Un enorme giro se observa en el estilo de los boletines que emite el área de comunicación social de la Legislatura mexiquense, pues pasó de ser, por décadas, comparsa de la estrategia de comunicación del Poder Ejecutivo, a una herramienta de confrontación y ataque al actual gobernador, Alfredo Del Mazo Maza.
Difícil se la han de ver aquellos servidores públicos de dicha dirección, que tienen afectos por varios priistas y aún funcionarios públicos, de quienes fueron, incluso, compañeros de trinchera, pues ahora les toca orquestar el golpeteo contra el gobierno tricolor, lo cual diariamente lo vemos en comunicados plagados de verbos como “exigen”, “advierten”, “señalan”, “demandan”; tan solo basta leer el encabezado del boletín número 72 con fecha del 08 de octubre del año en curso que reza así: “Piden Morena, PT y PES que secretario de Movilidad renuncie si no puede resolver el problema de transporte”. Y esto apenas empieza.
*******
Por otro lado, la secretaria de Cultura estatal, Marcela González Salas, no da su brazo a torcer respecto a regresarle el nombre de Carlos Olvera al Museo de Arte Moderno del Gobierno del Estado de México.
Ello, pese a las diversas manifestaciones tanto de intelectuales, como de periodistas y artistas toluqueños y mexiquenses, que están en contra de la determinación de eliminar las letras del nombre del desaparecido dramaturgo a la nomenclatura oficial del museo, colocada al exterior del mismo, en el Centro Cultural Mexiquense.
En particular, integrantes del colectivo “Equidad para Carlos Olvera” han mostrado su descontento y ya van varias semanas que mantienen la resistencia y advierten que no doblegarán hasta que se restituya el nombre al museo.
Mientras tanto, ya interpusieron dos denuncias en contra de la Secretaría de Cultura ante la Secretaría de Contraloría estatal y ante el Instituto de Transparencia del Estado de México, en espera de que avancen a su favor, pues se trata, dicen, de un atropello a la identidad cultural del estado.
Sin embargo, el gobierno estatal ya generó un comunicado en el que asegura que el nombre no cambiará oficialmente, sino que se trata sólo de una remodelación en la imagen del recinto. Versión ante la cual el colectivo no está conforme. Al tiempo.
