Toluca/Estado de México
La oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), saludó la Ley en materia de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares para el Estado de México, misma que aprobada hoy por unanimidad por parte de la LX Legislatura de la entidad, donde la legisladora, Karina Labastida Sotelo, promotora de la iniciativa, resaltó la participación en la elaboración de la norma de instituciones nacionales, locales e internacionales, pero sobre todo el de las familias que han sido afectadas por este delito considerado de “lesa patria” y que en territorio mexiquense registra más de 7 mil personas desaparecidas.
Por un lado y mediante un despacho, la ONU-DH resaltó que la Ley del Estado de México “supera los estándares de protección establecidos en la Ley General en la materia y se convierte en la segunda ley sobre desaparición a nivel estatal que elimina la categoría de “persona no localizada”, con lo cual se reafirman las obligaciones de búsqueda e investigación inmediatas con independencia de si los hechos están vinculados o no a la comisión de un delito”.
“La ONU-DH insta de manera respetuosa a las autoridades competentes a promulgar la mencionada Ley a la brevedad posible y a adoptar todas las medidas necesarias, especialmente en materia de recursos humanos, materiales y económicos, para garantizar su observancia en la práctica”, se agregó en el comunicado, y se exhortó al Congreso del Estado de México “a emitir la legislación en materia de declaración especial de ausencia para personas desaparecidas”.
La ONU-DH refirió que la aprobación de la Ley en materia de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares para en la entidad mexiquense “favorece la consolidación del marco normativo de protección”, y sostuvo que, “al día de hoy, siete entidades federativas han armonizado su legislación local en la materia: Baja California Sur, Coahuila, Oaxaca, Sinaloa, Tabasco, Veracruz y Ciudad de México.
El organismo llamó a las entidades que faltan a que adecúen sus marcos jurídicos a la mayor brevedad, y reconoció a quienes intervinieron en el proceso de elaboración de esta ley, reiterando su plena disponibilidad “para continuar brindando asistencia técnica al Estado mexicano en el combate a las desapariciones, que es uno de los desafíos más complejos y dolorosos que enfrenta.
Entre los puntos destacados de la Ley aprobada están: establece un Fondo Estatal de Desaparición que incidirá y facilitará los recursos económicos para la realización de acciones de búsqueda inmediatas por parte de la Comisión de Búsqueda; amplía la representación de familiares en el Consejo Estatal Ciudadano del sistema estatal de búsqueda pasando de cinco familiares que estipula la Ley General a ocho familiares de acuerdo a la ley estatal, con lo cual se busca garantizar la representación territorial de las víctimas de toda la entidad.
También, “retoma las experiencias aprendidas a través de las células de búsqueda, que son las instancias de actuación de búsqueda inmediata a nivel municipal, a fin de que se encuentren supervisadas por el Mecanismo Estatal de Coordinación en materia de Investigación y Búsqueda de Personas”.
Por su lado, durante su participación en la sesión plenaria en que fue aprobada la Ley en el Congreso local, la legisladora, Karina Labastida, presidenta de la Comisión Especial para las Declaratorias de Alerta de Violencia de género contra las mujeres por Feminicidio y Desaparición, agradeció a representantes de instituciones, diputadas y diputados locales, pero sobre a todo a las familias por haber participado en la elaboración del documento.
“Si como se dice, el ser humano es la medida de todas las cosas, esta ley combate uno de los peores perfiles del ser humano: el delito de la desaparición, dijo la representante popular, pero sostuvo que “también sintetiza uno de los principios que permite una transformación sustancial de cualquier situación: como es la esperanza; no como utopía en un estado de carencia, de ausencia, sino como un resorte mediante el cual se pueden hacer cosas; se pueden transformar condiciones y establecer rutas, sembrando un camino de posibilidades, puesta la mirada siempre en un presente y un futuro mejores”.
“Eso, “esperanza”, es lo que nos han aportado colectivos y las familias de las personas desaparecidas en el espíritu de esta ley; ellos son la cara opuesta de la renuncia, han sido la llave de la moral derrotada y con grilletes; son, pues, la confianza que abre posibilidades”, remarcó Labastida Sotelo, y agregó que “el resultado de ello es esta ley, que confiamos en que será una luz en el largo túnel oscuro que se mantuvo durante muchos años a pesar del dolor de las familias”.
Las familias “contarán con un instrumento que tendrá vida porque ellas la hicieron y sin duda renovará y fortalecerá la esperanza transformadora de la que ellas han sido y son parte fundamental…porque: sin las familias no, hasta encontrarlos”.