticia, para no permitir que la impunidad se convierta en un hábito.

Durante mi presidencia en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México entendí, con absoluta claridad, que la violencia de género es un problema estructural que no admite simulaciones. Por eso impulsamos políticas, acciones y herramientas institucionales que no solo respondieran a la urgencia, sino que también contribuyeran a transformar la cultura desde sus raíces.

Creé la Visitaduría Adjunta de Igualdad de Género, la primera en su tipo, destinada a atender de manera especializada las quejas y expedientes vinculados con la vulneración de los derechos de mujeres y niñas. Fue un paso decisivo para colocar la igualdad y la no discriminación en el centro del trabajo de la Comisión. Desde su instauración, se radicaron más de 160 expedientes, incluidos aquellos relacionados con feminicidio, derechos laborales, derecho a la igualdad, a una vida libre de violencia, a la salud y al trato digno.

También diseñamos el Protocolo de Actuación de la Visitaduría de Igualdad de Género, un instrumento clave para identificar las condiciones estructurales que producen la transgresión de derechos. Tenía un propósito que sigo considerando fundamental: generar comprensión, conocimiento y sensibilidad en torno a las violencias que enfrentan las mujeres, muchas veces invisibles para las instituciones.

Impulsé la coordinación con organizaciones dedicadas a la justicia para víctimas de feminicidio —como En Defensa de Ellas y Frida Guerrera— para ofrecer acompañamiento jurídico y humano a familias devastadas por la pérdida de una hija, una hermana, una madre. Este trabajo conjunto nos permitió escuchar, aprender y fortalecer la atención desde la empatía.

En 2019, actualizamos la Unidad de Igualdad de Género y Erradicación de la Violencia, con el fin de transversalizar esta perspectiva en todas las áreas del organismo. Apostamos por capacitar, sensibilizar y transformar prácticas institucionales que, sin quererlo, podían reproducir desigualdades.

A ello se sumó un esfuerzo que hoy considero visionario: establecimos líneas directas y canales especializados de atención para víctimas, abrimos espacios electrónicos de apoyo y fortalecimos la cooperación internacional con universidades como Texas, Sevilla y Alcalá para enriquecer el trabajo preventivo.

Una de las contribuciones que más orgullo me genera es la Metodología para la Prevención del Feminicidio en el Estado de México, elaborada junto con especialistas internacionales. Este documento se convirtió en un referente para la construcción de una cultura de paz y un enfoque integral contra la violencia feminicida.

Emitimos también Recomendaciones Generales históricas, como la 1/2018, relativa a la situación de violencia de género en el Estado, y la 1/2020, sobre la atención a la pandemia con perspectiva de derechos humanos. Ambas marcaron un antes y un después en la discusión pública y fueron aceptadas por los tres poderes y 58 municipios mexiquenses.

No menos relevante fue la emisión de 11 posicionamientos públicos, en defensa de la lactancia, el derecho a la interrupción legal del embarazo, la prevención de la violencia digital, la seguridad de niñas y adolescentes en internet, la no criminalización de las manifestaciones y la exigencia de políticas para erradicar todas las formas de discriminación. Cada posicionamiento fue una declaración firme: en la lucha por los derechos de las mujeres, la Codhem sería siempre la primera aliada.

Hoy, con satisfacción y profundo reconocimiento, constato que muchas de estas políticas no quedaron como esfuerzos aislados, sino que la administración actual les ha dado continuidad, fortalecimiento y vigencia. Este hecho confirma que la defensa de los derechos de las mujeres no depende de nombres ni de periodos institucionales: es una tarea del Estado, una convicción que debe trascender administraciones y asumir la responsabilidad de proteger vidas.

Por eso, cada 25N vuelvo a reafirmar mi compromiso. Porque las violencias persisten; porque aún hay familias que esperan justicia; porque todavía hay niñas que temen; porque aún hay mujeres que callan por miedo. La frase “Ni una más” no debe desgastarse: debe fortalecerse cada año, con acciones, con presupuesto, con decisión, con acompañamiento, con sensibilidad.

Mi convicción es la misma: no hay libertad sin igualdad, no hay paz sin justicia, no hay democracia sin la dignidad plena de las mujeres. Que este día nos siga convocando a reafirmar que nuestra promesa sigue viva y debe cumplirse con toda la fuerza del Estado y de la sociedad.

Ni una más. Ni una sola más.

Visto 15 veces
Valora este artículo
(0 votos)