No cesa la polémica en torno a los baches que tienen a la ciudad de Toluca en su peor estado en décadas, ya que mientras el todavía alcalde Fernando Zamora Morales, asegura que gente hace baches a propósito para perjudicarlo, o recurre a desgastadas plumas para desacreditar su ya de por sí muy cuestionado programa de bacheo, dos sucesos llamaron fuertemente la atención de la opinión pública esta semana.
Primero, un repartidor de Uber Eat, al caer en un bache se fracturó el rostro; lo que generó una nueva queja en la Comisión de Derechos Humanos, CODHEM/TOL/846/2018. Segundo, la manifestación de los vecinos de Colón, quienes no sólo se quejaron de los baches, sino de la inseguridad y el ruido que tienen en la zona, concretamente en la avenida Venustiano Carranza donde cada día crece más la inconformidad por los numerosos antros que se han instalado en los últimos meses.
Se dice que el recelo del ayuntamiento por estas acciones tiene su antecedente en la Recomendación inédita, por la que se sancionó la actuación de la administración del alcalde toluqueño en este tema, que evidencia el total abandono en que están las vialidades, lo que de acuerdo con la Codhem, constituye una violación a los derechos de todos quienes viven o transitan por la capital mexiquense.
Algo que las autoridades municipales y el propio estado deberían de considerar, es que si el afectado por la caída en la zona de Isidro Fabela, acudió a la Codhem para iniciar su queja, bien podría estar en su agenda una posible demanda al ayuntamiento por los daños físicos provocados.
Ojalá que la resolución de la Codhem logre despertar a las autoridades actuales y siente un precedente para que Toluca deje de ser un municipio abandonado, inseguro y ahora intransitable municipio, que le regrese algún día su mote de “Toluca la bella”.